•❥ ❥• Capítulo 3: Veo que no tienes buena cara •❥ ❥•
¡Come más chile y bebe menos agua!
◦
❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦
El sol brillaba intensamente en la mañana y Mu
Qingshan estaba haciendo algunos movimientos de artes marciales en el patio,
cuando la puerta se abrió de repente de un empujón y vio a Wen Liunian entrando
con un hombre alto e imponente.
Cangmang es una ciudad pobre por lo que hay
pocas familias adineradas, incluso si son el propietario de tierras número uno
de la ciudad, nunca tendrían este porte de grandeza y elegancia, por lo que Mu
Qingshan se sorprendió y adivinó: "¿Es este el… Señor de la Fortaleza Lord
Shang?”
"Soy Shang Yunze." El otro hombre
sonrió: "Vi que parecía que practicabas artes marciales, ¿eres uno de los
guardias de este yamen?".
Ante este comentario, el resto de los
sirvientes de la casa que se habían enterado de la noticia y venían a ver la
diversión se quedaron en silencio, ‘nuestro asesor privado tiene un aspecto
tan débil como si un fuerte viento pudiese llevárselo, pero todavía hay una
persona adivinando que es un guardia, ¿qué pasa con sus ojos?’
“Qingshan es mi
asesor privado” Wen Liunian hizo las presentaciones para ellos y luego entró al
estudio.
Mientras los
otros dos no prestaban atención, Mu Qingshan cogió rápidamente en sus brazos un
libro que había sobre la mesa, o mejor dicho, mientras Wen Liunian no
observaba. Después de todo, con la habilidad marcial de Shang Yunze, sería muy
difícil que no viera esta acción.
Obviamente, la otra parte trataba de ocultar
algo, por lo que Shang Yunze no lo instigó y continuó discutiendo el asunto de
la lucha contra los bandidos con Wen Liunian. Unos momentos después, Mu
Qingshan probablemente bebió demasiado té, así que se levantó para ir al baño.
En cuanto salió Shang Yunze se golpeó casualmente el pecho y miró fuera de la
habitación.
Un discípulo de la Fortaleza Teng Yun lo entendió
y se giró para seguir a Lord Mu.
"¡Aaaah!" Mu Qingshan se tropezó con
este discípulo y estuvo a punto de caer al suelo.
"Tenga cuidado mi Lord". El discípulo
de la Fortaleza Teng Yun tiró de él hasta detenerlo, luego pensó para sí mismo que
este hombre era demasiado débil y podría hacerlo papilla al primer golpe.
"No importa, no importa". Mu Qingshan
se quedó atónito: "Me pregunto ¿a qué viene tanta prisa?".
"Quiero ir al baño". Respondió el
discípulo de la Fortaleza Teng Yun.
"Está más adelante". Mu Qingshan
extendió la mano y señaló: "Yo también voy".
Cuando los dos terminaron de ir al baño, el
libro ya había caído en manos de los discípulos de la Fortaleza Teng Yun. Un
momento después, Shang Yunze se excusó para salir del estudio por un momento y tomó
el libro de las manos del discípulo.
El libro se llamaba "Registro de Monstruos
y Demonios de la Prefectura de Cang'er", Shang Yunze frunció el ceño
mientras lo hojeaba. Pensó que ocultaba algún secreto, pero ahora parecía un
pequeño libro de cuentos para el entretenimiento de la gente en la calle, en el
que se habla de muchos demonios y monstruos de la montaña, sin nada especial,
así que ‘¿por qué lo escondió con tanta prisa?’
Pronto Lord Shang supo la respuesta.
De hecho, vio su propia montaña en un capítulo
titulado ‘El viejo brujo castiga el mal usando su espada, cuando se encuentra
al encantador demonio lujurioso de la Montaña Duan Yun’. Y eso no fue todo,
después de leerlo, volvió a descubrir que su personaje no era el viejo brujo, sino
un ¡demonio! ¡Un encantador! ¡Lujurioso!
Una llama negra se encendió alrededor del
cuerpo de Lord Shang.
"Líder de la Fortaleza Teng Yun". El
discípulo le recordó en un susurro: "Viene el asesor Lord Mu".
"Quédatelo". Shang Yunze le entregó
el libro y se dio la vuelta para regresar con el rostro desencajado.
"Shang… ¡ahem!" Mu Qingshan, que
originalmente era todo sonrisas, también se estremeció después de ver su
expresión, y cuidadosamente dijo: "Mi Lord Wen me envió aquí para pedirle
al líder de la Fortaleza Lord Shang que regrese."
Shang Yunze le dirigió una mirada profunda.
Mu Qingshan sintió su espalda entumecida,
"¿Líder de la Fortaleza Lord Shang?"
"¿El Maestro puede ser psíquico?"
Shang Yunze preguntó de repente.
"No puedo". Mu Qingshan se apresuró a
sacudir la cabeza: "Solo soy un simple hombre y nunca he tenido este tipo
de sabiduría".
Shang Yunze sonrió: "Yo, sin embargo, puedo".
