DWGL - 99: Éxito en la Primera Batalla


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Ese día, cuando Lord Ye regresó, Duan Baiyue ya había salido de la posada.

 

‘¡Qué bien, ya se fue!’ Ye Jin dio la mitad de la comida que compró a su hermano y le instó: "No lo vuelvas a ver."

 

Chu Yuan le dio un mordisco a la batata y asintió vigorosamente: "Mn"

 

Duan Baiyue abrazó su espada y se tumbó en el tejado de la posada, sin saber si reír o llorar.

 

 

Dos días después, el ejército del Gran Chu partió en gran número, viajando hasta la Ciudad del Gran Kun del Mar del Este. Duan Baiyue también dio la vuelta en secreto y regresó primero a la Ciudad Muyang.

 

Chu Heng y Chu Cheng tienen malas intenciones, sólo esperan este momento para unir sus manos con el Suroeste, primero dar muerte a Chu Yuan, y después poder dirigir el ejército hacia el norte, hasta la Wang Cheng y Duan Baiyue dividirá el país en dos, para que a partir de ahora sea uno al sur y otro al norte, y cada uno de ellos se llamará emperador.

 

"En cuanto a lo que sucederá en el futuro, nadie puede decirlo con certeza", dijo Chu Cheng, "Cuando usted y yo hayamos sentado una base sólida, no es imposible recuperar el sur del río Baihe, o incluso el sur del río Manqi."

 

Chu Heng asintió levemente y le dijo que enviaría a alguien a ponerse en contacto con Duan Baiyue para discutir este asunto, y asegurarse de que nada salga mal.

 

 

Cuando Chu Yuan llegó a la ciudad, fue unos días más tarde por la mañana, el sol era muy cálido, brillando en la puerta hecha de enormes piedras, simplemente magnífica. Sin embargo, después de entrar en la ciudad, se encontraba desolada. Casas en ruinas y las calles destruidas con personas arrodilladas en ambos lados con la cabeza inclinada, temblando.

 

Chu Yuan sostuvo las riendas del caballo con fuerza, su rostro era severo y avanzó sin decir una sola palabra. Cuando estaba leyendo las historias de varias prefecturas, también había visto registros sobre la ciudad del Gran Kun. Tenía el puerto marítimo más grande del país y dominaba el resto de los países del Mar del Este. Su ubicación geográfica es extremadamente crítica, por lo que la realeza de todas las dinastías anteriores le han concedido gran importancia. Sin mencionar las últimas dinastías, incluso durante el reinado del difunto Emperador Chu, la ciudad de Gran Kun estaba bajo la jurisdicción del príncipe Yun Duanhun de la dinastía Ming. Los libros y las canciones de pesca eran melodiosos y las tropas de la familia Yun patrullaban el Mar del Este todos los días. Manteniendo alejados a los piratas japoneses y expulsándolos muy lejos. La gente siempre tenía suficiente comida y ropa y las casas eran altas y espaciosas, ¿cómo podía estar tan devastado?

 

"Su Majestad." Después de regresar al Palacio Real, Chu Heng dijo: "Los bandidos del Mar del Este se han vuelto más y más rampantes en los últimos días, y la gente, por no hablar de la pesca, ni siquiera se atreven a salir de sus casas."

 

"En los informes enviados, no parecía ser así." Chu Yuan mantuvo la taza de té en su mano. "El Ejército del Dragón Negro del Mar del Este tiene una gran reputación, pero ni siquiera puede resistir a los piratas marinos de la zona, ¿y ni siquiera puede proteger a la gente de esta zona?".

 

"Su Majestad no sabe algo", dijo Chu Heng en un tono tranquilo, "La situación en el Mar del Este es diferente a la del pasado. Después de la llegada de Lord Wen Liunian, redujo por la fuerza el salario del Ejército del Dragón Negro en un treinta por ciento. Y también difundió rumores de que nos dejaría sin armas. Incluso si no decimos nada, inevitablemente pensaremos demasiado. La moral de los militares es inestable, por lo que, naturalmente, no se atreven a ir a la batalla fácilmente, sin mencionar que hay rebeldes del suroeste en la ciudad de Muyang, lo que los hace aún más descuidados."

 

Chu Yuan asintió: "Es cierto."

 

"Los piratas del Mar del Este han existido desde hace mucho tiempo, y han estado mirando y matando en nuestro Gran Chu durante cientos de años, así que no hay necesidad de preocuparse." Chu Heng dijo: "Es sólo que el problema con el lobo del Suroeste, es mejor resolverlo antes de que sea demasiado tarde."

 

"Por supuesto" Chu Yuan dijo: "He venido en persona por Duan Baiyue."

