Capítulo 18: ¿Cómo está el pulso?
¿Está envenenado?
—¿Secuestraron al hijo
de Li Yin? —Lu Zhui frunció el ceño— ¿Quién lo hizo?
—No lo sé todavía,
la noticia aún no se ha difundido —dijo Lin Wei— el que se perdió es el hijo
mayor de Li Yin, llamado Ah Xi. Acaba de cumplir tres años este año. Dijeron
que lo raptaron cuando jugaba solo en el patio trasero por la noche.
—La noticia aún no
se ha difundido, ¿significa que Li Yin aún no ha comenzado a buscarlo? —preguntó
Lu Zhui.
Lin Wei negó con
la cabeza:
—Todo en la
Mansión Li es como antes. Li Yin recibió una carta y, después de leerla, solo
envió a uno de sus confidentes fuera de la mansión. Nuestros subordinados lo
estaban siguiendo hace un momento.
—Parece que sabe
quién secuestró a su hijo —dijo Lu Zhui— hay mucha gente del Jianghu tanto
dentro como fuera de la ciudad Huishuang. Todos están quietos y esperando a ver
qué dirección tomará el viento. Si este asunto se extiende ¿qué crees que
pensarán? ¿que algunos de sus colegas no pudieron evitarlo y se adelantaron?
—Si eso es cierto,
sería muy animado —dijo Xiao Lan— han venido de muy lejos tratando de obtener
algunos beneficios en la ciudad Huishang, pero antes de actuar, alguien más ha
tomado la delantera. Es muy probable que no lo dejen pasar.
—¿Qué debemos
hacer ahora? — preguntó Lin Wei.
—Síguelos primero
y descubre quién está detrás de este asunto —dijo Lu Zhui— tampoco bajes la
guardia con la familia Li y también vigila a esos dos sujetos de la pandilla Eagle
Claw que también mantienen un ojo sobre ellos.
—Sí —asintió Lin
Wei, y antes de levantarse e irse, no se olvidó de mirar profundamente al joven
maestro Xiao sentado a su lado.
“Es muy tarde y en
realidad estás sentado junto a mi segundo jefe, comiendo fideos de arroz.”
Xiao Lan no
entendía muy bien por qué este hombre tenía una expresión como si estuviera
viendo a un criminal cada vez que lo veía.
Lu Zhui se puso de
pie y dijo:
—Regresemos
primero a la montaña Qingcang.
—¿No vas a inspeccionar
la Mansión Li? —preguntó Xiao Lan.
—Si sucede algo
como esto, la seguridad alrededor de Li Yin solo se volverá más estricta. No
tiene sentido ir —dijo Lu Zhui— vamos a contarle este asunto a la dama Tao
primero.
Xiao Lan asintió y
lo siguió fuera de la ciudad.
Ya casi amanecía
cuando regresaron, pero nadie en el pequeño patio estaba dormido, esperando a
que regresaran los dos.
—¿Por qué les tomó
tanto tiempo dibujar un mapa? —preguntó Tao Yu’er— pensé que algo malo había
sucedido de nuevo. Casi envío al anciano Li a echar un vistazo, pero finalmente
han regresado.
Lu Zhui se agachó
junto al brasero para mantener el calor y dijo:
—Después de
terminar el dibujo, fui a comer un tazón de gachas con frijoles rojos.
—¿Gachas con
frijoles rojos? —dijo Tao Yu'er con una sonrisa— entonces parece que este viaje
transcurrió sin problemas, de lo contrario no estarías de humor para tomar un
refrigerio nocturno. ¿Estuvo delicioso?
—Mn, fue delicioso
—Lu Zhui sacó el mapa, se lo entregó— la próxima vez la invitaré a comer un
tazón.
—Parece que
también has aprendido algunas formaciones Bagua —dijo Tao Yu'er mientras
miraba el mapa— sabes qué se debe marcar y qué no.
—Usted también ha
comentado que cuando era un niño, siempre llevaba un libro a dondequiera que
iba —Lu Zhui puso las manos calientes en la cara para mantener el calor— después
de leer este libro durante tantos años, debería aprender algo de él...
Al ver que estaba
a punto de presionar todo su cuerpo contra el brasero, Xiao Lan no pudo
soportarlo más, así que lo jaló por el cuello y pisoteó las chispas de su túnica.
Lu Zhui: “...”
—Después de que
bajemos de la montaña, te compraré una nueva —dijo Lu Zhui.
Xiao Lan apartó el
carbón del brasero para hacer que el fuego ardiese con más fuerza.
Lu Zhui estornudó.
Tao Yu’er dejó el
mapa, le sujetó la muñeca y le tomó el pulso, luego negó con la cabeza:
—Necesitas comer
más, estás demasiado delgado.
