•❥ ❥• Capítulo 9: Voy a conocer a ese nuevo prefecto. •❥ ❥•
El hombre apuesto se desmorona.
Sin embargo, a Wen Liunian obviamente no se preocupó por lo que pensara Zhao Yue y continuó organizando a los editores para que grabaran y reprodujeran las planchas como de costumbre e incluso el pintor Cao dibujó un ‘mapa de los cien inmortales’ tan grande como una piedra de molino, con nubes, niebla y olas, como regalo con el libro. Zhao Yue estaba en el centro, vestido con una armadura dorada, rodeado por un halo de luz dorada que podría cegarle a cualquiera.
Tan pronto como
se dio a conocer la noticia, la gente estaba tan emocionada que llegaron a
hacer fila desde primera hora de la mañana, temiendo no poder recibir su libro
si llegaban tarde. Los discípulos de la Fortaleza Teng Yun y los sirvientes de
yamen ayudaron a mantener el orden. La escena era extremadamente animada y con
todo el mundo tan feliz como si fuera Año Nuevo.
"Que no
cunda el pánico entre todos", dijo el Lord Mu, que estaba a cargo de la
distribución, "Hagan fila, todos tienen… Tía Wang, ya ha hecho cola dos o
tres veces, esta vez no puede obtener otro."
Shang Yunze se
inclinó hacia un lado con su espada en los brazos, actuando voluntariamente
como escolta.
"¡Su
Excelencia está aquí!" Algunas personas lo vieron con ojos agudos.
Cuando Wen
Liunian salió del yamen, se sintió bastante aliviado al ver la cola
interminable.
"¿Habrá un
próximo libro, Mi Lord?" Algunas personas preguntaron en voz alta.
"Si a todos
les gusta, obviamente habrá otro libro", Wen Liunian dijo de buena gana:
"Tal vez podría haber un libro cada tres o cuatro meses."
Hubo un aplauso
atronador.
¡Esto es bueno!
"¿Saldrá un
libro cada tres o cuatro meses?" Entre las personas que hacían cola
estaban los pequeños espías del acantilado Chaomu. Obviamente Zhao Yue se
enteró muy rápido de esto, por lo que se le marcaron las venas en sus sienes.
"Sí",
dijo el espía: "Las personas que se encontraban en el lugar estaban
animadas y felices. Había abuelas y tías discutiendo. Decían que, si tuvieran
veinte o treinta años menos, habrían muerto por casarse con el Gran Jefe.”
Lu Zhui no pudo
evitar reírse a carcajadas.
Zhao Yue: “……”
"En
realidad, la escritura no es mala", Lu Zhui hojeó el libro, "Es muy
sabio y acertado, y también usa muchas alusiones."
"Y el
retrato", El espía era un joven de dieciséis o diecisiete años, que estaba
muy agraviado cuando sacó el retrato de sus brazos, "Me costó mucho salir
de ese lugar. Un hombre fuerte me lo quiso vender a un precio muy alto. Como no
podía comprarlo, lo robé. Aquel hombre era muy feroz."
La comisura de la
boca de Zhao Yue se crispó, ¿Un hombre fuerte?
Lu Zhui abrió el
retrato.
"¡Vaya!",
exclamaron los discípulos presentes, ¡cómo puede ser tan grande!
Zhao Yue se quedó
boquiabierto al ver a su ‘yo’ vestido de dorado en el retrato. Quería vomitar
sangre.
"Solo tómalo
como una broma", Lu Zhui le dio una palmada en el hombro, "Además,
esto en realidad no es malo en comparación con haber sido desacreditado en la
ciudad."
Zhao Yue respiró
hondo, según el nivel de locura de este nuevo prefecto, no le cabía la menor
duda de que lo habría pintado de mujer si surgiera la necesidad.
Lu Zhui guardó
los retratos y el libro y los puso en una caja; en poco más de un mes pudo
coleccionar una gruesa pila.
"Voy a bajar
la montaña", dijo Zhao Yue.
Lu Zhui se
sobresaltó cuando escuchó sus palabras: "¿El Gran Jefe irá al yamen?"
"Iré a
conocer al nuevo prefecto", Zhao Yue apretó los dientes.
Lu Zhui frunció
el ceño, "No estoy de acuerdo, este movimiento es demasiado impulsivo,
además, este Lord Wen fue transferido aquí desde la ciudad Yunlan, por lo que
no es seguro decir si hay guardias secretos del Palacio Perseguidor de las
Sombras a su alrededor."
“No podemos
seguir dejando que siga así… bajaré.” Zhao Yue realmente no sabía cómo
describirlo, "No te preocupes, tengo mis propias medidas."
"Gran
Jefe." Lu Zhui todavía frunció el ceño.
Pero estaba claro
que Zhao Yue no iba a acceder.
