TFGL 88

 

•❥ ❥• Capítulo 88: ¿Quién es Qian Mancang•❥ ❥•

Finalmente te vengué.

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Muchas cosas perturbadoras se vuelven más comprensibles después de un sueño profundo. Al principio, su cabeza era un completo desastre, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, Wen Liunian giró la cabeza y miró al hombre a su lado, sintiendo de repente que no había nada malo en toda la situación.

 

Incluso si todo esto está realmente relacionado con Yun Duanhun, ¿y qué? La vida humana es muy corta. ¿Quién puede ser feliz en todo? Al menos ahora está rodeado de amigos y tiene su amado. Incluso si deja todo atrás y va al fin del mundo con él, aún puede vivir su vida felizmente. Entonces, ¿por qué preocuparse?

 

Después de considerar esta pregunta correctamente, Wen Liunian se acostó sobre el pecho de su hombre y levantó la cabeza con pereza.

 

Zhao Yue tampoco abrió los ojos, solo lo abrazó con una sonrisa y rodó sobre la cama, frotando la barba incipiente de su mentón contra él.

 

—Pica —Wen Liunian lo evitó.

 

—Duerme un poco más —Zhao Yue le dio unas palmaditas en la espalda— nos quedamos dormidos justo antes del amanecer.

 

—No voy a dormir más —Wen Liunian se estiró— hay muchas cosas importantes hoy.

 

—¿Te refieres a la incursión nocturna en Tiger’s Head? ¿tienes más ayuda? —preguntó Zhao Yue.

 

—Mn —Wen Liunian se sentó— el segundo jefe Lu regresa hoy. Excluyendo el tiempo de viaje, tenemos tres días para prepararnos. Tenemos que hacer todo bien.

 

Justo cuando Zhao Yue estaba a punto de hablar, sus labios fueron sellados con un toque suave y húmedo.

 

Wen Liunian compensó ese breve beso de anoche con los ojos cerrados y agregó más con interés.

 

De hecho, no falló.

 

Un guardia oscuro estaba pasando cerca de la ventana y, lanzando una mirada al azar a través de la rendija, de repente chasqueó la lengua, «después de una escena íntima tan dulce por la mañana, puedes devorar con seguridad tres tazones grandes de arroz hervido».

 

—Quiero decirte algo más —Wen Liunian colocó ambas manos sobre sus hombros.

 

—¿Qué es? —preguntó Zhao Yue.

 

—Si las habilidades en artes marciales de ese monstruo de la capa negra son demasiado altas, me temo que no será fácil capturarlo con vida. Además, atraería la atención del comandante Xiang —Wen Liunian sopesó sus palabras cuidadosamente— entonces, si la situación se vuelve crítica…

 

Se detuvo a mitad de la frase y miró al hombre.

 

—Si la situación se vuelve crítica… ¿Tengo que matarlo? —Zhao Yue terminó por él.

 

Wen Liunian asintió.

—Esto es mejor que ser capturado por la corte imperial.

«De esta manera, se perderá otra pista sobre el Rey Ming».

 

—Tú decides, no hay necesidad de preguntarme —dijo Zhao Yue.

 

—Pero esto también está relacionado con tu vida —recordó Wen Liunian. No había muchas pistas y si esta se pierde, tendrían que ir al Mar del Este y encontrar al escurridizo Qing Qiu para conocer la verdadera historia.

 

Zhao Yue sacudió la cabeza y extendió la mano para ayudarlo a atarse el cinturón.

—No es importante para mí.

 

Ha pasado tanto tiempo. Si te aferras obstinadamente al pasado, será un desperdicio de carga, así que es mejor dejarlo ir.

 

Wen Liunian pensó por un momento y luego sonrió.

—Así es, no es importante.

 

«Ahora todo está bien».

 

***

 

Un poco más tarde, Lu Zhui regresó de la montaña Cangmang y trajo nuevas noticias sobre la batalla. La corte imperial eliminó a los rebeldes sin dudarlo, a diferencia del gobierno local. Incluso a un alto precio, iban a acabar con ellos rápidamente. Después de una serie de feroces batallas, las montañas Cangmang fueron completamente acordonadas. A menos que el enemigo quiera atravesar el camino sangriento, no tendrá ninguna posibilidad de escapar.