—¿Se puede
diagnosticar si se come poco o demasiado con solo probar el pulso? —preguntó Ah
Liu.
—Si pierdes peso,
estarás débil. Puedes diagnosticarlo de forma natural —dijo Tao Yu'er— Tiene un
restaurante en Wang Cheng, pero no pude engordar.
Ah Liu intervino
desde un lado:
—Después de
casarte y tener una esposa que sepa cocinar, ganarás peso.
“Al igual que los hermanos
del acantilado Chaomu: Wang, Li, el gran jefe Zhao y Sun, ¡todos están gordos!”
—¡Pfft! —la dama Tao reprimió una risa.
Lu Zhui se
envolvió la túnica con fuerza y se inclinó más cerca de Ah Liu, sintiéndose
bastante cálido.
Después de un
rato, Tao Yu’er dejó el mapa.
—¿Qué le parece?
—preguntó Xiao Lan.
—Puedo dejarte
entrar en ese pasaje secreto sin que nadie se dé cuenta, pero después de
entrar, deberás confiar en ti mismo para todo. La formación no es un método de
invisibilidad, y en ese oscuro pasaje secreto, no debería tomarte mucho tiempo.
—Está bien —asintió
Xiao Lan.
—¿Podemos ir
juntos? —preguntó Lu Zhui.
—Por supuesto —Tao
Yu’er asintió— sin más demora, hagámoslo mañana.
—Hay algo más —dijo
Lu Zhui— alguien secuestró al hijo menor de Li Yin.
—¿Eh? ¿Quién lo
hizo? —preguntó la dama Tao.
—No lo sé —Lu Zhui
negó con la cabeza, contó brevemente lo que sucedió al pie de la montaña y
luego dijo— tengo subordinados del acantilado Chaomu en la puerta de la ciudad.
La otra parte no debería alejarse de la ciudad por un tiempo.
—¿Qué piensas? —le preguntó Tao Yu'er a Xiao Lan.
—Al observar la actitud tranquila de Li Yin, debería
conocer los detalles de la persona detrás de escena. Sabe que la otra persona
no dañará a su hijo, pero solo quiere negociar los términos —dijo Xiao Lan— mucha gente lo ha hecho. Se reunieron
en la ciudad Huishang en los últimos meses. La gente común todavía habla de la
secta. Es imposible que Li Yin no lo sepa, pero no reforzó a los guardias
alrededor de Ah Xi y permitió que su hijo corriera peligro. Esto demuestra que
no cree que el objetivo de estos rufianes sea él, o que aquellos en la ciudad
no fueron los que secuestraron a Ah Xi.
Lu Zhui suspiró.
—Su residencia tiene tres pisos por dentro y está bien
vigilada, pero su hijo no tiene a nadie que lo cuide. Este padre pudo
esforzarse un poco más…
Xiao Lan se
sorprendió un poco cuando escuchó esto.
Lu Zhui se sostuvo
la cabeza con una mano y dijo:
—Lo digo de manera casual.
—¿Cuándo aprenderá tu cabeza a dar más vueltas? —Tao Yu'er tocó a Xiao Lan— aprende más de Xiao Mingyu.
Después de
pensarlo, agregó:
—Mingyu ya no es un niño.
Lu Zhui se calentó
junto al fuego y dijo:
—Mn.
—¿Quieres decir que Li Yin expuso deliberadamente sus
defectos y dejó que la otra parte secuestrara a su hijo? —dijo Xiao Lan.
—Puedes adivinar todo esto —dijo Lu Zhui— ¡Oh! eres tan inteligente.
Xiao Lan: “…”
—Es sólo una suposición, de lo contrario este asunto no se
puede explicar —dijo Lu Zhui— cuando tienes un hijo y eres un
anciano, todos lo tratarán como un motivo de preocupación. Incluso si sientes
que tu casa ya es inexpugnable. No es difícil enviar más de diez o veinte
personas para proteger a tu hijo. Vamos, ¿por qué ni siquiera tiene una criada
a su alrededor?
—¿Y? —continuó
preguntando Tao Yu’er.
—Si sigues mi suposición, Li Yin probablemente sabía que
estaría en peligro, así que apretó los dientes y envió a su hijo menor, en
primer lugar, para mostrar su lealtad a la otra parte y, en segundo lugar, para
facilitar la negociación de los términos —Lu Zhui dijo— él no es una persona decente y es posible que sea capaz
de hacer este tipo de cosas.
Tao Yu’er asintió.
—Pero no importa quién sea, mis subordinados ya lo han
seguido —dijo Lu Zhui— no es demasiado tarde para verificar
primero la identidad del oponente y luego decidir el siguiente movimiento.
—Está bien —dijo Tao Yu’er— son uno o dos días.
