DWGL - 3: LLegada del Venerable Liu Dajiong


En el mundo de las artes marciales, las personas que quieren obtener Fenxing no se cuentan por cientos, si no miles, pero la mayoría de ellos ni siquiera pueden soñar con eso. Según la leyenda, la Torre Jiu Xuan Ji fue construida por un alumno de Liu Bang, el Dios de la carpintería. La torre está llena de trampas, un minuto de descuido puede costar una vida. En verdad, bastantes personas de Jianghu han muerto en ella en los últimos años, lo que ha provocado que se propaguen cada vez más rumores salvajes sobre la Torre. Duan Yao ya había oído hablar de ella, pero no estaba interesado en el mundo de las artes marciales, así que no le importaba. Era suficiente para él saber que este era un lugar increíblemente peligroso, por lo que iba a evitarlo en el futuro. Contrariamente a sus expectativas, sin saberlo, terminó en este lugar.

 

Duan Baiyue se guardó la caja de madera en la manga y se volvió para irse.

 

Duan Yao permaneció en silencio en estado de shock.

 

De la misma manera, en silencio, regresaron a la posada.

 

Antes de entrar en la habitación, Duan Baiyue le dio unas palmaditas en el hombro y dijo: "Hiciste un buen trabajo hoy, así que ve a dormir un poco."

 

Duan Yao lo rodeó, abrió la puerta y entró.

 

Duan Baiyue le recordó: “Esta es mi habitación.”

 

“Déjame echar un vistazo.” Duan Yao se sentó en la mesa y extendió su mano.

 

“¿Qué quieres ver?” Duan Baiyue fingió no saber de qué estaba hablando.

 

"A Fenxing, por supuesto", dijo Duan Yao. "¿Por qué toda esta gente de artes marciales la quiere tanto y por qué la necesitas?"

 

Duan Baiyue respondió: “No sé.”

 

“¿No lo sabes?” dijo Duan Yao.

 

"No es para mí, sino para otra persona", dijo Duan Baiyue como si fuera natural. “Dado que estamos de paso, ¿por qué no buscarla?”

 

“Qué fácil es para ti, '¡por qué no buscarla!'” Duan Yao exclamó indignado, haciendo un agujero en la mesa con su dedo. “¡¿Sabes lo peligroso que era adentro?!”

 

"No importa cuán peligroso fuera, saliste ileso de allí", objetó tranquilamente Duan Baiyue. “No te pasó nada, sólo te ensuciaste un poco.”

 

Duan Yao sintió que, si continuaba con el diálogo, esta persona lo enfurecería hasta vomitar sangre, y ni siquiera habían llegado a Wang Cheng todavía.

 

Después de regresar a su habitación, Duan Baiyue abrió la caja de madera y sacó la perla. No era suave ni de forma perfecta. La perla opaca estaba envuelta en un trapo andrajoso que parecía haber sido arrancado de la ropa de un mendigo. No parecía que tuviera algún valor.

 

Duan Baiyue frunció el ceño ligeramente. No importa cuánto lo examinó, no pudo encontrar nada inusual.

 

En la habitación de al lado, Duan Yao se lavó el polvo con esmero y cayó en un sueño profundo tan pronto como se acostó sobre la cama. Sólo se despertó a la mañana siguiente y, en lugar de buscar a Duan Baiyue, se deslizó por la ventana y deambuló sin rumbo fijo. Después de comprar una montaña de dulces, escuchar muchas historias diferentes y ordenar una mesa llena de comida en un restaurante, regresó a la posada en medio de la noche.

 

En este momento, Duan Baiyue estaba sentado a la mesa tomando té.

 

"Toma", Duan Yao colocó una botella de medicina sobre la mesa. “Hice un poco de magia en la cocina local y acabo de terminar de preparar esto.”

 

Duan Baiyue sonrió: “También pensé que olvidaste que hoy es el día quince.”

 

Sosteniendo sus mejillas con sus manos, Duan Yao se sentó junto a la puerta y comenzó a vigilarlo. Un comerciante adinerado, obviamente bebiendo en exceso, pasó por delante de la habitación, hablando de negocios en voz alta con su compañero. En el camino, notó a un joven con una espada, de trece o catorce años, que los miraba con irritación. El comerciante inmediatamente dejó de reír y se apresuró a regresar a su habitación.

 

Duan Baiyue tomó una poción medicinal y meditó en silencio en la cama. Solo dos horas después abrió los ojos de nuevo.

 

“¿Morirás?” preguntó Duan Yao mientras se apoyaba contra la puerta.