 

—Él no se esconderá bajo tierra, ¿verdad? —Wen Liunian se frotó la barbilla. Así sería mucho más difícil de encontrar.

 

El Lobo Armadura Roja se subió de la manga al hombro y meneó sus antenas.

 

Al ver esto, Zhou Dingtian miró horrorizado y extendió su mano para quitárselo de encima, pero Mu Qingshan lo detuvo y susurró:

—No se preocupe, venerable anciano Zhou. El Lobo de Armadura Roja es amigo de Lord Wen.

 

De hecho, después de mirar al Lobo Armadura Roja, Wen Liunian continuó mirando el mapa sobre la mesa sin la menor preocupación.

 

Zhou Dingtian estaba aún más sorprendido. «¿Ya no le tiene miedo a los insectos?»

 

—El Lobo de Armadura Roja fue criado por el gran jefe Zhao —explicó Shang Yunze—. Aunque es venenoso, no muerde a nadie y nunca dañará a Lord Wen.

 

Zhou Dingtian no sabía qué pensar. Cuando era niño, hizo muchos esfuerzos para curarlo de este problema, pero fue en vano. Ahora dice que no tiene miedo. Debido a sus sentimientos, ¿el escarabajo criado por Zhao Yue no es considerado como un insecto para él?

 

El Lobo de Armadura Roja se posó en el hombro de Wen Liunian, se aburrió, así que volvió a meterse en la pequeña botella de porcelana y, después de un rato, sacó al Rey Gu Verde sobre su espalda. Resoplando, comenzó a correr alegremente en círculos alrededor del estudio.

 

El Rey Gu Verde bajó los ojos y continuó dormitando, sintiéndose bastante cómodo.

 

Zhou Dingtian levantó la pierna.

 

El Lobo de Armadura Roja se detuvo abruptamente e incluso sus antenas se enderezaron.

 

—¡Papá! —Wen Liunian frunció el ceño— no lo asustes.

 

Todos en el estudio lo miraron.

 

Zhou Dingtian tosió un par de veces, echó la pierna hacia atrás y dijo majestuosamente:

—Dime… ¿Cuál es tu plan?

 

«Afortunadamente, no lo hizo…» El Lobo de Armadura Roja asustado salió corriendo con decisión.

 

El resto se quedó sin palabras. El famoso anciano Zhou del Jianghu intimidó a un escarabajo.

 

«Interesante, ¿se puede correr la voz?»

 

—Si la corte imperial ya ha rodeado la montaña, que el enemigo huya es una cosa, y la segunda es ¿cómo podemos colarnos? —preguntó Wen Liunian.

 

—Eso no es un gran problema —dijo Lu Zhui—.  El equipo de asalto está dirigido temporalmente por Xiao Wu. Podemos encontrar una excusa para despedirlos cuando sea el momento adecuado.

 

Según la experiencia anterior, el líder de la pandilla debe vivir en catacumbas subterráneas, que pueden estar llenas de trampas. Por lo tanto, después de consultar, decidieron colarse en la pandilla al amparo del crepúsculo, esperar hasta que el líder aparezca y luego actuar.

 

Después de cuidadosas discusiones, cuando parecía que el plan había sido suficientemente pensado, Wen Liunian aún no podía encontrar su lugar. No pudo conciliar el sueño hasta altas horas de la noche, mirando la pared.

 

—¿No puedes dormir? —Zhao Yue lo abrazó por detrás.

 

Wen Liunian se estremeció y se dio la vuelta.

—¿Te molesté?

 

—No has dormido en todo este tiempo, así que pude notarlo —Zhao Yue apretó fuertemente su mano— pensé que te quedarías dormido después de un rato, así que no dije nada.

 

No sospechó que el hombre a su lado daría vueltas y vueltas hasta tarde.

 

—Duerme, gana fuerza, tienes que ir a las montañas mañana —Wen Liunian cerró los ojos— yo también me voy a dormir.

 

—Si no quieres dormir, puedo hablar contigo.

 

—No es necesario —se negó Wen Liunian. De qué se puede conversar en medio de la noche, prefería dormirse.

 

—¿Quieres un beso? —Zhao Yue agarró su barbilla.

 

Wen Liunian: “…”

 

El prefecto se rascó la mejilla, «no es mala idea».

 

Zhao Yue se echó a reír, bajó la cabeza y le mordisqueó los labios.

