Capítulo
13: Montaña Qingcang.
Tú
estás buscando a tu madre, yo estoy buscando a mi hijo.
—¿No está dispuesta? —Xiao
Lan se sentía un poco divertido por esta frase.
—Su renuencia a dejarlo ir no se debe a lo
bueno que es Ah Liu, sino a que una vez comió y vivió contigo en la mansión Li.
Cualquiera que los vea pensará que son amigos cercanos —dijo Lu Zhui.
—Ella ni siquiera quiere verme, entonces, ¿por qué secuestraría a un amigo cercano?
Lu
Zhui le pidió al dueño de puesto que agregara agua caliente a su tetera y la
sujetó para calentarse las manos.
—No es que sea su intención secuestrarlo,
pero Ah Liu fue capaz de atravesar la formación de la casa de los huesos y ha
visto a Fei Ling con sus propios ojos. La dama Tao definitivamente no lo dejará
salir solo. Por ti, no creo que pondrá las cosas difíciles, ¡así
que no estoy demasiado preocupado!
—Vámonos —dijo
Xiao Lan—, Ya casi amanece.
—Quiero quedarme aquí un rato, está
bastante tranquilo.
Xiao
Lan dejó el dinero, se levantó solo y salió del callejón.
Cuando
el dueño del puesto se dio la vuelta y vio a Lu Zhui sentado solo, le sirvió en
un plato pequeño otro filete de pescado de deliciosa carne blanca y tierna.
Simplemente le agregó salsa de soja y cebollas verdes, acompañado con una taza
de caliente vino de arroz. Estaba muy contento porque el joven guerrero que se
fue, le había dejado mucha plata, así que le ofreció este platillo como un regalo.
Lu
Zhui lo aceptó y conversó con el dueño mientras comía, hablando casualmente
sobre cosas de la ciudad.
—He conocido a mucha gente del Jianghu recientemente
—dijo el dueño mientras amasaba la masa—, pero no hay mucha gente tan amable como usted.
La mayoría son autoritarios e imprudentes y a menudo no dan plata cuando vienen
a comer, son feroces y viciosos. Nunca sé cuándo se irán.
—Debería irme pronto —dijo Lu Zhui.
—Me gustaría agradecerle por sus buenos
consejos —dijo
alegremente el jefe, luego se dio la vuelta y continuó trabajando. Lu Zhui
también se levantó y salió del callejón, pero en lugar de regresar al patio,
fue a la posada de la ciudad.
—Segundo jefe —Lin Wei estaba escondido en la oscuridad.
—¿Qué has visto? —preguntó Lu Zhui.
—Acaban de entrar no hace mucho —dijo Lin Wei—,
solo los dos discípulos de la pandilla Eagle Claw que estaban pavoneándose,
pero nadie más los seguía.
Lu
Zhui asintió y tomó asiento a su lado.
—Segundo jefe, es mejor regresar. Hace
mucho frío, así que me quedaré aquí para vigilar —aconsejó Lin Wei.
— De todos
modos, estando solo, no hay mucha diferencia entre dormir en este árbol o
volver al dormitorio.
Lin
Wei sintió que parecía haber algunos puntos de verdad en esto, y después de
pensarlo, añadió:
—Entonces esta vez, cuando volvamos a Wang
Cheng, usted debería considerar solicitar una doncella para matrimonio.
Lu
Zhui le empujó la tetera y lo envió a buscar agua caliente para despejar sus oídos
de esta charla ociosa.
«¿Por qué no puedo salir de casa
sin que me hagan proposiciones?»
El
cielo gradualmente se volvió más brillante, y no fue hasta las tres de la
mañana que las dos personas de la pandilla Eagle Claw abandonaron la posada. Lu
Zhui los siguió hasta el final, pero la otra parte solo desayunó y escuchó música,
pero no interactuaron con nadie. Aproximadamente a las seis de la mañana,
regresaron a la posada y se quedaron dormidos. Lu Zhui escuchó debajo de la
ventana por un rato, hasta que comenzaron los ronquidos por toda la habitación
y luego se fue en silencio.
—¿Cómo le fue? —preguntó Lin Wei.
—Duermen en el día porque probablemente tienen
que volver a la mansión Li en la noche —dijo Lu
Zhui—, envía hombres a vigilar este lugar por
turnos, y asegúrense de no cejar ni un momento.
—Sí —Lin
Wei asintió.
—Tómatelo con calma, no te agotes
demasiado. —Lu Zhui
bostezó y regresó a su residencia para dormir. Aunque no había dormido en
toda la noche, estaba de buen humor e incluso tuvo un sueño bastante
encantador.