Lu Zhui no tuvo
más remedio que suspirar: "De acuerdo, entonces llevaré a alguien para que
vigile. Si hay una emboscada dentro del yamen, será mejor que me encargue de
eso.”
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La ciudad Cangmang
no es un gran centro de tráfico, por lo que es muy tranquila en la noche, sin
apenas un alma en las calles salvo los vigilantes.
Wen Liunian se
sentó a la mesa y leyó durante un rato, se frotó los ojos y estaba a punto de
descansar cuando de repente escuchó el sonido de una pelea procedente del
patio. Se puso apresuradamente la túnica exterior y salió para ver que Shang
Yunze estaba luchando con un hombre de negro. Ambos eran muy hábiles en artes
marciales, y sus movimientos en el aire eran deslumbrantes.
"¿Qué
pasa?" Cuando Mu Qingshan escuchó la conmoción, también se acercó
corriendo.
Por el rabillo
del ojo, Shang Yunze miró a los dos eruditos que estaban de pie en la puerta,
ladeando colectivamente la cabeza y mirando hacia arriba, sin motivo alguno le
entraron ganas de reír.
"¡Lord
Shang!" Zhao Yue apretó los dientes, "No tengo la intención de
lastimar a nadie, sólo quiero tener unas palabras con el magistrado
prefectoral."
Shang Yunze cayó
al suelo con él, y los guardias del yamen se abalanzaron inmediatamente con las
espadas en alto.
"Esperen un
momento." Wen Liunian es tan inteligente que podía adivinar quién era.
Además, a pesar de que su rostro estaba cubierto con una bufanda, sus ojos eran
demasiado reconocibles, así que dijo con una sonrisa: "Él está aquí para
ver a este funcionario."
Zhao Yue le
dirigió una mirada feroz.
Mu Qingshan se
estremeció un poco, '¡es tan feroz!'
Shang Yunze
estaba descontento. Lamentaba haber sido misericordioso y no haberle dado un
puñetazo.
Lord Wen no se
preocupó e incluso envió a los sirvientes a preparar un buen té.
De hecho, según
el nivel de fuerza de Zhao Yue, habría sido fácil colarse en el yamen sin hacer
ruido, pero, por casualidad, se topó con Shang Yunze y se enzarzó en una pelea.
Sin embargo, aunque hubo algunos giros en el camino, pudo encontrarse con la persona
adecuada, así que no fue un viaje en vano.
En el estudio,
Wen Liunian presentó con entusiasmo: "Este es el mejor té de brote verde
de Emei, que he traído aquí desde Shu Zhong."
Estaba claro que
Zhao Yue no tenía muchas ganas de tomar el té y dijo con impaciencia:
"¿Qué es exactamente lo que quieres?"
Wen Liunian
respondió: "Purificar las costumbres populares." El tono de su voz
era muy rotundo.
Zhao Yue: “……”
Antes de venir
aquí, había pensado en lo que pasaría cuando se encontraran. Pensó que, si
había utilizado el retrato de otras personas sin preguntar, este erudito
debería sentirse de alguna manera culpable, pero no esperaba que la otra parte
fuera tan razonable.
Wen Liunian
también elogió: "El Gran Jefe en realidad tiene una apariencia magnífica,
como un árbol de jade es guapo y elegante que la gente del pueblo lo admira
mucho."
La cabeza de Zhao
Yue zumbaba.
"Dado que
estamos destinados a encontrarnos hoy, sólo hay un asunto más", continuó
Wen Liunian.
Zhao Yue sintió
que probablemente éste era el ‘encuentro con el destino’ más desafortunado de
su vida.
"¿Qué
pasa?", Shang Yunze estaba a un lado, preguntando a Mu Qingshan en un
susurro.
Mu Qingshan miró
a Wen Liunian y vio que seguía sonriendo a Zhao Yue así que susurró: "Su
Excelencia había dicho durante el día que quería construir un escenario de
teatro a la entrada del yamen."
Las cejas de Zhao
Yue se contraían con venas.
"¿Un
escenario de teatro?" Shang Yunze también estaba un poco desconcertado.
"Mn",
Mu Qingshan asintió, "Y entonces le pedirá al Gran Jefe Zhao que aparezca
en el escenario día tras día y cotillee con la gente del pueblo."
Shang Yunze
contuvo una carcajada.
Zhao Yue aplastó
una taza de té.
"No es ese
asunto", Wen Liunian se apresuró a sacudir la cabeza, "Es otro
asunto."
"No hay
necesidad de decirlo", dijo Zhao Yue con frialdad, "No aceptaré
ninguna de las dos, así que haga lo que pueda, Mi Lord."
“Nunca está de
más escuchar.” Wen Liunian mostró debidamente la persistencia de un erudito.
“Sigue soñando”
Zhao Yue exprimió las palabras de entre sus dientes.