 

Wen Liunian fue muy cooperador.

 

—Todo estará bien —le susurró Zhao Yue al oído después de un rato— no te preocupes.

 

—Mn —Wen Liunian hundió la cara en su pecho— ten cuidado.

 

Zhao Yue lo envolvió en un fuerte abrazo.

 

Al anochecer del día siguiente, la gente partió del yamen hacia las montañas Cangmang.

 

En el estudio del yamen, la llama de las velas vacilaba. A última hora de la noche, Shang Yunze fue a la puerta para llamar a alguien.

 

El somnoliento Mu Qingshan estaba sentado junto a Wen Liunian, clasificando documentos.

 

Shang Yunze apretó los dientes.

—Lord Wen.

 

—¿Eh? —Wen Liunian lo miró inocentemente.

 

—Es casi la hora —dijo Lord Shang.

 

—Quiero quedarme —Mu Qingshan se frotó los ojos y volvió a bostezar.

 

—¿Ya es medianoche? —Wen Liunian finalmente recobró el sentido— asesor Mu no dijo nada. Regrese a descansar.

 

—Pero no quiero irme —murmuró Mu Qingshan.

 

—¿Mmm? —Shang Yunze se agachó frente a él.

 

Mu Qingshan saltó de inmediato.

—¡Yo-yo-quiero dormir con Lord Wen hoy!

 

—Asesor Mu, ¿de dónde viene esta idea? —Wen Liunian se sorprendió.

 

Mu Qingshan miró nerviosamente a Shang Yunze, temiendo que lo cargara en su hombro.

 

El prefecto notó una pista.

—¿Se pelearon?

 

—Sí —dijo Mu Qingshan sin razón.

 

Shang Yunze estaba tan enojado que ni siquiera podía soportar decir una palabra cruel.

 

—Solo quiero pasar la noche en el estudio del yamen —insistió Mu Qingshan.

 

Al principio, pensé en dejarte descansar en el yamen, pero los guardianes oscuros se fueron a las montañas, y la guardiana de la izquierda está embarazada, y no puedo dejar que se ocupe de tu seguridad —dijo Shang Yunze— deja de causar problemas.

 

Mu Qingshan miró suplicante a Wen Liunian.

 

—Ejem... —Lord Wen se aclaró la garganta y habló con autoridad— Jefe de la Fortaleza Shang, ¿por qué no dejar que esta noche…

 

Antes de que pudiera terminar de hablar, Shang Yunze agarró a Mu Qingshan con un brazo y salió del estudio con pasos largos.

 

—¡Bájame! —Mu Qingshan estaba indignado.

 

Lord Shang fingió ser sordo.

 

Wen Liunian estiró el cuello mientras los seguía con la mirada, luego tomó una pera que yacía a un lado y le clavó los dientes «¿No dijo que quería cuidarme? Pero simplemente se marcha sin más».

 

Al recordar lo que estaba sucediendo en las montañas, era imposible dormir, por lo que después de masticar una pera, Wen Liunian se sentó nuevamente en su escritorio, sacó los libros antiguos prestados por el profesor Wang y comenzó a leer uno tras otro.

 

En el dormitorio, después de que Shang Yunze levantó la mano varias veces y juró que no lo tocaría por la noche y que no lo desvestiría, Mu Qingshan finalmente se dignó meterse debajo de las sábanas, dejando solo su rostro afuera y mirándolo nerviosamente.

 

Shang Yunze extendió la mano impotente y tiró de su nariz.

—Nos vamos a casar ¿Seguirás siendo así?

 

—Cuando nos casemos, hablaremos —dijo Mu Qingshan en voz baja.

 

—Después de la boda, ¿me dejarás tocarte? —Shang Yunze lo abrazó.

 

—¿Es posible que después de la boda no me toques? —preguntó Mu Qingshan.

 

—¡No! —el rostro de Shang Yunze se oscureció.

 

Mu Qingshan encogió su cuello, luciendo lamentable.

 

—¿Tienes miedo al dolor? —Shang Yunze le preguntó al oído.

 

Mu Qingshan se sonrojó hasta las raíces de su cabello, cerró los ojos y fingió estar muerto.

 

Shang Yunze estaba enojada y divertido a la vez. Mientras tanto, pasaba los dedos por su cabello.

