DWGL - 89: El destino de la Emperatriz


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Esa noche, Chu Yuan durmió profundamente y parecía tener innumerables sueños de forma intermitente. Se despertó a la mañana siguiente al amanecer.

 

Las olas salpicaban por la ventana y el sol brillaba.

 

En la cocina, Duan Baiyue estaba preparando la decocción medicinal, sin embargo, después de llevarlo a la habitación, sólo encontró a Sixi allí quien dijo con una sonrisa: "Rey Duan, Su Majestad acaba de salir.”

 

"¿Salió?" Duan Baiyue frunció el ceño. "Todavía está resfriado, ¿por qué salió?"

 

Sixi respondió: “Después del desayuno, Su Majestad ordenó a nadie que lo siguiera, diciendo que iría al mercado a dar un paseo.”

 

Duan Baiyue negó con la cabeza, dejó la taza de medicina y también fue al mercado.

 

Chu Yuan se sentó junto a la tienda de fideos mientras revolvía su tazón con una cuchara.

 

Duan Baiyue se sentó a su lado.

 

Chu Yuan lo miró y luego preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí?"

 

Duan Baiyue se sintió impotente: "Si querías comer esto, debiste pedirme que lo comprara, ¿por qué venir tú mismo?"

 

"La habitación es demasiado aburrida", dijo Chu Yuan. "Quería salir a tomar el aire.”

 

Duan Baiyue dijo: "Todavía estás enfermo, ¿no tienes miedo de volver a tener fiebre?"

 

Chu Yuan tomó un sorbo de la sopa: “Yao’er dijo que los fideos ayudan contra todas las enfermedades.”

 

Duan Baiyue: “……”

 

Chu Yuan preguntó: "¿Quieres comer? Por favor, hay mucho dinero de sobra.”

 

Duan Baiyue no sabía si reír o llorar, así que, envolvió a Chu Yuan en una capa, ya que era finales de otoño, además, el viento podía ser especialmente frío cuando soplaba.

 

Después de terminar el tazón de fideos calientes rebozados, Chu Yuan se levantó y regresó caminando lentamente: "Sixi me dijo que estabas interrogando a Qiu Ji anoche…"

 

Duan Baiyue asintió: "Ya ha confesado la mayoría de los crímenes.”

 

"¿Y la ubicación de los páramos de Yunding?" preguntó Chu Yuan.

 

"Sus palabras son consistentes con lo que dijo Jin Niang, y también con nuestros cálculos", dijo Duan Baiyue. "Así que no debería estar mintiendo.”

 

“¿Y por qué de repente se volvió tan complaciente?” Chu Yuan frunció el ceño. "¿Qué le prometiste?"

 

“Preservar su buen nombre como héroe.” Respondió Duan Baiyue.

 

Chu Yuan estaba desconcertado.

 

"Hace demasiado viento aquí, volvamos primero", dijo Duan Baiyue. “Además, hay muchos momentos ocultos en esta historia, me temo que tomará algún tiempo volver a contarla.”

 

En el camino de regreso, sólo se encontraron con una tienda que había abierto, donde vendían pasteles de arroz dulce. Parecían estar bastante bien. Duan Baiyue compró uno y se le entregó a Chu Yuan con un palo de bambú.

 

Lo aceptó, pero no lo comió, y lo llevó en su mano todo el camino. Por casualidad vio a Nan Moxie y le preguntó: "¿Querría el anciano probar?"

 

La sonrisa de Nan Moxie se extendió de oreja a oreja: "¡Muchas gracias, Su Majestad!”

 

Duan Baiyue: “……”

 

Chu Yuan le dio el pastel y fue a su habitación con la intención de cambiarse de ropa.

 

Nan Moxie dijo: "Cuando salí por la mañana, alguien ya estaba discutiendo sobre el barco quemado. Hablaron de lo que le venía a la mente, algunos incluso afirmaron que fue alcanzado por un rayo.”

 

"No me importa de qué estén hablando, pronto todo se calmará gradualmente. Lo más importante es que el wēn yì no se propague", dijo Duan Baiyue. “Este negocio figuraba en el libro de cuentas como ‘Pescado espumoso de Huizhou’. Cuando regresemos, encontraremos la oportunidad de informar a sus familiares, entonces este asunto se habrá terminado.”

 

Nan Moxie agregó: "Es bueno que lo hayas descubierto antes. Si se hubiera extendido el rumor de que las personas en el barco habían sido infectadas con esta epidemia, los comerciantes del Gran Chu habrían caído en tiempos difíciles.”