 

"¡Ejem!" Ye Jin, sosteniendo un gato que había recogido, aclaró su garganta solemnemente desde un lado.

 

Como hombre noble no debe mencionar casualmente el nombre de una persona que será calva en el futuro.

 

En el interior de la ciudad de Muyang, Duan Baiyue estornudó tres veces seguidas antes de sentirse algo cómodo.

 

Duan Nian dijo: "¿Su Alteza Duan se ha resfriado?"

 

Duan Baiyue dijo: "Preferiría resfriarme."

 

Duan Nian estaba confundido por lo que dijo el Rey del Suroeste.

 

Duan Baiyue hizo un gesto con la mano: "Ve y echa un vistazo al campamento militar. La guerra probablemente sucederá en los próximos días. No te lo tomes a la ligera."

 

"Sí." Duan Nian hizo una reverencia para aceptar la orden y se dio la vuelta para salir de la habitación.

 

Duan Baiyue se sentó a la mesa y frotó con el pulgar el pequeño colgante de jade que tenía en la palma: era un feo tigre morado.

 

 

En los primeros días después de que la ciudad fue bloqueada, los habitantes de Muyang estaban preocupados de que la ciudad sería masacrada. Pero más tarde vieron que el ejército del Suroeste no parecía tener ninguna acción brutal, además del anciano magistrado prefectoral metido en la cárcel, cambiaron la bandera en la ciudad y lo máximo que hicieron fue colocar un cartel en la entrada del mercado diciendo que todo seguía como de costumbre. Si en casa no tenían comida, podían ir al campamento militar para recibir granos de arroz, al parecer se quieren ganar el corazón de la gente. Por lo tanto, gradualmente todos se sintieron aliviados e incluso hubo puestos de desayuno en la calle. Después de sólo unos días de estabilidad, llegaron nuevas noticias: el actual Santo Emperador, junto con el Rey Dragón Marino, lideraron un ejército para atacar la ciudad de Muyang.

 

Ahora los habitantes, tenían miedo de que la guerra empiece pase lo que pase. Se escondieron en sus casas presa del pánico, preparando y guardando comida suficiente para medio mes e incluso clavaron las puertas de sus casas, con el corazón colgando en la garganta.

 

 

Temprano por la mañana, se oía un sordo sonido de viento en el cielo. El ejército del Gran Chu estaba alineado fuera de la ciudad, con armaduras negras y espadas de plata, con banderas hasta donde alcanzaba la vista. Chu Yuan montado en su caballo, se situó frente al ejército con su espada, y miró fríamente a Duan Baiyue en la muralla de la ciudad.

 

Las comisuras de los labios de Duan Baiyue se levantaron ligeramente.

 

Ye Jin respiró hondo y dijo en su corazón: ‘¿De qué te ríes? ¡Eres tan lascivo!’

 

Tenía muchas ganas de cubrir la cara de su hermano.

 

Cubrirlo con tres capas.

 

Con la orden de Chu Yuan, cientos de generales vestidos de negro volaron inmediatamente y se abalanzaron sobre la muralla con ímpetu y rapidez, y en poco tiempo lucharon con el ejército del Suroeste. Las tropas embistieron las puertas de la ciudad con troncos. Mientras ambos bandos luchaban, Chu Heng levantó ligeramente la mano y varias docenas de bombas de señales emitieron un crujiente silbido en el cielo, y en un abrir y cerrar de ojos, ya había una brillante hoja de acero en el cuello de Chu Yuan.

 

El cielo y la tierra estaban desolados.

 

Chu Yuan le miró fríamente.

 

"¡CHU HENG!, ¡¿CÓMO TE ATREVES?!" Wen Liunian estaba conmocionado por esta acción, tirando de su voz y gritando a todo pulmón.

 

Los oídos del círculo de guardias oscuros del Palacio Perseguidor de las Sombras encargados de protegerle zumbaban.

 

‘Lord Wen, ¿a qué viene esa voz tan alta?’

 

Los ojos de Chu Heng estaban escarlata, y sonrió ferozmente a Chu Yuan: "¡A partir de ahora, este país se dividirá en dos, y no habrá más participación con tu Familia Chu!"

 

Chu Yuan cerró suavemente los ojos.

 

Chu Heng levantó la mano, Duan Baiyue inclinó su arco sobre la muralla de la ciudad, unas cuantas flechas afiladas llegaron silbando a través de las nubes, los asesinos alrededor cayeron al suelo en respuesta, Chu Yuan estaba ileso.

 

Ye Jin dio un suspiro de alivio.

 

Chu Heng, sin embargo, parecía sorprendido.