"¿En serio?" Mu Qingshan se
sorprendió.
Shang Yunze asintió, "Mi Lord, en estos
próximos siete días, es mejor comer más chiles y beber menos agua."
Mu Qingshan sonrió con confusión en los ojos,
¿comer más chiles y beber menos agua?
"De lo contrario, me temo que provocarás a
los malos espíritus”. Shang Yunze le dio una palmada en el hombro.
Mu Qingshan cayó sentado sobre su trasero.
Shang Yunze: “……”
¡No puedo creer que así practicas movimientos
de artes marciales!
"No hay daño, no hay falta, soy yo quien
no se paró correctamente". Mu Qingshan se levantó y se sacudió la suciedad
con unas palmaditas, luego lo intentó de nuevo: "Sobre el asunto de los
espíritus malignos, ¿me pregunto si Lord Shang podría revelar algunos misterios
más?"
"No puedo". Shang Yunze se negó de
forma tajante y clara.
Mu Qingshan se atragantó por un momento.
Shang Yunze dijo: "Sin embargo, siempre y
cuando Su Señoría tenga en cuenta que necesita comer más chiles y beber menos
agua durante diez días y entonces los espíritus malignos se disolverán con
éxito."
(N/T: Pensé que era un error
tipográfico cuando SY dijo primero 7 días y luego 10 días, pero no es así, es
tal cual como está en el Raw, supongo que es porque está mintiendo y MQS no lo
nota).
Mu Qingshan asintió, todavía medio escéptico –si
se hubiera encontrado con un extraño en la calle y de repente le hubiera dicho
algo así, definitivamente no le habría creído, pero la persona que estaba
delante de él era el Líder de la Fortaleza Teng Yun y no parecía ser una
persona que miente.
Después de pensarlo durante medio día, Mu
Qingshan decidió confiar en él por una vez. La casa ya era bastante pobre, y si
realmente estaba contaminada con espíritus malignos, para ir al templo hay que
gastar mucho dinero en incienso. ¡Comer chiles sería más fácil!
Así que aquella noche, la señora de la cocina
preparó un gran plato de verduras salteadas con chiles secos, y Mu Qingshan
sostenía el cuenco y aspiraba aire frío. Con el rostro sonrojado por el picante
no se atrevió a beber agua, así que sus lágrimas y mocos fluyeron por toda su
cara.
Shang Yunze estaba apoyado en un árbol no muy
lejos, riendo hasta que todo su cuerpo temblaba.
Los empollones de este yamen han conseguido
sobrevivir hasta ahora sin que les robaran, lo cual es una gran bendición.
***
A medida que avanzaba la noche, la ciudad se
calmaba gradualmente, pero en el interior de una fortaleza de la montaña Cangmang,
reinaba un momento animado.
"¡Salud!" Los esbirros levantaron sus
grandes cuencos para beber, y en el patio ardía una hoguera, una cabra entera
se asaba hasta quedar amarillo y desprendía un aroma tentador y a la vez muy refrescante.
En el tejado, Zhao Yue hablaba con el hombre de
negro que encabezaba la caravana de jinetes aquel día –se llamaba Lu Zhui,
originario de Jiangnan, pero fue salvado por Zhao Yue cuando estaba en peligro,
así que volvió con él a la Montaña Cangmang. Era un hombre muy cuidadoso, una
especie de Segundo jefe al mando.
"¿Ha habido algún movimiento en las
montañas recientemente?" preguntó Zhao Yue.
"Ha pasado algo, pero nada de eso tiene
que ver con nosotros". Lu Zhui dijo: "Desde la última vez que
barrimos la Fortaleza de la Familia Ke, ha habido mucho silencio. Antes había
muchas pandillas de bandidos interesados por moverse contra el Acantilado Chaomu,
pero después de ver lo que le ocurrió a Ke Xiong, todos tuvieron la sensatez de
dejar de pensar en ello, no porque Zhao Yue fuera bueno en artes marciales, o
que la Fortaleza Zhao fuera tan poderosa, sino porque las personas que bajaron del
Acantilado Chaomu estaban todas desesperadas y nadie quería meterse con ellos
si no tenían nada mejor que hacer.
Zhao Yue sonrió y le entregó casualmente una
jarra de vino: "Gracias por tu arduo trabajo".
"De nada". Lu Zhui dijo: "Cuando
era un vagabundo en el mundo, si no fuera por la ayuda del Gran jefe, no
estaría tan cómodo como ahora".
En comparación con Jiangnan, la vida en el
acantilado Chaomu es obviamente más austera, pero también mucho más pacífica, hay
comida en la parte trasera de la montaña, hermanos en el fuerte y es una
bendición beber grandes tazones de vino y comer mucha carne de forma regular.
Pero al cabo de sólo dos o tres días, esta
tranquilidad para el Segundo jefe se vio bruscamente interrumpida.
