•❥ ❥• Capítulo 13: Atención ociosa •❥ ❥•
Probablemente hay otro plan.
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"¿La secta
Jianghu en las Tierras Miao quiere llegar tan lejos para ayudar al gobierno a
eliminar a los bandidos?" Mu Qingshan se sorprendió cuando escuchó esto.
¿A Lord Mu también
le parece irrazonable? Wen Liunian lo miró.
"No sólo es
irrazonable", dijo Mu Qingshan. “Suena casi carente de toda credibilidad.”
Era completamente como un loco diciendo tonterías.
"Exactamente",
asintió Wen Liunian. “A pesar de que La Corte Imperial y las escuelas de artes marciales
a menudo unen fuerzas, eso es sobre todo en circunstancias razonables. El
noventa y nueve por ciento de las veces, persiguen sus propios objetivos.”
“¿Hay algo más en
la carta?” preguntó Mu Qingshan.
"Nada
más", respondió Wen Liunian. “Si estamos de acuerdo, será necesario enviar
una respuesta de la carta a través de la estación de correos, y luego, a
principios de la primavera, los discípulos del clan Mu vendrán a la ciudad.”
“¿Qué le parece, Mi
Lord?” Mu Qingshan tomó la carta y la miró. “Parecen sinceros en su deseo de
ayudar.”
“No tenemos que
apresurarnos a tomar una decisión”, dijo Wen Liunian. “Además, tiene sentido
consultar con Lord Shang sobre este asunto.”
“¿Qué desea consultar?”
Shang Yunze abrió la puerta y entró, escuchando las últimas palabras muy
convenientemente.
"Sobre el
clan Mu de las tierras Miao", preguntó Mu Qingshan. "¿Ha oído hablar
de ellos el líder de la Fortaleza Teng Yun?"
“Esta es una gran
secta de Yunnan, su líder es Mu Wanlei. Su nombre suena impresionante,
pero en realidad es un hombre enfermizo que toma medicamentos todo el día”,
dijo Shang Yunze. “Su rostro siempre está tan pálido, que hace que las personas
sientan escalofríos.”
“¿Y qué aspecto
tiene?” preguntó Wen Liunian.
Shang Yunze dijo:
“No es tan bueno.”
“¿Puedes ser más
específico?” Wen Liunian no se quedó atrás.
Shang Yunze pensó
por un momento y respondió: “Es feo.”
"¡Cof!,
¡Cof!", Mu Qingshan se atragantó con su té.
“La gente de Miao
usa con éxito el veneno Gu, Mu Wanlei es un verdadero experto en veneno Gu.
Además, hay rumores de que una vez usó el cuerpo de un enemigo para refinar aceite
de cadáver”, dijo Shang Yunze. “Aunque no hay pruebas de esto, sin viento no
hay olas. Su Yintang es tan oscuro y lento todo el tiempo, que nadie le creerá
si nunca ha tocado insectos Gu.”
"Eso no suena
como un clan decente," dijo Mu Qingshan.
Shang Yunze
preguntó: "¿Por qué has mencionado de repente el clan Mu?"
"Líder de la
fortaleza Teng Yun, por favor, eche un vistazo", Wen Liunian le entregó la
carta.
"¿Quieren
ayudar a luchar contra los bandidos?" Shang Yunze sonrió fríamente después
de leerla, “Resulta que refinar con gu realmente afecta el cerebro.”
Mu Qingshan lo
tranquilizó: “Antes de que todo se aclare, es mejor hablar de manera cortés,
por si acaso este maestro Mu Wanlei tiene realmente buenas intenciones.”
“Imposible.”
Yunze negó con la cabeza. “Si tienes la intención de casarte…”
Mu Qingshan
respondió apresuradamente: “No tengo intención de casarme.”
“Es sólo una analogía.”
Shang Yunze parecía imperturbable.
Wen Liunian
asintió, “Líder de la Fortaleza Teng Yun, por favor continúe. El asesor Lord Mu
quiere casarse, ¿y entonces?”
Mu Qingshan:
"......"
‘Bueno, ¿por qué
es necesario dar tal ejemplo?’
“Cuando te vas a
casar, por supuesto, necesitas preparar muchas cosas. En ese momento, por
supuesto, los vecinos echarán una mano. Sin embargo, si un extraño escribe una
carta desde lejos y dice que quiere ayudar, cualquiera pensará que esta persona
no es normal”, dijo Shang Yunze. “Estoy seguro de que Mu Wanlei está
bien de la cabeza, así que lo más probable es que esté tramando algo.”