—Simplemente decidiste intimidarme.

 

«¡Claramente eres tú quien me intimida!», pensó Mu Qingshan.

 

—Vale, vale, no hablemos de eso —Shang Yunze le dio unas palmaditas en la espalda— quiero preguntarte algo.

 

—¿Sobre qué? —Mu Qingshan levantó la cabeza.

 

—Últimamente, según lo veo, has comprado muchos libros y estás constantemente corriendo a la casa de caridad, pero no me llevas contigo. ¿Qué estás haciendo por allá? —preguntó Shang Yunze.

 

—Nada… —los ojos de Mu Qingshan parpadearon.

 

Shang Yunze frunció el ceño.

 

—No es nada… —la voz de Mu Qingshan se volvió aún más baja, y solo después de un momento dijo— Lord Wen me pidió que escribiera notas sobre la ciudad Cangmang para registrar todos los eventos principales de los últimos cien años, y las personas mayores en la casa de caridad saben mucho. Durante las conversaciones puedes aprender diferentes historias.

 

—Así que para eso es —Shang Yunze se rio— ¿crees que este es un evento tan importante como para no decírmelo?

 

—Lord Wen dijo que, si puedo escribir bien, entonces me espera una gran recompensa —enfatizó Mu Qingshan.

 

—¿Cuánto puede costar escribir una crónica de una ciudad? Además, no te falta dinero —Shang Yunze tiró de su oreja.

«¿Cuándo se volvió tan codicioso?»

 

—Se necesita mucho dinero para una boda —murmuró Mu Qingshan.

 

Aunque su voz era tranquila, Shang Yunze todavía lo escuchó y se sorprendió:

—¿Crees que no tengo suficiente dinero para una boda?

 

—¡Yo también voy a pagar el regalo de compromiso! —Mu Qingshan de repente se volvió extremadamente inflexible.

 

—¿Que dijiste? —Shang Yunze parecía haber oído mal.

 

—Digo que voy a pagar el regalo de compromiso también —Mu Qingshan volvió a meter la cabeza en los hombros y presionó firmemente la espalda contra la pared, enfatizando—. El matrimonio es cuestión de dos.

 

Shang Yunze lo atrajo hacia él, conteniendo la risa, en parte conmovido y en parte impotente.

—Tontito, eso se llama “dote”.

 

—Le dije a mi hermano mayor —dijo Mu Qingshan.

 

Shang Yunze se sorprendió de nuevo.

—¿Le has hablado de nosotros?

 

—Mn —dijo Mu Qingshan abatido— mi hermano empezó a golpearme.

 

—¿Por qué fuiste a él solo? Acordamos que haría todo yo mismo —Shang Yunze frunció el ceño— ¿Y luego? Realmente no te golpeó, ¿verdad?

 

—No, mi cuñada lo detuvo —dijo Mu Qingshan— al principio, mi hermano estaba muy enojado, pero después de la cena mejoró. Antes de irme, mi cuñada dijo que me ayudaría a persuadirlo y que podríamos regresar cuando mi hermano se calmara.

 

—¿Por qué no me llevaste contigo? —preguntó Shang Yunze.

 

—Conozco la naturaleza de mi hermano, todavía se enojaría —dijo Mu Qingshan— pero la próxima vez que se calme, iremos a casa juntos.

 

—Porque se enojó…

 

—No quiero que mi hermano hable contigo —lo interrumpió Mu Qingshan.

 

—¿Qué quieres? ¿Volver solo para que te regañen? —Shang Yunze lo miró— ¿No tienes miedo de que yo sufra si eres castigado?

 

—No seré golpeado de verdad —Mu Qingshan lo abrazó— todo estará bien.

 

Shang Yunze abrazó el cuerpo pequeño y débil, sin saber cómo reaccionar. Desde pequeño se consideraba un hombre fuerte, y nunca pensó que algún día aparecería un pequeño erudito, no solo soportando abusos por él, sino también trabajando duro para conseguir dinero para la dote.

 

«Realmente...» Los ojos de Shang Yunze brillaron un poco. Sin decir nada, lo abrazó con fuerza y lo besó profundamente.

 

—¡No me beses! —Mu Qingshan protestó.

 

—Esperaré el tiempo que sea necesario —la voz de Shang Yunze sonaba baja y ronca— estoy incluso dispuesto a esperar toda mi vida.

