RT 12

 

Capítulo 12: Estudio.

Discípulos de la pandilla Eagle Claw.

 

—Es porque me estaba bañando hace un momento.

 

Xiao Lan no tenías ganas de responder a esta pregunta.

 

Afortunadamente, Lu Zhui cambió el tema a tiempo.

—¿Cuántas personas del Jianghu hay en esta ciudad actualmente?

 

—La posada de la ciudad está casi llena —Lin Wei dijo— también hay algunos fuera de la ciudad y hay unas cien personas en total. Además de la pandilla Eagle Claw, hay más de una docena de otras pequeñas sectas que pertenecen al Jianghu, pero también tienen en común su mala reputación.

 

—¿Quemar, matar y saquear? —preguntó el segundo jefe Lu.

 

Lin Wei sacudió la cabeza:

—No es cierto, pero por lo general roban mucho pollos y perros.

 

—¿Hay alguna conexión entre sí? —Lu Zhui volvió a preguntar.

 

—Así parece. De acuerdo con mis teorías, estas personas no se conocen entre sí antes, pero esta vez parecen tener muy buenas relaciones de repente. Se reunieron en un restaurante, se sentaron juntos en la misma mesa para charlar —dijo Lin Wei— Sin embargo, además de nosotros, el resto de las sectas Jianghu están confundidos acerca de esto, no saben cuándo se pusieron en contacto y exactamente para qué fin.

 

—¿Quién en estas sectas se ha puesto en contacto con mansión Li? —preguntó Xiao Lan.

 

Lin Wei metió las manos dentro de sus mangas y dijo:

—Soy del acantilado Chaomu.

 

«Así que no puedo responder a tu pregunta, sin mencionar que has secuestrado mi segunda jefe Lu y lo has dejado dormir en el suelo sin darle una cama, lo cual es simplemente abuso físico. Ahora existen altas probabilidades de que Ah Liu también ha sido raptado por tu madre. Si sumas uno por uno, las cuentas cuadran.»

 

Xiao Lan:

—…

 

Lu Zhui tuvo que repetir de nuevo:

—¿Quién más se ha puesto en contacto con la mansión Li?

 

Lin Wei respondió inmediatamente:

—La pandilla Eagle Claw. Además, nadie de las otras sectas ha ido a Li Yin.

 

Lu Zhui asintió y miró a Xiao Lan.

—¿Qué más quieres preguntar?

 

El estado de ánimo de Xiao Lan era un poco complicado.

 

El gnomo que lo acompañaba antes se llama Black Spider. También tenía un buen estatus en la tumba Mingyue. Por lo general, obedecía directamente las órdenes de la tía Fantasma y no estaba sujeto a sus propias disposiciones. Como Fei Ling apareció en la antigua casa de la familia Xiao y su propia madre era experta en crear formaciones, estimó que hace mucho tiempo ya había adivinado la verdad. Aunque quedan muchos discípulos en la tumba Mingyue en la ciudad Huishuang, después de recibir las instrucciones de Black Spider, estaba seguro de que nadie se dirigirá a él como “joven maestro Xiao” para obedecerle. Afortunadamente no estaba bajo vigilancia.

 

Es cierto que algunas cosas no son fáciles de hacer cuando estás solo, así que tienes que encontrar a alguien que actúe contigo.

 

La habitación estaba en silencio.

 

Lin Wei agitó su mano frente a él.

—Oye, oye.

 

«Afortunadamente, es mi segundo jefe quien está frente a ti. Si fuera una chica soltera, ya te hubieran pegado en la cara con sus zapatos. ¿Nunca has visto a un hombre guapo o qué? Te le quedas viendo con tanta intensidad como si te lo quisieras comer.»

 

—¿Por qué no cooperamos juntos? —sugirió Lu Zhui.

 

«Al menos puedes averiguar lo que esconde la mansión Li y si corremos con suerte, quizás podamos conseguir alguna pista de la linterna de loto rojo.»

 

—Está bien.

 

—Pero tengo condiciones —Lu Zhui volvió a decir.

 

Xiao Lan frunció el ceño.

—¿Cuál es la condición?

 

—Cuando me baño, no me gusta que me molesten.

 

Lin Wei sintió que debía prestar atención a sus pensamientos, porque parece que había algo que no lo cuadraba.

 

—Mañana a medianoche, te esperaré en el callejón trasero de la mansión Li —dijo Xiao Lan.

 

—Está bien —Lu Zhui asintió.

 

Xiao Lan se levantó y salió en solo un abrir y cerrar de ojos desapareció detrás de la pared del patio.

 

Lin Wei estaba muy enfadado cuando se enteró—

—¡¿En realidad irrumpió cuando el segundo jefe Lu se estaba bañando?!

 

Lu Zhui le palmeó el hombro y volvió a la habitación interior.

 

Lin Wei sintió que no podía cumplir con su deber. No podía evitar a los casamenteros en Wang Cheng y no podía evitar a los gamberros en la ciudad Huishuang. Así que ¿para qué había venido aquí?