 

Chu Cheng vio que la situación no era buena e inmediatamente giró la cabeza de su caballo, con ganas de llevar a sus hombres a matar a un camino sangriento, pero vio el ejército del Gran Chu dispersarse ordenadamente en dos filas, tan limpio como ser cortado por un cuchillo. Al momento siguiente, Shen Qianfan salió al galope con su caballo, ¡su rugido resonó en todas direcciones!

 

"¡AQUELLOS QUE NO SE RINDAN SERÁN ASESINADOS SIN PIEDAD!"

 

Las puertas de la ciudad se abrieron de repente con un estruendo, y el ejército del Suroeste salió como una marea, luchando desesperadamente contra el enemigo junto al ejército del Gran Chu. El ejército del Dragón Negro fue tomado desprevenido y fue incapaz de contraatacar. La guerra fue increíblemente corta y antes de que el sol cayera hacia el oeste, el campo de batalla ya estaba desolado.

 

Los rebeldes fueron derrotados y Chu Heng fue capturado, pero sólo hubo una cosa: durante la feroz batalla entre los dos bandos, el líder de los rebeldes de la Isla baiwu, Qing Qiu, descendió del cielo como un ave rapaz y secuestró a Chu Cheng.

 

"No importa." Ye Jin dijo: "Después de esta batalla, el próximo objetivo será la Isla Baiwu no podrá escapar."

 

Chu Yuan asintió, se dio la vuelta, bajó la colina y regresaron juntos al campamento.

 

Los rebeldes del Ejército del Dragón Negro han sido eliminados, pero queda mucho desorden en la ciudad de Gran Kun y se necesitará mucho esfuerzo para limpiarlo desde cero. Chu Yuan trabajó durante decenas de días antes de finalmente poder tomar un respiro. Ye Jin le recetó una decocción medicinal calmante. Después de que el eunuco Sixi vio que estaba lista, la llevó hasta el dormitorio, solo para encontrarse con Duan Baiyue en el patio.

 

"Su Alteza Duan." El eunuco Sixi susurró: "Su Majestad está descansando dentro de la casa."

 

"Dámela." Duan Baiyue agarró la bandeja.

 

Sixi asintió, hizo una referencia y se apartó.

 

Dentro de la casa, Chu Yuan no podía dormir y cuando escuchó que alguien hablaba en el patio, se despertó.

 

Duan Baiyue puso la medicina sobre la mesa y se sentó junto a la cama para ayudarle a levantarse. "¿Cómo estás?"

 

"Estoy bien." Chu Yuan dijo: "Mucho mejor que ayer."

 

Duan Baiyue suspiró: "Si hubiera sabido que estabas enfermo, no habría esperado tanto tiempo afuera."

 

Chu Yuan enterró la cara entre sus brazos y se quejó en voz baja: "Estoy cansado."

 

"Sé bueno, toma tu medicina y luego vuelve a dormir." Duan Baiyue le dio unas palmaditas en la espalda, con voz suave.

 

Chu Yuan se apoyó en la cabecera de la cama y tomó un sorbo del cuenco de medicina.

 

‘Amargo, astringente y ácido.’

 

Al verle fruncir el ceño tras beber una cucharada, Duan Baiyue agarró la cuchara y la lamió.

 

Chu Yuan hizo un puchero: "Ahora tiene saliva."

 

Duan Baiyue volvió a relamerse los labios.

 

Chu Yuan sonrió y esquivó: "No armes problemas, la medicina se va a derramar."

 

"Contén la respiración y bébela de un trago", dijo Duan Baiyue, "Hay frutas confitadas en la mesa. Cómelas después de beberla."

 

Chu Yuan le entregó el cuenco vacío y se sintió… sobrio por el sabor amargo.

 

Duan Baiyue preguntó: "¿No quieres dormir?"

 

Chu Yuan sacudió la cabeza, terminó lentamente la fruta confitada y luego comió otra.

 

Duan Baiyue sujetó su muñeca y chupó las yemas de los dedos de Chu Yuan.

 

Chu Yuan extendió la mano y lo apartó con palmaditas, perezosamente aturdido por un momento, y luego preguntó: "¿Aún recuerdas que aún queda Li Que?"

 

Duan Baiyue simplemente negó con la cabeza: "No lo recuerdo.”

 

 

Chu Yuan lo miraba fijamente.

 

Duan Baiyue murmuró: "Lo recuerdo. Es sólo que no quería tomar la iniciativa de mencionarlo."

 

Chu Yuan agarró su cuello con ambas manos, "Ahora que esta batalla se ha decidido, Li Que ha sido custodiada y no sabe si eres un enemigo o un amigo, y probablemente todavía te considera como un rebelde."

 

Duan Baiyue dijo: "¿Y qué?"

