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Viejos asuntos
Pasaron diez días los cuales se sintieron
extensos y a la vez, digamos que breves.
En el octavo día Duan Yao aprendió todos los
movimientos, también el anciano dijo, que siempre y cuando siguiera practicando
después de regresar al Suroeste, con extraordinario talento podría tardar uno a
dos años para comprender todo el conjunto de kung fu y no habrá necesidad de
volver en el futuro.
Pero en el noveno día, Duan Yao siguió
acudiendo puntualmente, con algo de comida en las manos.
El anciano miró aturdido frente al tablero de
ajedrez, vio quién venía y agitó las manos: “No tengo nada más que enseñarte”
“No estoy aquí para aprender Kung Fu”. Duan Yao
se sentó frente a él. “Aunque mi shifu no me deja reconocer a otros, este
anciano me enseñó un conjunto de movimientos mentales y de fuerza interna, así
que debo agradecerle”.
“De acuerdo” El anciano sonrió de forma
enigmática. “¿Cuándo volverás al suroeste?”
“Pasado mañana”. Duan Yao abrió la caja de
comida y entró a la casa para hacer una taza de té.
El anciano miró los platos y sacudió la cabeza:
“debe haber costado mucho dinero”.
Duan Yao contuvo la respiración y dijo: “Mn”.
“No sirve de nada llorar cuando te estas
aventurando en el Jianghu”, el anciano cogió un tazón de fideos con bolas de
pescado y se esforzó por masticarlos: “jovencito, eres bueno en todo, pero esto
es lo único que debes cambiar”.
“Anciano”. Duan Yao dijo: “permítame encontrar
un médico para usted”.
El anciano sigue negando con la cabeza: “a mi
edad, ya casi es hora de que me vaya. Aunque las personas de este palacio son amables,
cada uno tiene sus propios asuntos que atender. Llevo aquí casi diez años y necesito
comer y vestirme todos los días, sólo debo este favor y tengo que esperar hasta
la próxima vida. ¿De qué sirve gastar dinero y esfuerzo en medicinas, para
vivir unos pocos años más?”
Duan Yao sugirió: “¿Por qué no volvemos juntos
a la Mansión del Suroeste? Hay más gente y está más animada.”
El anciano se sonrió entre dientes: “Niño
tonto, me equivoqué hace un momento, este amable corazón tuyo no es adecuado
para Jianghu, tu hermano sería más apto”.
Duan Yao se mordió los labios.
“Hay demasiados viejos lamentables en este
mundo, no puedes ocuparte de todos”. El anciano dijo: “es mejor que regreses
pronto al Suroeste y acompañes a tu hermano”.
Duan Yao asintió, no dijo nada más. Acompaño al
anciano mientras comían. Después de la cena, recogió los platos y se marchó.
El anciano observó cómo su espalda se iba
alejando poco a poco. Primero sonrió y luego recordó su juventud, pero cuando
volvió en sí, ya estaba llorando.
En la mañana siguiente, Duan Yao empacó su
pequeño equipaje y se dirigió a los aposentos imperiales.
Chu Yuan le estaba esperando para desayunar
juntos.
Habían acordado ir juntos a visitar al anciano,
por lo que el ambiente en la mesa del comedor no era tan agradable como antes.
Duan Yao bajó la cabeza y dio un mordisco al bollo relleno al vapor, bebió un
sorbo de gachas, luego levantó los ojos y miró furtivamente.
Chu Yuan no pudo evitar reírse: “¿qué pasa, no
se ajusta a tu gusto? o ¿estás enojado conmigo?”
Duan Yao casi se atraganta.
“Si no estás contento, sólo dilo”, Chu Yuan le
dio unas palmaditas en la espalda, “te considero mi hermano, Xiao Jin nunca ha sido
tan comedido, si algo lo hace sentir infeliz, me temo que todo el palacio sería
desmantelado.
Duan Yao dijo: “Si hablo, ¿el Emperador estará
dispuesto a escuchar?”
Chu Yuan negó con la cabeza: “puede que no esté
dispuesto, pero si hablas, te sentirás más a gusto”.
“Entonces todavía no hablaré”. Murmuró Duan
Yao.
Chu Yuan tomó con los palillos un huevo salado
y se lo dio, pensando que Duan Yao era un poco gracioso.
Duan Bai Yue y Duan Yao eran hermanos de sangre,
pero sus temperamentos eran completamente diferentes, quién sabe cómo los
criaron cuando eran más jóvenes.
Duan Yao comió muy despacio.
Pero por muy despacio que fuera, llegaría un
momento en que deba terminar. Después de tragarse el último bocado de bollo, el
Joven Príncipe Duan involuntariamente siguió a su cuñada mientras caminaban
hacia el pequeño y remoto.