"Da igual",
Wen Liunian guardó la carta sin ser capaz de obtener alguna pista. “Mañana es
el día veintiocho del Año Nuevo Lunar, debo ir a la casa de caridad por la
mañana. Este asunto del clan Mu se debe dejar hasta después de los días
festivos para discutirlo de nuevo.”
Shang Yunze le
preguntó a Mu Qingshan: "¿Irás tú también?"
“¿Estás hablando
de la casa de caridad? Mu Qingshan asintió. “Por supuesto, debo acompañar al Lord
Wen todo el tiempo.”
Wen Liunian dijo:
“Lord Mu ha estado muy agotado estos últimos días, así que debería quedarse en el
yamen y descansar.”
Mu Qingshan dijo
rápidamente: “No estoy agotado.”
"Incluso si
no estás cansado, necesitas descansar", Shang Yunze lo arrastró afuera,
“Está decidido.”
“Pero…”
"Sin
peros", Shang Yunze lo interrumpió.
Mu Qingshan:
"......"
‘Pero es aburrido
quedarse en el yamen.’
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Sin embargo, a
Lord Wen claramente no le importa si Lord Mu está aburrido o no. Al día
siguiente, temprano en la mañana, lo llevó consigo a la casa de caridad. Debido
a que el anuncio se publicó con anticipación, muchas personas se despertaron
antes del amanecer para hacer la cola. Aunque había bastante gente en el sitio,
mantuvieron el orden. Cuando vieron a Wen Liunian, se saludaron cordialmente. Las
costumbres populares habían cambiado mucho en comparación con lo que era antes.
Por supuesto, el
Gran Jefe Zhao desempeñó un papel decisivo en este cambio.
“Mi Lord, ¿cuándo
habrá un nuevo retrato?” preguntó alguien de la multitud.
Tan pronto como
salieron estas palabras, el resto de la gente expresó emoción. No habían visto nuevos
retratos durante mucho tiempo, el magnífico joven maestro Zhao no había
aparecido en sus vidas durante mucho tiempo, se sentían solos.
Wen Liunian dijo
con una sonrisa: “Muy pronto.”
Inmediatamente
hubo una explosión de aplausos, ¡todos se sintieron tan bien de inmediato!
El espía del
acantilado Chaomu, levantó su cabeza mirando a los cielos mientras su mano
temblaba. ‘¿Qué quiere decir con “pronto”?’
‘Si el Gran Jefe Zhao
se entera, demolerá toda la casa otra vez.’
Después de
permanecer algún tiempo en la casa de caridad, Wen Liunian se dio cuenta de que
todo estaba en orden y envió a su séquito a desayunar, mientras él mismo se
desviaba hacia un pequeño callejón. Pensó en comprar adobo de chile en el
mercado, que llevaría al yamen para preparar carne seca para el Año Nuevo.
El callejón
estaba tranquilo. Si bien esta fina nieve es diferente del clima en Jiangnan,
también tiene su propia sensación. En la puerta gris, alguien olvidó recoger
vegetales secos salados, y Wen Liunian inmediatamente tomó uno, pero antes de
que pudiera llevárselo a la boca, un hombre salió de la esquina.
Un hombre… un poco
familiar.
Frente a frente,
ambos fueron tomados desprevenidos.
Después de un
momento, Wen Liunian dijo sonriendo: “Buenos días, Gran Jefe Zhao.”
Zhao Yue se
congeló en su lugar, sintiendo la necesidad de ir al templo y quemar incienso
para deshacerse de su mala suerte.
Anoche, todavía
pensaba en ir al yamen para asistir a la cita, e incluso a regañadientes bajó
la montaña. Después de vagar de un lado a otro en la ciudad durante la mayor
parte de la noche, ¡finalmente llegó a la conclusión de que no iría! Justo
cuando acababa de decidir regresar al acantilado Chaomu, de repente recordó la
lengua venenosa de Lu Zhui y dudó si regresar para ser ridiculizado nuevamente.
Así que decidió hacer trampa y se dirigió a una tienda de dim sum para comprar
algunos pasteles de osmanthus. Como resultado, no esperaba encontrarse con este
molesto magistrado prefectoral otra vez.
"¿El Gran Jefe
Zhao irá al yamen?" Wen Liunian preguntó mientras recolectaba las
verduras.