 

Mu Qingshan lo empujó con todas sus fuerzas y rodó contra la pared, y luego se sonrojó al pensar que realmente no había necesidad de esperar tanto.

 

Shang Yunze se apoyó en la cabecera de la cama. Sus ojos casi brillaban en la oscuridad.

 

Si la gente de Jianghu supiera que el líder de la fortaleza Teng Yun estaba tan feliz que no pudo dormir en toda la noche solo porque alguien prometió pagar una dote para él, se sorprenderían.

 

Se siente como si algo no estuviera del todo bien…

 

En las montañas Cangmang, la situación era más tensa. A medida que el cielo comenzó a aclararse, la gente que acechaba en todos los rincones y grietas de la pandilla Tiger’s Head observaba de cerca lo que sucedía a su alrededor. Acordaron comunicarse por medio de bengalas, de modo que, al encontrar rastros de un hombre con un impermeable, se unirían de inmediato y lo sacarían rápidamente de la montaña ante Xiang Lie.

 

—Él no se escapó, ¿verdad? —El guardia oscuro estaba un poco preocupado: después de todo, este era un territorio extranjero, e incluso si la defensa del ejército imperial era confiable, aún existía la posibilidad de una escapatoria.

 

—Debería estar adentro —dijo Zhao Yue— De lo contrario, fuera de la montaña, será capturado por el ejército imperial. Si el líder hubiera escapado, los adeptos habrían entrado en pánico y no habría estado tan tranquilo.

 

—Y eso es verdad —el guardia oscuro asintió, sintió un frijol en su bolsillo y se lo arrojó a la boca.

 

Lu Zhui frunció el ceño ligeramente.

 

El guardia oscuro inmediatamente dijo:

—No te preocupes, el segundo jefe, estoy tranquilo. Hemos estado trabajando duro en esto.

 

Lu Zhui: “…”

«En todo el Jianghu, tal vez solo la gente del Palacio Perseguidor de las Sombras se entrenaría en esto».

 

Cuando terminaron los frijoles, el sol ya estaba bastante alto y en la guarida de la pandilla se volvió ruidoso. Zhang Shengrui pasó cerca.

—¿Dónde está el líder?

 

—Todavía no se ha levantado —respondió el adepto que custodiaba la entrada al montículo.

 

Zhang Shengrui parecía un poco alarmado, pero no se atrevió a entrar corriendo y se quedó afuera para esperar, merodeando de un lado a otro con una expresión de preocupación en su rostro.

 

—¿No hay una relación entre ellos? —preguntó el guardia oscuro— ¿Por qué no entró entonces?

 

—Probablemente miedo a ser asesinado —dijo Lu Zhui—. Cuanto más insidiosas y malvadas son las personas, más débiles son sus corazones. Siempre tienen miedo de que alguien los ataque.

«Así que hizo de su propia habitación una jaula».

 

—¡MALDITA SEA! —el adepto corrió apresuradamente.

 

—¿Qué ha pasado? —preguntó Zhang Shengrui.

 

—¡Las tropas del Gran Chu ha atacado de nuevo! —el rostro del adepto se puso pálido.

 

Zhang Shengrui también estaba asustado. Después de tanto tiempo, hace tiempo que había decidido renunciar. Aun así, inicialmente aspiraba a la riqueza y la nobleza, para ello permaneció al servicio de las montañas. Incluso si es un culto demoníaco, no hay diferencia. Pero, en cualquier caso, no quería ir en contra del Emperador Chu. ¿Hay alguna forma de salvar su vida?

 

La incertidumbre parpadeó en sus ojos, pero antes de que tuviera tiempo de pensar en el pensamiento hasta el final, la puerta del túmulo se abrió con un rugido.

 

—Líder —los adeptos saludaron al unísono.

 

Zhang Shengrui recobró el sentido y se puso firme:

—Líder.

 

—¿Qué hay detrás de la montaña? —preguntó el hombre de la capa negra.

 

—Acabo de recibir la noticia de que el ejército imperial ha lanzado un nuevo ataque —informó Zhang Shengrui— nuestra gente está luchando.

 

—Espera tres días más —dijo el hombre— cuando termine de refinar el insecto Gu, todos morirán.

