DWGL - 38: Prefectura de Cangnan


Haz click en la imagen para volver a la lista de capítulos.

 

Tan pronto como el Fenxing se alejó de Tu Bujie, su resplandor comenzó a desvanecerse gradualmente, devolviéndola a su apariencia antiestética habitual.

 

Duan Baiyue lo sostuvo en la palma de su mano mientras miraba la cortina de la cama. El sueño no le llegaba. En la oscuridad de la noche, salió de la posada, con la intención de relajarse y poner en orden sus pensamientos, y no se dio cuenta de cómo sus pies lo conducían al palacio.

 

Seguía siendo el mismo camino bien explorado, y los mismos pocos guardias imperiales de guardia.

 

Al escuchar los pasos, Chu Yuan abrió los ojos, pero no emitió ningún sonido.

 

“¿Sabías que era yo?” Duan Baiyue estaba sentado junto a la cama.

 

Chu Yuan lo miró: “¿Qué sucede?”

 

"Nada, simplemente no podía dormir”.

 

"¿Por eso viniste a perturbar el sueño de los demás?" Chu Yuan sonrió.

 

"He traído vino", dijo Duan Baiyue.

 

“¿Qué tipo de vino?” Chu Yuan se sentó.

 

"Yunguang", dijo Duan Baiyue. "Es bastante fuerte”.

 

“¿Lo hiciste tú mismo?” Chu Yuan extendió la mano.

 

Duan Baiyue descorchó una pequeña bolsa de vino y se la entregó.

 

Chu Yuan tomó un sorbo e hizo una mueca: "Este vino no es bueno para la salud si se bebe en exceso.”

 

"Por eso, solo traje uno", respondió Duan Baiyue. "Cuando estás dando vueltas y vueltas en la cama sin poder dormir. Puede alejar las preocupaciones”.

 

Chu Yuan negó con la cabeza: "No, no puedes beberlo ahora, y tampoco puedes beberlo en el futuro".

 

"Que así sea", Duan Baiyue no insistió, de todos modos, no había venido aquí solo a beber vino en primer lugar.

 

"Dime, ¿Qué ha pasado?", Chu Yuan dejó la bolsa de vino a un lado.

 

"Esta noche, Fenxing estaba brillando de nuevo", dijo Duan Baiyue vacilante.

 

Chu Yuan se sorprendió: “¿Por qué? ¿Reaccionó ante ti?”

 

“……”

 

Duan Baiyue era muy reacio a hablar de Tu Buji.

 

Chu Yuan frunció el ceño: "¿Pasa algo malo?"

 

"No es que sea malo, es solo un poco vergonzoso", Duan Baiyue volvió a tener dolor de cabeza mientras describía lo que había sucedido.

 

Chu Yuan: “……”

 

Duan Baiyue dijo: "Averiguaré la causa de esto".

 

"¿Podría ser porque tu pariente y yo hemos interactuado con la gente de Chaoya?" Chu Yuan reflexionó.

 

"Él no es mi pariente", refutó Duan Baiyue de inmediato.

 

Chu Yuan le dio una palmada en el pecho: "¡Escucha la segunda parte de la oración!"

 

Duan Baiyue asintió: "Es posible", este pensamiento lo hizo sentir mucho más tranquilo.

 

"En ese caso, las palabras de Sai Pan'an de que todos los que podían hacer brillar a Fenxing ya habían muerto en Chaoya tienen sentido", dijo Chu Yuan. “¡Ah! y una cosa más. Antes de irme a la cama, envié gente a averiguarlo. El magistrado prefecto de Cangnan es Yu Shu, quien lentamente, paso a paso, se trasladó a esta posición desde la cabeza del condado. Y aunque no tiene ningún logro destacado, tampoco ha cometido faltas graves. Sin embargo, nada se puede decir con certeza con solo mirar los registros”.

 

"… Yu Shu", dijo Duan Baiyue. "Está bien, iré a investigar".

 

Chu Yuan se recostó en la cama: "Así que ahora estoy completamente despierto. ¿De qué más quieres hablar?”