 

«No merezco recibir mi mensual.»

 

ee

 

Al día siguiente, Lu Zhui durmió toda la tarde en la residencia. No se levantó hasta la noche e hizo una olla de té fuerte.

 

Lin Wei preguntó implícitamente:

—¿Esto es lo que se pondrá el segundo jefe para salir?

 

—¿No es bonito? —Lu Zhui respondió con otra pregunta.

 

—…

 

—Es hermoso —dijo Lin Wei.

 

Lin Wei volvió a decir:

—Pero es posible que el segundo jefe no haya salido mucho a las investigaciones nocturnas. Normalmente usamos ropa negra.

 

«Comúnmente conocida como ropa de noche.»

 

—No tengo ropa de ese color.

 

Lin Wei dijo felizmente:

—No, está bien. ¿Me permite ir a esta investigación por usted?

 

Lu Zhui pensó en más y dijo:

—Está bien.

 

En medio de la noche, el callejón estaba en silencio.

 

Xiao Lan se apoyaba en el árbol con los brazos cruzados.

 

Un hombre en la distancia saltó la pared, y su figura parecía un fantasma.

 

Xiao Lan frunció ligeramente el ceño.

 

La sombra aterrizó de forma constante. Lin Wei hizo un saludo marcial y dijo:

—Llevo mucho tiempo esperando.

 

Por primera vez, Xiao Lan sintió que habría momentos en los que desearía activamente ver a Lu Zhui.

 

Así que estaba muy infeliz y dijo:

—¿Por qué eres tú?

 

—Es natural escoger a una persona que sea buena en qinggong para hacer este tipo de investigaciones nocturnas. Además, cuando el segundo jefe se duchó ayer, se resfrió accidentalmente y no pudo levantarse.

 

Xiao Lan no tenía expresión y luego, saltó por encima de la pared del patio.

 

Lin Wei se cubrió la boca con una tela negra y lo siguió.

 

Desde que terminó el banquete de cumpleaños, la mansión Li ha estado tranquila después de la medianoche. Sin embargo, los guardias alrededor del patio principal de Li Yin no disminuyeron, sino que aumentaron y las antorchas brillantes casi podría iluminar la mitad del cielo.

 

—No sé cuántas cosas he hecho en mi vida, pero puedo entrar en ese lugar incluso con los ojos cerrados —dijo Lin Wei.

 

Xiao Lan frunció ligeramente el ceño. Incluso si ambos son expertos en qinggong, no es fácil colarse en silencio bajo las narices de tanta gente.

 

—¿Qué vamos a hacer ahora? —dijo Lin Wei.

 

—Vamos al estudio primero. —respondió Xiao Lan.

 

Lin Wei asintió y rodeó el patio principal con él hasta el estudio en el oeste.

 

La puerta no estaba cerrada, así que los dos se deslizaron dentro del estudio. Con la ayuda de la luz plateada de la luna, vieron una gruesa pila de libros de cuentas sobre el escritorio. Después de unas cuantas vueltas, no había nada anormal.

 

—Viendo que hay poca vigilancia aquí, no parece tener secretos ocultos.

 

—Entonces, ¿dónde crees que ocultará sus secretos? —preguntó Xiao Lan.

 

—Si quiero esconder algo, definitivamente lo llevaré cerca de mí. Incluso si instalo un compartimento secreto en la cabecera de la cama, es mejor que esconderlo en el estudio.

 

—Vamos. Parece que no conseguiremos nada esta noche —indicó Xiao Lan.

 

Lin Wei pensó para sí mismo, afortunadamente, que no dejó que viniera su segundo jefe. Sin preparación y sin pistas, definitivamente esto no era una investigación nocturna. Estaba claro que tenía malas intenciones.

 

Xiao Lan tomó su brazo.

 

Lin Wei estaba desconcertado.

—¿Qué pasa?

 

Xiao Lan le guio para que se levantara de un salto, y los dos se pegaron como salamanquesas a las vigas de la habitación. Unos instantes después, se oyó un crujido de pasos procedentes del exterior, y entonces vieron dos sombras negras, una tras otra, entrando a trompicones por la ventana de madera.

 

Uno era alto y gordo, y el otro era bajo y delgado. Fueron los dos discípulos de la pandilla Eagle Claw que vio en el barco mercante con destino a esta ciudad. Después de que los dos entraron en la casa, hicieron un desvío familiar hacia la esquina de la pared. Después de presionar el mecanismo, un compartimento oscuro se abrió lentamente.

 

Xiao Lan y Lin Wei intercambiaron miradas, y sólo cuando dos hombres entraron en el oscuro pasadizo y el mecanismo se volvió a cerrar, saltaron al suelo y salieron sigilosamente de la mansión Li.

 

La luna destellaba intensamente en el firmamento. Lu Zhui estaba debajo del árbol vestido de un inmaculado blanco, luciendo excepcionalmente hermoso y delicado mientras sostenía una tetera en la mano para calentarse las manos cuando bebía sorbos de té.