 

"Cuando el hermano Sikong regrese, deberíamos preguntarle", dijo Duan Baiyue. "El arrecife Wangxi tiene muchas conexiones comerciales, tal vez sepa qué algo sobre los comerciantes de ‘Pescado espumoso de Huizhou’.

 

Nan Moxie asintió y le dio un mordisco al pastel.

 

"¿Delicioso?" Preguntó Duan Baiyue.

 

Nan Moxie frunció el ceño: "¿Qué demonios? Es duro, dulce y apesta a pescado.”

 

Duan Baiyue estaba bastante feliz: “Eso es bueno. Shifu, coma despacio.”

 

Nan Moxie: “???”

 

Duan Baiyue se volvió y caminó hacia la habitación de Chu Yuan.

 

El eunuco Sixi saludó con su habitual sonrisa: "Su Alteza Real está aquí de nuevo.”

 

Chu Yuan salió de la habitación ya con ropa blanca nueva, sostenía una taza de té en sus manos y parecía un poco infantil.

 

La mirada de Duan Baiyue se suavizó de inmediato.

 

Con una reverencia, el eunuco Sixi se retiró, cerrando la puerta del patio para los dos.

 

Chu Yuan dijo: "Cuéntame, ¿qué más está pasando con Qiu Ji?"

 

"Se trata de su enemistad con Lan Yizhan. Hablaremos de ello con calma cuando te recuperes, no hay prisa", dijo Duan Baiyue. "En este punto, dos cosas son importantes: la conexión entre la perla Fen Xing y el Fen Xing Ju, así como los planes de Chu Xiang.”

 

Chu Yuan asintió: "Primero, cuéntame sobre Fen Xing."

 

"El Fen Xing Ju es una técnica secreta para usar la fuerza interior. En la Residencia del Norte, Yao’er tuvo la suerte de aprenderlo del anciano Xuan Tian.” Duan Baiyue dijo: “Sin embargo, en la isla de Chaoya, hay otro estilo de kung fu llamado el Juego de la Estrella Vertical*.”

(N/t: Zong Xing Ju = juego de la estrella vertical)

 

Chu Yuan frunció el ceño ligeramente.

 

"Cuando Qiu Ji y Lan Yizhan fueron por primera vez a la mar para convertirse en maestros, él atrajo deliberadamente a Lan Yizhan para que practicara el juego de la Estrella Vertical.” Duan Baiyue dijo: “Todos en Jianghu aseguran que el Fen Xing puede hacer que una persona sea poseída por espíritus malignos, pero nadie sabe que el verdadero arte demoníaco es el juego de la Estrella Vertical.”

 

Chu Yuan preguntó: "¿Lan Yizhan también fue poseído por eso?"

 

Duan Baiyue asintió: "Sin embargo, él era naturalmente piadoso. Incluso cuando pisó el camino de la oscuridad, no perdió la esperanza: siempre quiso practicar la habilidad neutralizante, que es el juego de Fen Xing. Es una pena que el anciano Xuan Tian no lo supiera entonces. Aunque Qiu Ji había robado el método del Corazón del Fen Xing, se negó a entregárselo a Lan Yizhan. Todo el viaje de los dos estuvo marcado por robos, y gradualmente un rumor comenzó a extenderse a través de Jianghu de que Lan Yizhan era un demonio. Sin que él lo supiera, nueve de cada diez calamidades fueron sembradas por Qiu Ji.”

 

"Es un crimen imperdonable", dijo Chu Yuan.

 

"Posteriormente, Lan Yizhan se suicidó desesperado, y Qiu Ji finalmente logró lo que quería: ganó la gloria de un héroe", dijo Duan Baiyue. "Pero para derrotar a Lan Yizhan, usó muchos insectos gu para aumentar su fuerza interior, lo que posteriormente cambió su rostro más allá del reconocimiento. Para salvar su reputación, se retiró del Jianghu, se instaló en un pueblo fantasma, atrapó a un sirviente para sí mismo y escuchó día tras día mientras elogiaba al famoso guerrero Qiu. Ya estaba un poco loco.”