 

"¿No estás enojado porque te desperté?"

 

"No soy un niño", dijo Chu Yuan con una sonrisa.

 

"¡Oh!... bueno, si ese es el caso…" Duan Baiyue se acostó cerca de él. “¿Vamos a hacer cosas de adultos, entonces?”

 

Todavía acostado en la cama, Chu Yuan dijo lánguidamente: "Si-…”

 

“…Xi” Duan Baiyue terminó para él.

 

Chu Yuan se cubrió la cabeza con la manta, riendo fervientemente.

 

Duan Baiyue lo palmeó y también se rio cuando lo miró. Sin embargo, por alguna razón, su corazón estaba vacío.

 

"Sixi se ha ido a descansar. La próxima vez, dejaré a alguien más en la puerta", se rio Chu Yuan, con la cara ligeramente roja. "Una persona especial encargada del castigo para llevarte al Palacio Frío.

 

"No iré al Palacio Frío, me quedaré aquí contigo", lo miró Duan Baiyue. "Si vuelvo al Suroeste, no sé cuándo podremos volver a vernos”.

 

La expresión de Chu Yuan se congeló.

 

"Está bien, está bien, no hablemos de eso", Duan Baiyue estaba acostado a su lado. "Duerme, estaré contigo".

 

"¿Cuándo vas a volver al Suroeste?" Chu Yuan preguntó en voz baja.

 

"Por lo menos, primero tenemos que averiguar cómo Chaoya y Fenxing están relacionados, y luego está la Montaña del Ataúd de Jade, Lan Yizhan, y Sai Pan'an, quien estableció la ubicación de Fenxing, con la esperanza de hacerlo aparecer. Definitivamente, él también tiene algo que ver con Fenxing.

 

“¿Cuánto tiempo se necesita?” Chu Yuan volvió a preguntar.

 

"Es difícil de decir", Duan Baiyue tomó su mano y se la llevó a los labios. "Si es rápido, tal vez de tres a cinco meses, y si es lento, es de tres o cinco años, o tal vez incluso más lento, treinta o cincuenta años. Y para ese momento, ya no seré el Rey del Suroeste, te llevaré conmigo, montaremos a caballo y admiraremos las flores. Compensaremos la libertad y la felicidad perdidas en las últimas décadas.”

 

Chu Yuan de repente sintió que las lágrimas brotaban de sus ojos y trató de ocultarlo con la risa: "Dentro de treinta o cincuenta años, serás un anciano.”

 

“¿Y qué?” Dijo Duan Baiyue. "Tú también serás viejo y no debería importarnos.”

 

Chu Yuan lo abofeteó y estaba a punto de darse la vuelta, pero lo agarraron firmemente y fue llevado suavemente a los brazos de Duan Baiyue.

 

“……”

 

La habitación estaba muy silenciosa y nadie dijo una palabra.

 

Sintiendo la humedad en su pecho, Duan Baiyue lo abrazó aún más fuerte.

 

Comenzó un aguacero con tormenta eléctrica, el viento penetró en la habitación y apagó la vela. En este crepúsculo, parecían escuchar los latidos del corazón del otro.

 

Duan Baiyue era muy consciente de que no solo quería esto, sino que también sabía que, si llegaba a cualquier extremo, no podría soportar separarse de él.

 

Después de todo, en su posición, incluso si se apoyan mutuamente y sus sentimientos son mutuos, sería un lujo pensar y decir que estarán juntos para siempre.

 

Después de un rato, la respiración del hombre en el abrazo se volvió profunda.

 

Duan Baiyue lo envolvió en una manta y lo abrazó de nuevo.

 

Sus labios tocaron ligeramente los suyos.

 

Uno fingió que había sido accidental.

 

El otro fingió no despertarse.

 

Tres días después, Duan Baiyue y Duan Yao fueron a la prefectura de Cangnan.

 

Nan Moxie también se llevó a Tu Bujie con él y fue a la Montaña del Ataúd de Jade para averiguarlo de una vez por todas.