 

—Líder… —dijo con temor el joven adepto que trajo la noticia— Tres días es como…

 

—¡¿Ni siquiera puede durar tres días?! —el hombre de la capa se enojó.

 

—¡Líder, tenga piedad! —las rodillas del chico se debilitaron y se derrumbó en el suelo— esta vez el ejército imperial no parece perdonarles la vida. Hay tanta gente allí, y ya están en la Bahía Huanghua, que me temo que pronto nos atacarán.

 

En confirmación de sus palabras, se escuchó un rugido en la distancia. Que obviamente era la detonación de explosivos.

 

Los adeptos presentes estaban horrorizados. Era difícil encontrar un momento más conveniente. Zhao Yue y Lu Zhui se miraron, saltaron hacia adelante para atacar.

 

El hombre de la capa negra voló hacia atrás, el fuerte viento levantó sus anchas mangas, dejando al descubierto sus brazos como huesos.

 

Un guardia oscuro estaba horrorizado, «¡¿Qué diablos es eso?! ¡¿Esqueleto?!»

 

—¡Oye ven aquí! ¡Protejan al líder! —Zhang Shengrui ordenó en voz alta.

 

El resto de los adeptos recobraron el sentido y levantaron sus espadas para matar, pero fueron interrumpidos a la mitad. De la nada, aparecieron hombres enmascarados, y antes de que tuvieran tiempo de darse cuenta de lo que estaba pasando, fueron derribados al suelo.

 

—Zhao Yue… —aunque su rostro estaba oculto por una máscara, la espada Jiyue podía identificarse fácilmente. La voz del hombre de la capa negra sonaba como si viniera del inframundo. Se rio con frialdad y dijo— Efectivamente, eres como tu padre. El espíritu del difunto aún no se ha disipado.

 

Zhao Yue despegó, apuñalando con su espada. Sus ojos parecían estar llenos de sangre.

 

Zhang Shengrui se dio cuenta de que las cosas andaban mal y se dio la vuelta para huir, pero un guardia oscuro lo noqueó y lo colgó de un árbol, «Le guste o no, seguramente él la mano derecha del líder y podría saber algo. ¡Sería mejor llevarlo conmigo para estar seguro!»

 

Los seguidores restantes de la pandilla pensaron en apresurarse a ayudar. Como resultado, vieron que capturaron a Zhao Shengrui, los bandidos lloraban clamando por sus padres y madres, mientras un grupo de personas rodearon al líder. Varios hombres enmascarados estaban cerca, mirando la diversión. Inmediatamente sus piernas se aflojaron, dieron media vuelta y corrieron, adelantándose unos a otros. Ya estaban muertos de miedo, estando bajo bombardeos diarios, y ahora, después de haber visto todo lo que sucedió, ¡decidieron que sería mejor rendirse de inmediato!

 

El hombre de la capa negra no era muy bueno en las artes marciales, pero era muy rápido, casi como un fantasma que desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Lu Zhui esquivó la espada y de repente recordó los rumores sobre el fantasma de negro que escuchó hace unos años cuando vivía cerca del Mar del Este.

 

—¡LI JIAO! —Lu Zhui exclamó en voz alta.

 

El hombre de la capa negra se congeló por un momento, y luego sus movimientos se volvieron aún más brutales.

 

—¿Lo conoces? —un guardia oscuro se sorprendió.

 

Lu Zhui no tuvo tiempo de responder y saltó hacia adelante, apuñalando con su espada.

 

La curiosidad no quedó satisfecha, los guardianes oscuros estaban ansiosos y comenzaron a luchar aún más fuerte.

 

Incluso con la velocidad de esquivar más alta, es imposible lidiar con tantos oponentes, y mucho menos con Zhou Dingtian. Aunque generalmente vence a su hijo hasta el punto de marearse, sigue siendo un experto famoso del Jianghu.

 

El hombre de la capa negra se defendió y se retiró. Finalmente, agitó la mano y se volvió para escapar.

 

El cielo quedó eclipsado por el zumbido de los insectos Gu. El guardia oscuro sacó una bolsa de tela de sus mangas y vertió polvo medicinal de ella. «¡Es una broma, es el veneno de la guardiana de la izquierda! Incluso Xiao Wu puede ser derribado, también caerán esos insectos».