Esa
noche, las dos personas de la pandilla Eagle Claw volvieron a salir
furtivamente de la posada y se dirigieron hasta la mansión Li. Entraron al
estudio y desaparecieron en el pasaje secreto en un momento.
Lin
Wei y Xiao Lan estaban observando en secreto. Después de más de una hora, los
dos hombres reaparecieron, saltaron la pared del patio y regresaron a la
posada.
Después
de tres días de esto, era lo mismo todas las noches.
En la
tarde del cuarto día, era un raro y cálido día de invierno. Lu Zhui se
sumergió en la bañera y se sintió tan cómodo que no quiso abrir los ojos.
Xiao Lan:
—…
—No importa, estoy acostumbrado —dijo Lu Zhui.
Xiao
Lan ignoró su comentario y dijo:
—Te mostraré algo.
—¿Qué es? —Lu
Zhui preguntó.
Xiao
Lan sacó un frasco de porcelana negra de su túnica y lo arrojó.
Lu Zhui
lo atrapó y su rostro se congeló levemente.
—¿Hay algo vivo adentro?
—Son gusanos de cadáver.
—Entonces será mejor que no lo abra.
—Es diferente de otros lugares. Son los
gusanos cadáveres en la tumba Mingyue —dijo
Xiao Lan—, este frasco tiene algunos gusanos madre latente.
Una vez que entran en una persona, se despertarán para chupar sangre y poner
huevos, no solo miles, también habrá setecientos u ochocientos huevos.
Lu Zhui
le devolvió el frasco, sin querer sostenerlo ni un momento más.
—¿Quieres esparcir esto en el pasaje
secreto?
Xiao
Lan asintió.
—De lo contrario, nos quedaremos vigilando
al dúo de la pandilla Eagle Claw entrando al pasaje secreto todos los días, sin
saber lo que están haciendo. Si continuamos haciendo esto, tendremos que
esperar hasta el Año del Mono o del Caballo.
—Bien —dijo Lu Zhui—, ¿quieres
mi ayuda?
— Solo házselo
saber a tu gente —dijo
Xiao Lan—, tomaré medidas esta noche.
Lu Zhui
asintió.
—Está bien.
Xiao
Lan se puso de pie y quiso salir, pero vio una marca roja en su clavícula, que
era incluso llamativa, por lo que inconscientemente echó un segundo vistazo.
Lu Zhui
se acarició la clavícula y dijo:
—Anoche fui al pabellón Hongxui.
Aunque
nunca había oído hablar de este lugar antes, puedo adivinar dónde estaba con
solo escuchar ese nombre. Xiao Lan negó con la cabeza, se dio la vuelta y
salió de la habitación.
Lu
Zhui se reclinó en la bañera y cerró los ojos cómodamente.
Los
gusanos madre latente del gusano de cadáver fueron despertadas por el vino
fuerte y se retorcían dentro del frasco, ansiosas por chupar sangre y poner
huevos. Xiao Lan todavía estaba acechando en la oscuridad, esperando que
llegara la oportunidad, pero no había movimiento esta medianoche, y hasta que
el cielo se iluminó, todavía no había señales de nadie.
Xiao
Lan sospechó, se levantó y fue al pequeño patio.
—Estaba planeando buscarte —dijo Lu Zhui.
—¿Qué pasó? —preguntó Xiao Lan.
—Ayer por la noche, Li Dacai, el ama de
llaves de la mansión Li, fue a la posada Fengya. Creo que les advirtió de algo.
—Si Li Dacai fue a buscarlos… —dijo Xiao Lan—, ¿Eso
significa que Li Yin lo sabía?
—También es posible que Li Dacai esté en connivencia
con estas pequeñas sectas a espaldas de Li Yin —dijo
Lu Zhui— es difícil sacar conclusiones por ahora.
—Finalmente tenemos una pista —Xiao Lan negó con la cabeza—, no sé cuándo tendré que esperar hasta la
próxima vez.
—Se me ocurre otra idea.
—¿Qué? —preguntó
Xiao Lan.
—Si podemos conseguir la ayuda de la Dama
Tao, entonces todo será mucho más fácil.
«Dado
que pudo crear una formación de la casa de los huesos de la familia Xiao,
entonces puede crear una formación ilusoria en la mansión Li, para que los dos
podamos entrar al pasaje secreto para investigar, no debería ser demasiado
difícil.»
—Es fácil de decir —dijo Xiao Lan— si ella no quiere aparecer por iniciativa
propia, me temo que nadie en este mundo podrá encontrarla. Tus subordinados han
estado buscándola dentro y fuera de la ciudad tantos días. ¿Tienes alguna pista?
—No —Lu
Zhui añadió después de responder—.
Pero
eso es porque no apareciste.
Xiao
Lan se mostró indiferente.