 

La prefectura de Cangnan era famosa por sus magníficas peonías de las que estaban llenas las ciudades. Duan Yao se llenó de alegría y ya estaba pensando en dónde ir a caminar por la noche.

 

En el restaurante, Duan Baiyue pidió una mesa llena de platos y una canasta de bollos al vapor rellenos de pasta de frijoles dulces, y pagó el doble para hacerlos en forma de sapos.

 

El panadero se paró frente a la tabla de la cocina, luchando por recordar cómo se veían esas ranas de los campos, suspirando en el camino sobre lo difícil que era complacer a los clientes en estos días. La última vez, el líder de Palacio Perseguidor de las Sombras pidió que los bollos tuvieran forma de conejos. Quién hubiera pensado que alguien más los querría en forma de sapos.

 

‘Qué gustos tan peculiares.’

 

"Sé bueno. Mira, esta es tu forma favorita", Duan Baiyue le entregó un bollo caliente.

 

Duan Yao preguntó cautelosamente: "¿Qué tengo que robar esta vez?"

 

"Una persona", dijo Duan Baiyue.

 

"¡¿Quieres que robe a una persona?!" Duan Yao exclamó enojado.

 

Su exclamación fue un poco fuerte, lo que inmediatamente atrajo la atención de los clientes en las mesas vecinas. Había un estrépito de desaprobación por todas partes: ‘¡La decadencia de la moral bajaba cada día! ¡Incluso la cuestión de tomar un amante se discute tan abiertamente y sin vergüenza!’

 

“……”

 

"¡Ya ves!” Duan Yao lo pateó furiosamente debajo de la mesa.

 

"No estoy bromeando", dijo Duan Baiyue. "¿Conoces a Jing Liutian de la Torre Feiluan?"

 

“¿Por qué habría de conocerlo?” Duan Yao mordió un bocado de bollo al vapor.

 

El Rey Duan estaba un poco entristecido. Porque él tampoco lo conocía.

 

En cuanto a por qué declaró anteriormente que lo conocía... Dependía de quién preguntara. Si era un ser querido quien preguntaba al respecto, entonces incluso si Jing Liutian o el Rey del Infierno, el Rey del Suroeste todavía tenía que conocerlo.

 

"¿Es realmente necesario robar a una persona para conocer al dueño de la torre Feiluan?" Dijo Duan Yao. "Solo envíale una invitación. No hay necesidad de preocuparse de que te rechace y te cierre las puertas”.

 

"La torre Feiluan solo abre sus puertas una vez cada tres meses y solo acepta diez pedidos. La última vez que se abrieron las puertas fue hace un mes", respondió Duan Baiyue. "En muchos años, nunca han hecho una excepción.”

 

"Tan misterioso", Duan Yao frunció el ceño y comenzó a quejarse. "Si no lo conoces, ¿por qué no encontraste a alguien que moviera los hilos correctos de antemano?"

 

‘¿Te precipitaste a toda prisa en un viaje con este clima infernal y, además, te quedaste sin nada?’

 

"Cállate".

 

Duan Yao: “……”

 

Duan Baiyue continuó: "Vayamos a la torre Feiluan esta noche y veamos si está allí".

 

Duan Yao aprovechó la oportunidad para burlarse: “No creo que esté allí”.

 

Duan Baiyue le dio una bofetada en la cara.

 

De todos modos, la tía Jin no lo ve, por lo regañaría.

 

“……”

 

Después de terminar todos los platos servidos, Duan Yao se sentó en la ventana que se abría con satisfacción. Mirando hacia abajo, dijo desconcertado: "¿A dónde va toda esta gente?"

 

Al mirarlo, Duan Baiyue inmediatamente vio a la gente corriendo en la misma dirección y comentó con indiferencia: “Hace poco hubo un festival de peonías.”

 

"Admirar las flores no es lo mismo que admirar las linternas por la noche", dijo Duan Yao. "Además, mira las expresiones de sus rostros, no parece algo bueno”.

 

Duan Baiyue frunció el ceño ligeramente.

 

Resultó que algo realmente malo había sucedido.