La razón es que cuando uno de los hermanos bajó
de la montaña para hacer algunas compras, trajo de vuelta una lista oficial con
las palabras ‘Recompensa por encontrar a este hombre’ en letras grandes,
y el dibujo de la parte inferior era el rostro de Zhao Yue, pero en lugar de su
nombre e identidad, sino que la reemplazó por ‘este hombre’.
La gente se agolpó a la entrada del mercado y algunos
se pusieron de puntillas para ver qué pasaba, lamentando que la recompensa
fuera mucho dinero, pero ¿quién era ese "este hombre"?, nunca
lo habían visto.
Se sentían muy emocionados.
El retrato de Zhao Yue era apuesto y de aspecto
heroico, excepto por su pelo, que estaba un poco despeinado, básicamente no tenía
defectos, ojos brillantes, su nariz era alta y recta. En resumen, no importa
desde qué punto de vista lo mires, este retrato no le haría recordar a la gente
que es un bandido, podrían pensar que es un joven de Jianghu en apuros, o un hábil
arquero de la capital.
"Lord Wen está aquí." Alguien en la
multitud con ojos agudos lo vio primero.
Como Wen Liunian ordenó tan pronto como asumió
el cargo de Magistrado Prefectoral, que la gente no tenía que hacer un gran
saludo los días ordinarios, así que todos lo saludaron con entusiasmo cuando le
vieron y le preguntaron con curiosidad quién era realmente el hombre del
retrato, si había cometido algún delito y cómo podía ser tan valioso.
"Es difícil decir si ha cometido un delito
por ahora, pero si lo ven, recuerden ir al yamen a informarnos". Wen Liunian
dijo: "Incluso si no lo atrapamos, habrá una recompensa por cualquier
pista útil". Tras pensarlo un momento, advirtió: "Pero deben tener
cuidado, este hombre debe saber algo de kung fu".
¡Debe saber kung fu y tener una espada larga en
la espalda! La gente seguía mirando el retrato y suspirando por lo realmente
guapo que era este hombre. Valía la pena echar vistazo.
En el interior del yamen, varios pintores movían
sus pinceles como un vuelo, haciendo copias rápidas del molde, pero no eran
rival para los sirvientes del yamen que pegaban los carteles toda prisa, o más
bien, la velocidad de la gente que los arrancaba de cuajo: “¡Qué guapo!, llévalo
a casa y pégalos en la pared”
Mu Qingshan suspiró con emoción: "Hacía
mucho tiempo que no había alguien tan popular en la ciudad".
Al obtener este resultado, a Lord Wen le zumbaba
un poco la cabeza.
‘Es realmente inesperado’
Al anochecer, los pintores se sacudieron sus
muñecas, dando un entendimiento tácito: ‘Necesitamos descansar, mi Lord,
nuestros ojos están cansados’.
La ciudad de Cangmang no es tan grande, así que
¿cómo es que no hay suficientes carteles para pegarse?
Wen Liunian, con las manos a la espalda, caminaba
de un lado a otro por el patio con cara triste –la gente quería llevarse los
carteles y él no podía negarse, porque la razón para llevárselos estaba justificada,
tenían que guardarlo para compararlo, por si algún día se lo encontraban.
Francamente, el Gran jefe Zhao no era tan
hermoso como para sorprender al mundo, pero sus cejas y su porte eran más
heroicos que los hombres comunes, pero el problema era que la ciudad de Cangmang
era pobre y los aldeanos nunca habían visto gran cosa del mundo, así que cuando
de repente vieron a Zhao Yue en el retrato, especialmente con esos ojos como un
halcón, no pudieron contenerse. Se corrió la voz y en cuestión de instantes,
todos los habitantes de la ciudad salieron a ver el cartel del atractivo hombre
y le dijeron: "Debe encontrarlo, mi Lord, todos tenemos muchas ganas de
conocerlo".
Wen Liunian: “……”
***
En la Montaña Cangmang, Zhao Yue miró la ‘ostentosa
recompensa’ y también se quedó sin palabras. Nunca había sabido que tenía
un retrato así ahí fuera.
"El pintor debería haber visto al Gran jefe
después de mayo de este año". Lu Zhui dijo: "De lo contrario no tendría
dibujada su cicatriz de la mejilla izquierda".
"¡Qué demonios!" Zhao Yue frunció el
ceño: "¿Quién es este recién nombrado Prefecto y para qué me busca?".
Si se trataba de luchar contra los bandidos, no había ningún nombre en la
lista, ni siquiera la palabra ‘bandido’ y la redacción era muy suave,
era más como buscar a un amigo al que hacía años que no veías.
"No está claro". Lu Zhui dijo:
"¿Quieres que encuentre la oportunidad de explorar dentro de la ciudad de
Cangmang?".
Zhao Yue sacudió la cabeza, "Tienes
demasiados enemigos, y este prefecto es demasiado molesto, así que es mejor que
no muestres tu cara por un corto tiempo."
"Mis enemigos están en Jiangnan, y nadie pensaría
que estoy en la Prefectura de Cang’er". Lu Zhui sonrió: "No se
preocupe, Gran jefe, sé lo que hago".