Zhao Yue
respondió: “Mi Lord piensa demasiado.”
"No importa
si no bajaste de la montaña a propósito." Wen Liunian no se sintió
afectado en absoluto. "Ya que está aquí, sentémonos un rato.”
Zhao Yue se dio
la vuelta y regresó.
Wen Liunian
corrió tras él.
Los ojos de Zhao
Yue casi estallaron en llamas.
Wen Liunian lo
invitó cordialmente: "Si el Gran Jefe no quiere ir al yamen de todos
modos, ¿podemos sentarnos y hablar aquí?"
Zhao Yue:
"......"
-------- ≪ °✾° ≫ --------
La nieve caía
lentamente, debajo de los aleros de la casa, dos personas se sentaron en un
pequeño banco roto, mirándose sin mediar palabra.
Wen Liunian fue
el primero en hablar: "¿Es el dim sum de la tienda de Liu?"
La expresión de
Zhao Yue se endureció y arrojó la bolsa de papel.
"Muchas
gracias", Wen Liunian sacó trozo de pastel con cebolletas y preguntó mientras
comía: "¿El Gran Jefe Zhao desayunó?"
"¿Qué
quieres decirme?" Zhao Yue apretó los dientes: “Si dices tontería más, te
enterraré en la nieve.”
“¿El Gran Jefe escuchó
sobre el clan Mu? Wen Liunian fue muy directo esta vez.
La cara de Zhao
Yue cambió. “¿Qué es el clan Mu?”
“El clan Mu de
las tierras Miao, Yunnan, su líder es Mu Wanlei”, dijo Wen Liunian, “Se dice es
un experto en la refinación de veneno Gu.”
Zhao Yue negó con
la cabeza, “Nunca oído hablar de ese clan.”
“¿En serio?
Entonces olvídalo”, suspiró Wen Liunian, su rostro mostraba expresión de pesar.
“Esta es una secta del Jianghu, pensé que el Gran Jefe ayudaría a encontrar una
pista.”
“¿Qué ha pasado?”
preguntó Zhao Yue.
“Nada.” Wen Liunian
terminó su pastel de cebolleta.
Zhao Yue continuó
preguntando: “¿Qué pasó con el clan Mu?”
"Dado que el
Gran Jefe no ha oído nada sobre ellos, ¿por qué necesita preguntar?", Wen
Liunian se sacudió las migas de la ropa. “Demasiada comida seca. Me pregunto si
hay algún lugar cercano donde que vendan sopa de ciruelas agrias.”
Zhao Yue lo miró
con los ojos muy abiertos, tratando de encontrar la más mínima anomalía.
Sin embargo, los
ojos de Wen Liunian estaban claros y tranquilos, llenos de sed por la sopa de
ciruela agria. En la superficie, no parecía astuto, sino que incluso era un
poco honesto.
Sin embargo, Zhao
Yue obviamente no se dejaría confundir por la apariencia inocente de este
magistrado prefectoral. Preferiría creer que todos los bandidos de la montaña
Cangmang se rendirían sin luchar, que creer que este ratón de biblioteca frente
a él sea muy ingenuo.
"¿Estás
seguro de que no quieres ir al yamen a tomar una taza de té?" Wen Liunian
se levantó con una bolsa de dim sum en las manos. “Hay un excelente té de
brotes verdes de bambú.”
Zhao Yue le miró
fríamente durante un momento antes de salir del callejón a grandes zancadas, desapareciendo
al instante al doblar la esquina.
Wen Liunian se
rascó el mentón pensativo.
‘Mirando su
actitud, creo que los conoce…’
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En la residencia
del yamen, Mu Qingshan se estiró y se sentó en la cama, sintiéndose renovado
por todas partes. Después de lavarse, salió de la casa, y vio a unos cuantos
sirvientes que corrían hacia la puerta con prisa, así que llamó a uno de ellos
con aire aburrido: “¿Pasa algo?”
“Mi Lord no debe preocuparse,
es algo bueno”, el ama de llaves se apresuró a explicarle. “Lord Shang compró la
mansión frente a la residencia del yamen hoy y dice que quiere poner su ‘tesoro’*
allí. Da la casualidad de que todo el mundo está libre, así que fuimos a echar
una mano y ayudar.”
(N/t: tesoro= amante, enamorado, ser
amado)
‘No somos
envidiosos en absoluto.’