 

Dos horas antes, el prefecto de Cangnan fue encontrado asesinado en su oficina.

 

Duan Yao suspiró: "Parece que alguien se nos adelantó".

 

"Vamos", Duan Baiyue tomó su sable. "Vamos a ver qué está pasando allí.”

 

El cadáver del magistrado había estado rodeado por tropas gubernamentales durante mucho tiempo, y una multitud de ciudadanos se reunió a su alrededor, que no dejaba de preguntar por las razones de lo sucedido.

 

Duan Baiyue y Duan Yao se colaron en el edificio a través del patio trasero. Había bastantes personas adentro: además de la esposa y los hijos de Yu Shu, también había soldados y un forense. Hubo un tumulto, un estruendo y exclamaciones de que no se podían encontrar pistas.

 

"Es mejor volver en la noche", sugirió Duan Yao.

 

Duan Baiyue asintió y los dos salieron juntos del edificio.

 

Después de caminar tres callejones, Duan Yao de repente frunció el ceño: "¿Alguien nos está siguiendo?"

 

"¿Te diste cuenta de eso ahora?" Duan Baiyue sonrió. "Nos notaron cuando estábamos viendo el cuerpo del magistrado, pero no es un gran problema”.

 

Duan Yao se dio la vuelta abruptamente.

 

Detrás de él había un hombre vestido de blanco y con un abanico en la mano. Sin esconderse ni disimular, solo los miró con frialdad.

 

"Una túnica blanca y un abanico de jade. Debe ser el líder de la torre Feiluan", dijo Duan Baiyue. "Pido disculpas por nuestros modales.”

 

“¿Quién es este caballero?” Preguntó Jing Liutian.

 

"Solo alguien de la Mansión del Suroeste.”

 

"¿Mansión del Suroeste? ¿Rey Duan?” Jing Liutian frunció el ceño, mirándolo. Este hombre, su apariencia y modales parecían coincidir con la forma en que lo describían, pero la espada que sostenía en sus manos parecía demasiado ordinaria, y menos se parecía a la legendaria Lie Yun.

 

"A decir verdad, el propósito del viaje de este rey era reunirse con el líder Jing, sin embargo, no esperaba que nos encontráramos aquí”.

 

"¿La muerte de Yu Shu tiene algo que ver contigo?" Preguntó Jing Liutian.

 

Duan Baiyue negó con la cabeza.

 

"Si realmente no tiene nada que ver contigo, entonces me gustaría invitarle a la Torre Feiluan para tomar una copa de vino. Sin embargo, si tiene algo que ver contigo, Yu Shu, mi cliente, fue asesinado sin ninguna razón, y definitivamente descubriré la verdad", recordó Jing Liutian.

 

"Este rey no quería que Yu Shu muriera incluso más que el líder Jing, porque algunas preguntas quedaron sin respuesta", dijo Duan Baiyue.

 

“¿Qué preguntas?”

 

"Sobre los hombres de túnicas negras.” Respondió Duan Baiyue.

 

Jing Liutian negó con la cabeza: "Me temo que la codicia excesiva puede llevarte por el camino equivocado.”

 

"El líder Jing parece saber mucho", sonrió Duan Baiyue. "Aparentemente, esta vez este rey ha encontrado a la persona adecuada”.

 

"Te equivocas. Tu humilde sirviente solo quería invitarte a tomar una copa de vino. Si desea discutir asuntos de negocios, regrese en dos meses.”

 

"El líder Jing ya ha dicho antes que quiere investigar a fondo el asesinato de Yu Shu", Duan Baiyue levantó una ceja. "Da la casualidad de que la segunda razón por la que vine aquí fue Yu Shu. En ese caso, ¿por qué no trabajamos juntos?”

 

"¿Yu Shu ofendió al Rey del Suroeste de alguna manera?" Jing Liutian preguntó sin rodeos.

 

Duan Baiyue fue bastante franco: "No me lastimó a mí, pero sí a mi amado.”

 

Duan Yao exclamó mentalmente: ‘¡Oh, general Shen!’