 

"Es hora de dejarla salir para que te vea." Chu Yuan dijo: "Y ver lo que realmente quiere hacer."

 

Duan Baiyue dijo: "Tú decides."

 

Chu Yuan asintió: "Será esta noche entonces."

 

Duan Baiyue dijo: "Está bien."

 

Chu Yuan le dio una palmadita: "¿Qué es esa expresión tuya?"

 

Duan Baiyue se acercó a él, "Me siento muy agraviado."

 

Chu Yuan sonrió: "Oh"

 

"Dame un beso." Duan Baiyue dijo: "Y entonces cooperaré con tu actuación."

 

Chu Yuan estiró un dedo y se lo apretó contra la frente: "Atrevido."

 

Duan Baiyue dijo: "Engañar al Emperador y cometer delitos es habitual para mí y no puedo cambiar."

 

Chu Yuan dijo: "Ten cuidado o llamaré a Sixi."

 

En cuanto las palabras salieron de su boca, oyó a Sixi gritar afuera del patio: "¡NOVENO PRÍNCIPE!"

 

Duan Baiyue: "……"

 

Chu Yuan sonrió.

 

Ye Jin se paró en el patio con una gran bandeja de bollos al vapor recién hechos y dijo: "¡¿Sixi, por qué gritas?!"

 

Sixi tosió dos veces y dijo: "¿Está aquí el Noveno Príncipe para entregar comida al Emperador?"

 

"Bueno, los preparé y añadí algunas verduras encurtidas para abrir el apetito." Ye Jin empujó la puerta y vio que Chu Yuan estaba sentado en la cama y hojeando unos pergaminos, por lo que se puso furioso de nuevo.

 

‘Te he dicho ocho o nueve veces que duermas bien, ¡pero no me haces caso! ¿Sabes lo que es el consejo de un médico? ¿Sabes lo que significa el consejo de un médico milagroso?

 

Chu Yuan dijo: "Xiao Jin."

 

Ye Jin se sentó a un lado de la cama y le tomó el pulso, luego dijo: “Está mejor que ayer, pero aún necesitas descansar bien.”

 

Chu Yuan dijo: "Está bien."

 

"Come algo." Ye Jin le dio un bollo.

 

Chu Yuan se mantuvo calmado y dirigió una mirada hacia las vigas de la sala.

 

El Rey del Suroeste se sentía muy agraviado, en cuclillas en lo alto y apoyando las mejillas con ambas manos.

 

Chu Yuan no pudo evitar soltar una carcajada.

 

"¿Qué pasa?" Ye Jin le preguntó confundido.

 

Chu Yuan dijo: "Nada, sólo recordé algo."

 

Ye Jin sospechó y le abrió el cuello para echarle un vistazo.

 

‘No hay rastro de nada que no deba estar allí.’

 

Duan Baiyue: "……"

 

El Médico Divino Ye preguntó solemnemente: "¿Cuándo planea volver Duan Baiyue?"

 

Chu Yuan negó con la cabeza: "No lo sé."

 

Ye Jin dijo: "Si vuelve, envíalo lejos rápidamente."

 

Chu Yuan dijo: "Bien."

 

Duan Baiyue se sostuvo la frente.

 

Ye Jin miraba a su hermano comiendo el bollo, todavía preocupado.

 

Chu Yuan preguntó: "¿Qué pasa?"

 

Ye Jin dijo sin rodeos: "Me temo que serás intimidado."

 

Chu Yuan se quedó helado y luego sacudió la cabeza: "Me temo que sólo una persona en este mundo puede intimidarme."

 

"Lo sabía, ¿qué te hizo?" Ye Jin se enfureció cuando escuchó esto y se arremangó con enojo, "¡Te lo dije antes, las personas calvas no son buenas personas!" ‘Especialmente aquellos que son calvos en el medio. ¡Son simplemente malos y hay que rechazarlos!’

 

Chu Yuan lo miró con una sonrisa.

 

Ye Jin se quedó perplejo: "¿De qué te ríes?"

 

Al cabo de un rato, volvió a enfadarse: "¿Estás diciendo que te estoy intimidando?”

 

"Yo no he dicho nada." Chu Yuan le apretó el hombro y se sentó: "Pero es justo que el hermano menor intimide al mayor."

 

Ye Jin levantó al vista con orgullo.

 

"Necesito tu ayuda con algo", dijo Chu Yuan.

 

Ye Jin gruñó por la nariz: "¿Qué pasa? ¿quieres castrar a Duan Baiyue?"

 

‘Si ese es el caso, entonces no hay ningún problema, ¡podemos hacer ese maldito trabajo esta noche!’

 

Rey del Suroeste: “……”

 

‘¿Cuándo dejará de pensar tanto en mí?’