 

Llovieron insectos venenosos Gu en el suelo, y Zhou Dingtian levantó una enorme roca y la lanzó a la espalda del hombre de la capa negra, derribándolo.

 

Los guardianes oscuros inmediatamente saltaron sobre él, sin olvidar ponerse sus guantes dorados: «En caso de que esté cubierto de venero en su cuerpo, todavía tenemos que escribir cuentos para ganarnos unas cuantas monedas. El líder del palacio Qin, no nos da un aumento, por lo que tenemos que valernos por nosotros mismos y a menudo, nos sentimos abrumados por la carga de la vida, y no podemos levantar la cabeza».

 

«Muy triste».

 

Lu Zhui dio un paso adelante y le quitó la máscara.

 

A pesar de que todos los presentes habían experimentado el fuerte viento y las olas, también se sorprendieron. El rostro debajo de la máscara lucía pálido con algunas manchas azules, los ojos estaban profundamente hundidos y la capa de piel parecía estirarse sobre los huesos. Debido a que fue golpeado por una roca, generosamente mezclada con Qi, un rastro de sangre brotó de la comisura de su boca. Sus ojos se pusieron en blanco y parecía que estaba muriendo, muy horroroso.

 

—Segundo jefe Lu, ¿realmente lo conoces? —preguntó de nuevo el guardia oscuro.

 

Lu Zhui negó con la cabeza.

 

—Solo sé que el Gran Rey Ming tenía un subordinado llamado Li Jiao, conocido como la “Sombra Fantasma de Negro”.

 

Afuera, ya se escuchaban los sonidos de los cuernos del ejército del Gran Chu, era imposible dudar. Se llevaron al hombre de la capa negra y a Zhang Shengrui con ellos y se retiraron. Antes de irse, el guardia oscuro se aclaró la garganta, levantó los ojos al cielo y lloró:

—¡HERMANO YANG! TU HERMANO QIAN MANCANG VENGÓ EL SECUESTRO DE TU ESPOSA HOY. SI TU ESPÍRITU ESTÁ EN EL CIELO, ¡DESCANSA EN PAZ!

 

La voz era fuerte y sonaba como la cantante de ópera, incluso tenía eco.

 

Zhou Dingtian palmeó con simpatía a Xiao Wu en el hombro.

—Tomemos un trago de vino juntos algún día. Realmente no es fácil para ti.

«Si yo estuviera en tus zapatos, mi esperanza de vida se reduciría en tres años, no de otra manera».

 

Sin el líder de la pandilla a cargo, la guarida instantáneamente se convirtió en un desastre. Cuando Xiang Lie irrumpió en el pueblo de montaña con un ejército, solo encontró rastros de la batalla que había terminado. Fue entonces cuando se asustó. Adelantándose, tiró de un adepto herido:

—¿Que pasó aquí?

 

Tembló, puso los ojos en blanco y se desmayó.

 

Xiang Lie lo arrojó a un lado y les hizo la misma pregunta a los otros tres, quienes apenas aclararon la situación.

 

—¿Qian Mancang? —Xiang Lie frunció el ceño.

 

—S-s-sí, Qian Mancang —El otro adepto ni siquiera podía hablar correctamente—. Él es muy fuerte, y dijo que el líder de la pandilla había secuestrado a su esposa.

 

—¡NO SU ESPOSA! —otro irrumpió en voz alta, con la esperanza de tomar el mérito— ¡LA ESPOSA DE SU HERMANO!

 

—¡Su apellido es Yang! —alguien más recordó.

 

El resto competía entre sí para charlar, queriendo rogar por una oportunidad en la vida. El corazón de Xiang Lie ardía con un fuego fantasmal: por un lado, ordenó a la gente que capturara la guarida de los bandidos y, por otro lado, dirigió personalmente al ejército, queriendo ver si alguien podía ser capturado.

 

Él ya pensó que esta sería la última batalla, ¿y quién hubiera pensado que se presentaría tal enganche?

 

***

 

En el yamen, Wen Liunian todavía estaba trabajando en su estudio. Mu Qingshan aconsejó:

—Mi Lord, mejor váyase a dormir, ya tiene ojeras.

 

—No estoy cansado —Lord Wen negó con la cabeza.

 

—Todavía necesitas descansar —insistió Mu Qingshan.

 

Pero Wen Liunian era aún más terco que él.