Lord Liu que regresaba de su paseo, se
sorprendió mucho cuando lo vio desde la distancia. Después de pensarlo durante
mucho tiempo, se preguntó si el Emperador estaba tratando de retener a Duan Yao
como rehén, pero observando cuidadosamente, no lo parecía que fuese así. Decían
que el Joven Príncipe Duan tenía grandes habilidades para el kung fu y que era extremadamente
obstinado. Para él, demoler casas con las manos desnudas no era un problema, ni
siquiera el viejo Rey Duan podía controlarlo. El Rey del Suroeste a menudo tenía
dolores de cabeza debido a esto. El Emperador no debería estar pidiendo
problemas como este.
‘Debería preguntarle a Lord Tao sobre este tipo de asuntos.’
En el pequeño patio, el anciano todavía estaba
tomando el sol, pero no había piezas en el tablero de ajedrez frente a él. Se
cambió a ropa nueva, su cabello estaba bien peinado y su rostro rara vez tenía
un poco de sangre.
“Anciano”, Duan Yao se sintió culpable.
“Pensé que vendrías antes”. No había sorpresa
en el rostro del anciano, “este anciano saluda a Su Majestad”.
Duan Yao estaba sorprendido: “¿anciano sabía
que íbamos a venir?”.
“No lo sabía antes, lo supuse ayer”. El anciano
dijo: “en las cajas de comida había bocadillos que sólo se encuentran en la
costa Sureste, que son difíciles de encontrar en la ciudad de Yunde, así que
supongo que te tomaste muchas molestias para poder comprarlos todos. Si no hubieras
adivinado algo, ¿por qué te habrías tomado tantas molestias sólo para darme un
bocado de mi ciudad natal?”
Duan Yao: “...”
“Desde el primer día que te enseñé, he dicho
que la amabilidad es algo bueno, pero también podría no serlo”. El anciano
dijo: “si realmente quisiera irme, habría encontrado la forma de abandonar este
palacio después de esa comida, así que ¿no habrías hecho un viaje hoy para nada?”.
Duan Yao inclinó la cabeza con sinceridad.
Chu Yuan dijo: “no debería haber perturbado la
paz y la tranquilidad de este anciano. Sin embargo, hay algunas cosas que tengo
que preguntar”.
El anciano asintió: “Por favor, dígame, Su
Majestad”.
Chu Yuan fue al grano y dijo: “¿es su
Excelencia Xuan Tian?”.
Duan Yao se sorprendió.
El anciano asintió: “Sí”.
Duan Yao: “…”
¡¿De dónde vino este rumor? ¿por qué no sabía nada
de esto?!
“Realmente es este anciano”, Chu Yuan entendió
claramente, “No es de extrañar que sepa tanto sobre los asuntos de Chao Ya y el
Fen Xing Ju”
“Sé sobre los asuntos de Chao Ya hace muchos
años. El anciano dijo: “He estado lejos de allí por más de diez años y no hay
forma de saber cómo van las cosas en estos días”.
“El Rey del Suroeste me dijo una vez que este
anciano quería que destruyera esa isla”. Chu Yuan dijo: “¿Por qué?”
“Porque ahí reina el caos”. El anciano suspiró:
“mis habilidades sin limitadas, era una persona mediocre, pero me tenía en gran
estima. Después de estar embrollado durante más de una década, la facción del norte
fue destruida y también toda la isla de Chao Ya”.
Chu Yuan frunció el ceño ligeramente.
La isla está dividida en dos facciones, el norte
y sur. La facción del sur protege la isla con artes marciales y la facción del norte
sale al mar para ganarse la vida. Debería haber sido una relación de dependencia
mutua. Pero luego, la facción del sur, apoyándose en unos cuantos movimientos
de artes marciales, quiso tragarse entera a la facción del norte. En ese
momento, el líder de la facción del norte era el padre de Xuan Tian. Para
competir con la facción del sur, escondió a su hijo de ocho años en un barril
de madera, lo embarcó en un buque mercante, enviándolo a otra isla para que
aprendiera.
El talento de Xuan Tian es extremadamente
bueno, pudo derrotar a todos sus hermanos mayores cuando tenía diez años y
luego siguió otro barco hasta el Gran Chu, donde tomó como maestro a una
persona aún más poderosa. Junto con un libro secreto de artes marciales transmitidos
por los antepasados de Chao Ya que su padre le robó a la facción del sur, se
convirtió en un maestro supremo cuando tenía poco más de veinte años, pero
nunca mostró sus talentos, por lo que nadie lo sabía.