“Quiero construir
una casa en la ciudad para el Gran Jefe.” Wen Liunian balanceó su mano en un
círculo “¡Muy grande!”
Zhao Yue: “……”
Shang Yunze se
apoyaba en la puerta mientras se reía.
Mu Qingshan no
sabía si reír o llorar.
"¿Qué
dices?" Los ojos de Wen Liunian estaban llenos de expectación.
"De ninguna
manera", los ojos de Zhao Yue eran fríos, "¡Sólo he venido a decirle
a Su Excelencia que, en el futuro, por favor, deje de usar mi retrato y no
vuelva pensar en el acantilado Chaom
u!"
“Debe ser muy
triste para el pueblo entonces.” Wen Liunian lamentó sin medida.
La garganta de
Zhao Yue se contrajo y luego dijo: "Su Excelencia puede usar el retrato de
otra persona, ¡el líder de la Fortaleza Teng Yun es muy bueno!"
“Me siento
halagado.” A Shang Yunze le costó contener la risa, “¡¿Cómo puedo compararme
con el resplandor del Gran jefe Zhao?!”
Wen Liunian
también estaba muy seguro, "El Gran Jefe es tan guapo y desinhibido que no
debe ser una persona que ignora a los demás."
Antes de hoy,
Zhao Yue se refería a todos los eruditos como empollones.
Después de lo de
hoy, Zhao Yue sintió que había diferentes tipos de empollones, desde los
simples y honestos, pasando por los mudos y reticentes, hasta los que eran como
el magistrado prefectoral que tenía delante, que obviamente se estaba
aprovechando de él, pero seguía teniendo una cara justa.
‘Es más o menos
lo que se rumorea de ellos… ‘¡desagradable!’
"¿El Gran
Jefe prefiere el este o el oeste de la ciudad?" Wen Liunian lo miró.
"¡No
necesito que Su Excelencia haga una casa para mí!" Zhao Yue no pudo
contenerse más y volvió a enfatizar.
"Me temo que
eso no funcionará." Wen Liunian negó con la cabeza: “Los bandidos de la
montaña Cangmang son algo que este funcionario está obligado a purgar. Si se
mantienen en el Acantilado Chaomu y se niegan a retirarse, me temo que sufrirán
consecuencias."
Zhao Yue se
burló, "Después de dar vueltas en un gran círculo, esto es para lo que su
señoría quiere verme, ¿verdad?"
"Si no eres
un bandido, ¿por qué quieres permanecer en esa guarida?" Wen Liunian dijo:
"Wang Tianhu ha sido atrapado, resto de los bandidos no serán arrogantes
por mucho tiempo, si el Gran Jefe Zhao está dispuesto a cooperar con el gobierno,
la lucha contra los bandidos será el doble de efectiva ¿por qué no
hacerlo?"
“No me
entrometeré en los asuntos del gobierno”, dijo Zhao Yue: “Ahora no y menos en
el futuro.”
"Esto es
fácil de manejar", Wen Liunian fue muy directo.
Zhao Yue frunció
el ceño, "¿Es fácil de manejar?"
"Si no
quieres entrometerte en los asuntos del gobierno, entonces piensa en cooperar
con la Fortaleza Teng Yun, todas son sectas Jianghu, así que no creo que vaya
en contra de las reglas del Gran Jefe." Wen Liunian siguió aconsejando.
Mu Qingshan miró
a Shang Yunze.
El líder de la
Fortaleza Teng Yun accedió inmediatamente.
Zhao Yue, sin
embargo, claramente no estaría de acuerdo.
"No hay
necesidad de responder ahora," dijo Wen Liunian: "¿Por qué no te
tomas diez días? Y Después de eso yo seguiré aquí, y tendré el mejor vino
preparado para mi Gran Jefe.”
“¿Por qué debería
escucharte?”, Zhao Yue preguntó con frialdad.
Wen Liunian dijo:
"Porque este funcionario acaba de concebir una nueva historia." La
implicación era clara: ‘si no estás de acuerdo, seguiré imprimiendo más
libros.’
Zhao Yue: “……”
Wen Liunian lo
miró.
Zhao Yue se dio
la vuelta y se marchó.
"Venga aquí
a menudo", Wen Liunian saludó calurosamente.
Zhao Yue saltó al
tejado del yamen y pronto desapareció en la noche.
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"¿Cómo te
fue?", Lu Zhui estaba esperando en la calle oscura frente al yamen.
"¡Vuelve a
la montaña!" El rostro de Zhao Yue era oscuro y hosco.
"¿El
prefecto no es fácil tratar?", especuló Lu Zhui.
Zhao Yue movió su
látigo y galopó hacia la montaña Cangmang.
Lu Zhui giró la
cabeza para mirar a lo lejos el yamen y también sintió un ligero dolor de
cabeza.
‘Parece que un
hueso duro de roer…’