 

Lo único que le quedaba al asesor era dirigirse a la cocina y preparar un par de tazones de fideos, para satisfacer sus estómagos. Durante el día no vio a Wen Liunian comer nada.

 

Esta vez, Wen Liunian no se negó. Bajando la cabeza, comenzó a comer. Cuando el tazón estuvo medio vacío, levantó la cabeza. Mu Qingshan estaba recogiendo diligentemente las cebollas verdes sin tocar un bocado de los fideos.

 

—¡Su Excelencia! —dijo el sirviente del yamen— Lo están invitando a tomar el té en la mansión Shang.

 

Apenas había terminado de hablar cuando Wen Liunian se acercó corriendo.

 

El sirviente se sorprendió: «Resulta que Su Excelencia todavía puede correr tan rápido».

 

Mu Qingshan también lo siguió corriendo y dejó los dos tazones en el estudio. Uno estaba limpio y solo quedaba un poco de caldo y la otro estaba lleno de fideos, con cebollas verdes cuidadosamente apiladas al lado.

 

El sirviente: “…”

 

«La gente quisquillosa con la comida es realmente un dolor de cabeza».

 

—¿Cómo les fue? —Wen Liunian entró corriendo en el vestíbulo de la mansión Shang.

 

—¿Por qué te preocupas? ¿Qué tipo de vista es esa? —Zhou Dingtian frunció el ceño.

 

—¿Atraparon a alguien? —preguntó Wen Liunian.

 

—No… se escapó —Zhou Dingtian tomó un sorbo de su té.

 

—¿Lo dejaste escapar? —Wen Liunian lo miró fijamente.

 

—Pequeño mocoso, ¿por qué le hablas así a tu padre jurado? ¿Crees que lo dejé escapar a propósito? —Zhou Dingtian estaba indignado.

 

—¡Cuando regresemos, le diré a mi madre jurada que tú rompiste ese par de brazaletes familiares, no yo! —Wen Liunian estaba aún más indignado que él.

 

Zhou Mubai frunció los labios cuando escuchó y le dirigió una mirada acusadora a su padre: «¿Fue realmente así? ¿Le pidió a un niño de cinco años que asumiera la culpa?»

 

Zhou Dingtian se atragantó con el té y sintió una opresión en el pecho.

 

Zhao Yue dio un paso adelante, sin saber si llorar o reír.

—El Venerable Anciano Zhou solo está bromeando contigo. Esa persona fue capturada y está sentada en una celda en el patio trasero de la mansión Shang.

 

—¿En serio? —Wen Liunian respiró aliviado.

 

Zhou Dingtian lo miró fijamente.

 

—Papá… —la mirada de Wen Liunian parecía inocente.

 

—¿Ahora me estás llamando papá? —el rostro de Zhou Dingtian se oscureció.

 

Wen Liunian se puso en cuclillas frente a él y le masajeó las piernas. Sus ojos se entrecerraron en forma de medialuna.

 

Zhou Dingtian le dio unas palmaditas en la cabeza:

—Anda, anda, está en el patio trasero, quiero ver cómo lo interrogas.

 

—Gracias papá. —Wen Liunian tomó su mano con solemnidad— ¡Si alguna vez te encuentras culpable de algo nuevamente, confía en mí!

«Ya sea rompiendo brazaletes o quemando una casa, haré cualquier cosa».

 

Un vínculo verdaderamente íntimo entre padre e hijo.

 

El pasaje a la celda estaba demasiado resbaladizo y Wen Liunian caminó con mucho cuidado. Zhao Yue lo levantó en sus brazos y lo llevó hasta el final.

 

Como la identidad de Zhao Yue estaba involucrada, los demás no los siguieron, solo Zhou Dingtian y Lu Zhui los acompañaron.

 

—Hay un poco de olor a humedad —dijo Zhao Yue— pero no es nada peligroso, todo se capeó de la noche a la mañana.

 

Había muchas antorchas encendidas alrededor, por lo que había luz. El hombre de la capa negra ya se había despertado después de tomas la medicina de Hua Tang y estaba atrapado en un pilar de piedra por cadenas de hierro.

 

Aunque fue advertido con anticipación, al ver el rostro del hombre, Wen Liunian frunció el ceño, pensando que probablemente no necesitaba cenar.

 

«De que sirve practicar qinggong si el resultado final es este…»