—No hay madre en el mundo que no quiera ver
a su hijo —dijo
Lu Zhui—, la dama Tao quería verte cuando
estábamos en Wang Cheng ese día, y definitivamente quiere verte ahora, tal vez
incluso más que antes.
Xiao
Lan dijo con desdén:
—Lo sabes todo.
—Se ha revelado la verdad sobre la antigua
casa de la familia Xiao. Desde que dejaste que Black Spider regresara para
informar la noticia, la tía Fantasma lo sabrá todo pronto —dijo Lu Zhui— según el método de la dama Tao, creo que nada de esto escapará
a sus ojos. Y una vez que se entere que estás en peligro ¿cómo puede una madre simplemente sentarse
y mirar?
—¿Y? —Xiao
Lan lo miró.
—Así que la dama Tao no debe haber ido tan lejos.
Lo más probable es que todavía esté en la montaña Qingcang. La razón por la que
mi gente no puede encontrarla es simplemente porque debe haber una formación
ilusoria —dijo
Lu Zhui— a partir de mañana, iré a las montañas
contigo para averiguar si la dama Tao está dispuesta a aparecer.
—¿Tú y yo juntos? —preguntó Xiao Lan.
—Ah Liu es uno de los míos.
Antes
de que Xiao Lan pudiera hablar, Lu Zhui volvió a decir:
—Esta es la única manera en este momento.
Además, también has descifrado la formación de la casa de la familia Xiao, en
comparación con los demás, aún tienes más experiencia.
—…
Xiao
Lan asintió.
—Bien.
Lu
Zhui levantó la comisura de sus labios.
—¡Entonces es un trato!
ee
La
montaña Qingcang no es ni grande ni pequeña.
Lu
Zhui siguió a Xiao Lan. Los dos se adentraron en la montaña al amanecer.
Caminaron sin rumbo fijo. Cada vez que veían un hermoso paisaje en las
llanuras, se sentaban allí un rato antes de continuar su caminata. Si en lugar
de una espada llevas un abanico plegable, ¡entonces pareces un erudito que recorre
las montañas para disfrutar del sol de invierno mientras recitas poemas!
Al
mediodía, Lu Zhui estaba sentado sobre una roca, tomando el sol mientras comía
bocadillos de un paquete elegante del restaurante Zhou Fuji y otro pequeño
paquete de carne estofada. La bolsa de agua contenía vino de arroz mezclado con
agua, que no lo era abrumador, pero tenía un ligero sabor dulce, articulado y
fragante.
Xiao
Lan estaba sentado a un lado horneando pasteles secos.
Lu
Zhui le entregó la bolsa de agua.
—¿Quieres probarlo?
Xiao
Lan no entendía muy bien por qué esta persona siempre le forzaba las cosas que
bebía, usaba y comía.
Al ver
que no se movía, Lu Zhui volvió a guardarla con calma y continuó comiendo con
gracia.
Al
mismo tiempo, en el pequeño patio de la montaña, Ah Liu sudaba profusamente
mientras cocinaba arroz con chiles espinosos sofritos en aceite. El anciano
cojo Li quería meter su cabeza en la olla.
—¡Hora de comer! —media hora después, Ah Liu sacó felizmente
un gran tazón de pescado, que estaba rojo y caliente.
Tao Yu’er
tomó los palillos y dijo:
—Tu padre te enseñó bien.
Ah Liu
sonrió.
—El señor Xiao dijo lo mismo.
—No creas que, si mencionas unas palabras
sobre Lan’er, te dejaré ir —Yao
Yu'er tomó un bocado de arroz—. Ni
siquiera pienses en irte hasta que me digas cómo pudiste irrumpir en la
formación.
—Realmente no lo sé —al mencionar este asunto, Ah Liu dijo con
amargura—. El señor Xiao solo me pidió que visitara
su antigua residencia, así que fui y luego me encontré con la doncella que
vestía de rojo. No sentí nada inusual.
—¿Sabías que la única persona en este mundo
que puede entrar en esta formación ilusoria, además de mí, eres tú? —dijo Tao Yu’er
Ah Liu
no sabía si debería sentirse halagado o romper a llorar. Francamente, no quería
involucrarse en este asunto; incluso si tuviera que involucrarse, debería tener
a su padre a su lado.
—Señora —el
cojo Li
entró apresuradamente.
—¿Qué pasa?
El
cojo Li le susurró al oído.
—El joven maestro Xiao ha llegado a la
montaña Qingcang y ha caminado por la zona tres o cuatro veces. También viene
con él Lu Zhui, el segundo dueño del restaurante Shanhaiju.
Ah Liu
aguzó el oído y estaba muy emocionado.
«¡Es
mi padre!»