“Después de terminar mis estudios, regresé a la
isla Chao Ya y lideré a la facción del norte para revivir y recuperar lo que se
había perdido”, dijo Xuan Tian, “es sólo que no importa cuán bueno sea tu kung
fu, todavía no puedes comer o ni vestir con eso, así que pasaron otros veinte o
treinta años. Más tarde, el líder de la facción del sur, Bai Lu, se hizo a la
mar en busca de comida, y se confabuló con la gente de Nan Yang para ir a la
isla y masacraron a la facción del norte. Después de que me hirieran y cayera
al mar, un trozo de madera flotante me golpeó hasta dejarme inconsciente.
Cuando desperté, había sido rescatado por un barco mercante. Pensaron que era
un viejo pescador que había naufragado, así que me llevaron de regreso al Gran Chu
y me enviaron a una sala de caridad en la cuidad Da Kun.”
“Ciudad Gran Kun está en el sureste, no muy
cerca de Ciudad Yunde.” Chu Yuan dijo.
“Se puede llegar, caminando, descansando y
mendigando comida por todo el camino”, respondió Xuan Tian.
“¿Por qué has venido aquí?, ¿es por esa anciana
que vive fuera de la ciudad?”, Preguntó Chu Yuan nuevamente.
Bajo los ojos de Xuan Tian destelló una rara
oleada de emociones.
“Anciano, no se preocupe, no molestaré a la
anciana”, dijo Chu Yuan, “Es sólo una pregunta”.
Xuan Tian dijo: “le debo demasiado en esta
vida, aun así, soy incapaz de pagarle incluso hasta la muerte”.
Chu Yuan dijo: “esa anciana está muy bien ahora”.
Xuan Tian asintió: “lo sé”.
“Así que este anciano ya no tiene que
preocuparse por eso”. Chu Yuan se sentó frente a él, “aunque no puedan
permanecer juntos, saber que a la otra parte le está yendo bien y poder
observar desde lejos, también puede considerarse una bendición”.
Xuan Tian dijo: “¿qué más quiere saber el Emperador?,
siempre y cuando no la moleste, sólo pregunte”.
“¿De dónde vienen esas personas de Nanyang que llegaron
a la isla? preguntó Chu Yuan.
Xuan Tian negó con la cabeza: “realmente no lo
sé. Son competentes en la formación de matrices y trampas, además de ser
extremadamente buenos para hacer veneno. Aunque era muy hábil en kung fu ese
momento, aun no podía defenderme contra ellos”.
Chu Yuan dijo: “A los ojos de este anciano,
¿para qué fueron a la isla?”
“¿Para qué otra cosa podría ser?” Xuan Tian
dijo: “Por supuesto que es por los rumores del tesoro. Yue Ming Gu estaba en
manos de los ancianos de la facción norte, pero si ellos mueren, la última pista
para encontrar el mapa del tesoro se perdería. Lo que ocurrió después no puedo
decirlo con seguridad”.
“Este anciano llegó a este Palacio del Norte
hace más de diez años, así que supongo que no sabía que la gente de Chao Ya
entró al palacio”, dijo Chu Yuan.
Xuan Tian dijo: “escuché a un sirviente de aquí
mencionarlo. Antes de salir de Chao Ya, la facción del norte había sido
masacrada. Presumiblemente, todas las personas de Chao Ya que ingresaron al palacio
hace diez años eran de la facción del sur”.
“Pero en ese momento, plantaron el Yue Ming Gu”,
dijo Chu Yuan.
Xuan Tian frunció el ceño al escuchar esto.
Chu Yuan dijo: “de acuerdo con lo que dijo el anciano,
todo el Yue Ming Gu debería estar en manos de la facción norte”.
“Debería ser así”. Xuan Tian dijo: “cuando el
rey Duan vino a preguntarme, yo también estaba desconcertado por eso, pero en
ese momento él también llevaba mucho Gu Chong en su cuerpo, así que pensé que
el Gu afligía a Su Majestad no provenía de Chao Ya”.
‘Después de todo, el Jianghu y Chu son tan
grandes, que nadie se atrevería
a decir que sólo Chao Ya tiene Yue Ming Gu’.
“Si fuera sólo yo, estaría bien”, dijo Chu
Yuan, “pero hace unos días, un grupo de personas de Chao Ya vino a Gran Chu en
secreto y en el camino, tuvieron una discusión con un hombre Jianghu quien
también fue infectado por Yue Ming Gu”.
“¿Gente Chao Ya?”, Xuan Tian estaba
desconcertado, “¿Por qué vinieron al país de Gran Chu en secreto?”
“Todavía están bajo arresto domiciliario en el
palacio y los interrogaré cuando regrese”. Chu Yuan dijo: “¿quiere este anciano
volver al Gran Chu conmigo? Sería bueno averiguar qué sucedió exactamente en la
isla en los últimos diez años”.