 

Xiao Lan:

—…

 

—Segundo jefe ¿por qué está aquí? —Lin Wei se sorprendió.

 

—Dormí demasiado durante el día y no quería quedarme en casa. ¿Qué averiguaste? —dijo Lu Zhui.

 

Lin Wei le contó más o menos lo que acababa de ver.

 

—Averiguaron algo significativo—Lu Zhui dijo— las dos personas de la pandilla Eagle Claw se quedan en la posada Fengya. Ve tú personalmente, vigila cuándo vuelven y cuándo se van. Y si salen, adónde van y con quién han estado en contacto.

 

—Sí —Lin Wei tomó la orden y pensó un momento antes de añadir— ¿por qué no lo acompaño de regreso?

 

Lu Zhui agitó la mano y dijo:

—No soy una doncella de dieciséis o diecisiete años que tengo que ser acompañado a casa. Date prisa y haz lo que te he pedido.

 

Lin Wei tuvo que tomar la orden y se fue de mala gana después de dar muchas vueltas.

 

Xiao Lan también dijo:

—Adiós.

 

—¡Espera! —Lu Zhui lo detuvo.

 

—¿Qué pasa? —pregunto Xiao Lan.

 

—¿Ya has cenado?

 

—…

 

—Aunque los restaurantes están cerrados ahora, siempre hay uno o dos puestos nocturnos en la calle, lo que es como ir a tomar un aperitivo de medianoche y hablar de Ah Liu. —dijo Lu Zhui.

 

—Ah Liu es tu subordinado. ¿Qué tiene que ver conmigo?

 

—Lo más probable es que la persona que se lo llevó sea la dama Tao.

 

—…

 

Lu Zhui caminó lentamente frente a él. Era una noche de invierno y el paisaje estaba tan limpio y despejado.

 

Xiao Lan lo siguió.

 

Los dos se quedaron sin palabras todo el camino. Caminaron hasta la mitad de la ciudad, cuando finalmente encontraron un pequeño puesto. El dueño era del noroeste y el pastel de carne que preparó podría ser de tamaño de una cara.

 

Lu Zhui después de ver ese pastel durante mucho tiempo, todavía necesitaba un tazón de gachas de hongos blancos.

 

Xiao Lan se sentó a un lado, comió tres pasteles de carne de una sola vez y bebió un tazón de sopa agridulce caliente.

 

—¿El hospedaje en la mansión Li no incluye la comida? —preguntó Lu Zhui.

 

Xiao Lan dejó sus palillos:

—Como Niu Dading se ha ido. Ahora soy un sinvergüenza a los ojos de los sirvientes, que sin hacer nada, solo come y bebe.

 

Lu Zhui de repente dijo:

—Eso está bien.

 

Xiao Lan asintió.

—Yo también lo creo. Es más fácil entrar y salir de la mansión Li sin llamar la atención.

 

—Pero tu apellido es Xiao —Lu Zhui recordó— Li Yin no puede dejar de lado lo que pasó hace muchos años. Será mejor que tengas cuidado.

 

—No hay mucha gente que me conozca en el Jianghu —Xiao Lan pidió otra taza de té para despejarse el estómago.

 

—Tengo un buen Tieguanyin aquí. ¿Quieres probarlo?

 

Xiao Lan miró el fondo de la taza que Lu Zhui había sorbido hasta dejarlo brillante

—…

 

Yixing, es de la ciudad Zisha, es una pieza de un famoso y costoso juego de té que es difícil de encontrar —dijo Lu Zhui.

 

Xiao Lan levantó la taza y bebió el té en un santiamén.

 

Lu Zhui sostuvo la taza de té y suspiró:

—Ah Liu siempre ha tenido una buena vida.

 

Xiao Lan recordó la enorme y fragante cama con dosel rojo cuando venía de camino a la ciudad Huishuang.

 

—¿Lo has descubierto? ¿Por qué te atrajo la dama Tao te atrajo a esta ciudad? —preguntó Lu Zhui.

 

—No lo sé —Xiao Lan sacudió la cabeza— nunca he sido capaz de adivinar lo que pasa por su mente, ni siquiera cuando era un niño.

 

Lu Zhui no dijo nada.

 

—No tengo ningún recuerdo de este lugar. Mi madre y mi tía no han dicho mucho sobre la antigua casa de la familia Xiao y la ciudad Huishuang —dijo Xiao Lan— me temo que no puedo ayudarte a encontrar a Ah Liu esta vez.

 

—En realidad, no me preocupa la seguridad de Ah Liu. —Lu Zhui bajó la tetera y también se sirvió una taza de té.

 

—¿Debido a su buena vida? —Xiao Lan preguntó.

 

—Porque la dama Tao no estará dispuesta a hacerle daño —dijo Lu Zhui.

 

 

Nota:

Jin: De hecho, a Xiao Lan no le gustaba la tetera en la que su esposa solía beber té. Este ataque fue muy bueno.