 

"¿Por qué quiere regresar al Jianghu?" preguntó Chu Yuan

 

"Lan Yizhan era el único que podía hacer brillar a Fen Xing y para llegar al fondo del misterio de por qué está sucediendo esto, Qiu Ji no quemó su cadáver, sino que lo colocó en la Montaña del Ataúd de Jade.” Duan Baiyue dijo: “Habiendo cometido tantas malas acciones, estaba constantemente atenazado por el miedo y no encontraba paz en nada. Así que tomó varias décadas, hasta que de repente escuchó un rumor de que Fen Xing había sido robado de la Torre Xuanji. Y, por supuesto, decidió que era Lan Yizhan quien había resucitado de entre los muertos y sólo estaba esperando una oportunidad para vengarse. Es por eso que tomó el nombre falso de Sai Pan'an y conspiró con el demonio del Jianghu: por un lado, quería encontrar al anciano Mu Chi para ayudarlo a abrir la entrada a la Montaña del Ataúd de Jade, y por otro lado, organizó un torneo de ajedrez con el Fen Xing Ju en la calle más concurrida de la capital. Quería atraer a Lan Yizhan.”

 

"No sólo se volvió loco", dijo Chu Yuan. "Está completamente fuera de control.”

 

"Qiu Ji estaba originalmente loco", dijo Duan Baiyue. "Cuando Lan Ji resucitó y vino a mí con veneno para cadáveres en busca de venganza, también era parte de su plan. Luego se trasladó al sur y se hizo a la mar a través de la ciudad de Guanhai para ir a Nanyang. Allí se refugió con Chu Xiang, a quien había conocido previamente en Chaoya.”

 

"¿Chaoya y Chu Xiang?" Chu Yuan se sorprendió.

 

"Esa es la segunda cosa importante", dijo Duan Baiyue. "Aunque el reino de Feimian está oculto, y será muy difícil para los forasteros penetrarlo, todavía está demasiado lejos del Gran Chu. Debido a esto, Chu Xiang envió a sus hombres a ocupar la isla Chaoya, los mismos hombres con túnicas negras.”

 

"¿Entonces Chu Xiang es la causa de todos los problemas en Chaoya?" Preguntó Chu Yuan.

 

"No es el único. Si no fuera por la ociosidad y el parasitismo de los isleños, el extraño nunca habría recibido tal oportunidad,” dijo Duan Baiyue. “Para Chu Xiang, la invasión de Chaoya fue realmente un muy buen negocio. En primer lugar, puede resultar que realmente hay oro y, en segundo lugar, incluso si no hay tesoros en la isla, todavía tiene una ubicación extremadamente ventajosa: todos los alrededores están bañados por las aguas del Gran Chu.”

 

Chu Yuan frunció el ceño.

 

"¿En qué estás pensando?" Duan Baiyue le preguntó.

 

Chu Yuan se reclinó en su silla: "Antes, debido a la influencia que tenía el clan Liu, salvé la vida de Chu Xiang y Liu Jinde, pero ahora ha traído un montón de problemas.”

 

Duan Baiyue dijo: "Si no quieres preocuparte por eso, yo…"

 

"Estos son asuntos del Gran Chu", Chu Yuan frunció los labios. "No debería molestar al Rey del Suroeste.”

 

Duan Baiyue lo miró y sonrió.

 

Chu Yuan levantó el mentón: “Quítate la máscara.”

 

Duan Baiyue se congeló.

 

Chu Yuan dijo: "Sé que estás feo, pero no te veías muy bien antes, así que quítatela.”

 

Duan Baiyue dijo: "Todavía no he terminado de hablar sobre Qiu Ji.”

 

Chu Yuan comenzó a enojarse: “La desobediencia es un delito que se castiga con la muerte.”

 

Duan Baiyue: “……”

 

Entonces Chu Yuan extendió resueltamente su mano.

 

El primer impulso de Duan Baiyue fue retroceder, pero de repente cerró los ojos.

 

Chu Yuan le quitó cuidadosamente la máscara.

 

Había silencio por todas partes.

 

Después de unos momentos, Chu Yuan comentó: "En comparación con la cicatriz de la última vez, cuando tratabas de esconderte de Jin Shu, todavía te ves mejor.”

 

Duan Baiyue abrió lentamente los ojos.

 

Chu Yuan volvió a hablar: “Demasiado excéntrico, pero está bien.”

 

Duan Baiyue no sabía si reír o llorar.

 

Chu Yuan tiró la máscara a un lado y se acercó, mirándola.

 

Duan Baiyue se sacudió y se puso de pie de un salto.

 

Chu Yuan golpeó la mesa.

 

"Es venenoso", explicó Duan Baiyue. "Shifu ya me ha dicho que mantenga mi distancia de ti."