Lu Zhui bostezó.
—Has estado despierto toda la noche, regresa y descansa —Tao Yu’er vio esto y dijo— es necesario investigar las cosas,
pero no puedes agotarte.
—Gracias, señora —Lu Zhui se levantó, se estiró con fuerza y entró en la
habitación de Xiao Lan por una ruta familiar.
Xiao Lan: “…”
Los demás también
volvieron a descansar. Tao Yu’er caminó hacia la puerta y se detuvo, diciendo:
—Lan’er, ven aquí.
—Madre —dijo Xiao Lan— ¿pasa algo?
—¿Mingyu está envenenado? —preguntó Tao Yu’er— cuando le revisé el pulso hace un momento, parecía haber
algo anormal.
Xiao Lan asintió.
—Tiene muchas marcas rojas en el cuerpo y, a menudo, toma
baños medicinales. Una vez le pregunté qué tipo de veneno era, pero se negó a
decírmelo.
—Tiene un poco de frío, por favor caliéntalo —dijo Tao Yu’er.
(¿esquismi señora? xD)
—¿Calentarlo? —preguntó Xiao
Lan.
—Cura sus heridas y absorbe el frío de él.
Xiao Lan: “…”
—Es bueno para ti y para él —dijo Tao Yu’er— ese frío dañará sus meridianos, pero tú eres diferente.
El arte marcial de la Tumba Mingyue ya es despiadado. Si puede ser un poquito
más mordaz y frío, obtendrás el doble de resultado con la mitad de esfuerzo.
Xiao Lan asintió.
—Entiendo.
—Adelante —Tao Yu’er agitó la
mano— ¡y no vuelvas a golpearlo esta noche!
Xiao Lan: “…”
—No lo hice —se quejó Xiao
Lan.
—¡Está bien! ¡está bien! regresa rápido.
Xiao Lan regresó a
la habitación en silencio.
—¿De qué estabas hablando con la dama Tao? —preguntó Lu Zhui.
—Que te ayudara a curar tus heridas.
—Entonces ven rápido —dijo Lu Zhui.
Xiao Lan: “…”
Lu Zhui se sentó
erguido y lo miró fijamente.
Xiao Lan no sabía
si reír o llorar
—Realmente no eres muy educado.
—Después de todo, hay una ventaja.
—Mi madre me dijo que el veneno con el que estás
intoxicado es frío, pero si el aire frío puede atravesarme, será beneficioso
para ti y para mí —dijo Xiao Lan— ¿Quieres que trate tus heridas?
—Ambas partes se beneficiarán y ambas partes no sufrirán,
así que ¿por qué no?
Xiao Lan se quitó
la túnica exterior y la tiró a un lado.
Lu Zhui volvió a
decir:
—¡Espera!
—¿Qué pasa? —Xiao Lan estaba confundido.
—Ve y lávate primero; de lo contrario, no podrás acostarte
en la cama.
—Esta es mi cama —Xiao Lan le recordó.
—Pero la mitad es mía —dijo Lu Zhui con confianza.
—Date prisa —Lu Zhui volvió a decir.
Sabiendo que esta
persona era mordaz, Xiao Lan no discutió. Después de lavarse y acostarse,
primero tomó su delgada muñeca y le comprobó el pulso.
—¿Es un pulso feliz*? —preguntó Lu Zhui.
(pulso feliz: embarazo)
Xiao Lan retiró la
mano.
—Sí, supongo que darás a luz el mes que viene.
—No sé qué tipo de veneno es este —Lu Zhui frunció el ceño— de vez en cuando, mientras haya
palpitaciones en el corazón, aparecerá un pulso feliz.
Xiao Lan quería
reír un poco.
Lu Zhui le dio la
espalda, tenía el cabello recogido, dejando al descubierto la mitad de su
cuello blanco como el jade y un leve hematoma rojo.
Xiao Lan levantó
la mano y la presionó sobre su omóplato, luego la movió centímetro a centímetro
hacia su espalda.
Una ola de calor
se extendió por todo su cuerpo y Lu Zhui se relajó, sintiéndose bastante
cómodo.
El viento hacía
crujir las hojas muertas en el patio y había mucho silencio. La habitación
estaba cálida y fragante. En menos de media hora después, Xiao Lan levantó
la palma de la mano para eliminar su energía interna y vio que la ambigua marca
roja había retrocedido mucho.
Lu Zhui estiró los
músculos y dijo:
—Muchas gracias.
Xiao Lan volvió a
tomarle el pulso.
—¿Qué pasa esta vez? —preguntó Lu Zhui.
Xiao Lan se
reclinó en la cama con los brazos apoyados en la cabeza y dijo:
—Tendrás los gemelos Dragón y Fénix.