 

"Si te miro cuidadosamente, ¿cuánto acortará mi vida?" Preguntó Chu Yuan. "¿Tres años o cinco años?”

 

Duan Baiyue: “……”

 

‘No parece ser el caso.’

 

Chu Yuan entrelazó sus dedos.

 

Duan Baiyue volvió a sentarse a la mesa.

 

"Ahora termina de contarme sobre Qiu Ji", ordenó Chu Yuan.

 

Debido al hecho de que su rostro quedó desprotegido, Duan Baiyue se sintió fuera de lugar.

 

Pero Chu Yuan no parecía darle ninguna importancia a esto: continuó escuchando, apoyando su mejilla con la mano, como si la cara frente a él nunca hubiera cambiado.

 

No salieron hasta la hora del almuerzo.

 

Chu Yuan se fue sólo en busca de Sixi.

 

De vuelta en su habitación, Duan Baiyue se quitó la máscara y vacilante tomó un espejo de bronce de la mesa.

 

La cara que se reflejaba en ella todavía estaba cubierta con un patrón azul, lo que le daba a la apariencia una ferocidad aterradora. Él mismo era incapaz de entender lo que había sucedido. Anteriormente, incluso en la Mansión del Suroeste, tenía que usar una máscara todo el tiempo, entonces, ¿por qué de repente aceptó exponer su verdadero rostro frente a su ser querido? Justo ahora, mirando la expresión de su rostro, escuchando su voz, de repente sintió que esto no era tan importante. Era como si hubiera sido hechizado, y no había ningún problema para quitarse la máscara.

 

Nan Moxie asomó su cabeza por la ventana: "¿Te has estado mirando durante tanto tiempo, quieres ir a elegir una cortesana?"

 

La cara de Duan Baiyue se congeló y soltó el espejo.

 

Nan Moxie llamó: "Vamos, el clima no es malo hoy, salgamos al mar, miremos a nuestro alrededor.”

 

Duan Baiyue negó con la cabeza: “Shifu se está preocupando demasiado, no estoy molesto por esta cara.”

 

"No hay nada de qué molestarse", dijo Nan Moxie “Tian Chen Sha ya está cerca: extiende tu mano, y después de aceptarlo, pasarán seis meses y tu apariencia será restaurada. Quién sabe, tal vez te vuelvas aún más apuesto que antes, y podrás ganar dinero vendiendo tus retratos.” No pudo contenerse y se frotó las manos: ‘Una riqueza incalculable está a la vuelta de la esquina.’

 

Duan Baiyue cerró la ventana.

 

Permaneciendo de pie en el patio, Nan Moxie suspiró y se lamentó. ‘Rebelde’

 

 

 

A medida que pasaba el tiempo, Sikong Rui regresó a la isla, un paso por delante de Duan Yao.

 

"¿Descubriste algo?" Preguntó Duan Baiyue.

 

Sikong Rui caminó a su alrededor varias veces antes de suspirar con emoción y envidia: "Realmente tienes el destino de ser la Emperatriz.”

 

‘Me pregunto, si dejo que mi esposa toque la mano de Duan Baiyue varias veces, ¿podrá dar a luz a una futura Emperatriz?’

 

Duan Baiyue colocó la espada Xuan Ming sobre la mesa.

 

Sikong Rui retrocedió cautelosamente cinco pasos y dijo: "¡Está bien, está bien! Esta vez, el Señor del Cielo mismo realmente te está ayudando. Si tienes mucha suerte, incluso podrás escalar el Páramo de Yunding, tanto que ni un sólo guerrero sufrirá y tomarás posesión fácilmente de Tian Chen Sha.”

 

Duan Baiyue dijo: "¿En serio?"

 

"¿Crees que mentiría?" Sikong Rui volvió a sentarse en el banco de piedra. "¿Sabes qué es el Tiene Chen Sha?"

 

"¿Qué es?" Tan pronto como Duan Baiyue tuvo tiempo de hacer una pregunta, la puerta se abrió y Chu Yuan entró.

 

Anteriormente, quería burlarse un poco de su amigo, encendiendo su curiosidad, pero como el propio Emperador estaba parado frente a él, Sikong Rui no jugó. Se puso de pie, se agachó un poco, tomando la postura del jinete, y extendió los brazos: "Respondo a Su Majestad: ¡es una piedra tan grande!”

 

Chu Yuan: “……”

 

‘¿No está un poco mal este tamaño?’