 

“No en los próximos tres a cinco años.” Respondió Duan Baiyue.

 

Duan Yao hizo un puchero: “El veneno no es tan fácil de eliminar.”

 

"Parece que no querrías que viviera mucho tiempo", dijo Duan Baiyue con una sonrisa.

 

Duan Yao bostezó ampliamente y se fue a dormir a su habitación.

 

En Wang Cheng, todos los rumores sobre el asesinato fueron resueltamente reprimidos. Como medida temporal, todos los sirvientes de Gu Li fueron trasladados al palacio. Incluso si tomaras el caballo más rápido y cabalgaras día y noche, el viaje desde la Capital Imperial hasta el Reino de Anu y de regreso tomaría al menos un mes entero. Incluso si alguien realmente quiere, no funcionará más rápido.

 

“Su Majestad”, anunció el eunuco Sixi en la entrada del Estudio Imperial. El general Shen ha llegado.

 

“¡Llámalo rápido!” Chu Yuan exclamó felizmente mientras arrojaba el informe a un lado.

 

“Por favor, entre, general Shen”, dijo suavemente Sixi, mientras le abría la puerta. “El Emperador te ha llamado porque La Corte ha estado inquieta últimamente.”

 

Shen Qianfan sonrió y entró en la habitación.

 

No hay nadie en el mundo de las artes marciales que no haya oído hablar del clan Shen. El jefe del clan, Shen Feng, es viejo y sabio, y su primer hijo, Shen Qianfeng, era increíblemente bueno en las artes marciales y, según todos los informes, era uno de los candidatos para el puesto de próximo jefe del mundo de las artes marciales. Aunque el segundo hijo, Shen Qianqian, no aspiraba a viajar por Jianghu, era un caballero elegante con una alta posición. El cuarto hijo, Shen Qianling, es brillante y animado. Se decía que cientos de flores podían brotar de su sonrisa en invierno. En cuanto al tercer hijo, fue el famoso estratega militar del país de Chu, Shen Qianfan. La contribución de la familia Shen a los asuntos del país fue invaluable, ya sea atrapando ladrones o sofocando rebeliones. Por lo tanto, se consideraba que Shen Qianfan era la persona más confiable de Chu Yuan.

 

En realidad, Shen Qianfan quería regresar a Jiangnan para visitar a sus familiares. Quién sabría que no pasaría medio mes desde el momento de su partida, cuando sería llamado de regreso a Wang Cheng.

 

"Buen trabajo, general". Chu Yuan descendió de su trono.

 

“El Emperador me halaga, cumplí con mis deberes como general. ¿Pasó algo en La Corte?” Shen Qianfan preguntó.

 

“Parece que el Clan Liu se ha movido, por lo que te he llamado. Zhen desea destruirlos de un solo golpe”, dijo Chu Yuan.

 

"¿Su Majestad ya tiene un plan?" Shen Qianfan estaba bastante sorprendido.

 

“Eso no es todo. Hay otro problema. ¿Me pregunto si escuchaste las noticias?” Preguntó Chu Yuan.

 

Shen Qianfan negó con la cabeza: “Corrí hasta aquí tan pronto como entré en la ciudad, no hablé con nadie en el camino y no escuché ningún rumor.”

 

"Mataron a Gu Li". Chu Yuan regresó a su trono.

 

"¿Es esto es obra del oficial Liu?" Shen Qianfan frunció el ceño.

 

"¿Tú crees?", Chu Yuan sonrió con frialdad. “Y Zhen piensa que sí.”

 

“¿Entonces el asesino no ha sido atrapado?” Shen Qianfan preguntó con cautela.

 

"Incluso si lo atrapamos, tendremos que fingir que no es así", dijo Chu Yuan. “¿Qué más podemos hacer?”

 

"Entonces, ¿qué quiere hacer el Emperador?" Shen Qianfan trató de averiguarlo.

 

Zhen ya ha encubierto lo que pasó. Se envió un mensajero al Reino de Anu”, dijo Chu Yuan. “Conociendo el temperamento de Sha Da, existe la posibilidad de que algún villano se aproveche de él nuevamente. Además, nuestro Gran Chu tiene la culpa de este incidente. Una pequeña indiscreción y el resto de los países dejarán de tomarnos en serio.”

 

"Entiendo", asintió Shen Qianfan.

 

“Tenías prisa por llegar aquí con todas tus fuerzas, y debes estar cansado. Regresa a tu residencia y descansa. Podemos discutir todo lo demás mañana”, dijo Chu Yuan.

 

“Su Majestad”, acaba de anunciar el eunuco Sixi afuera. “Lord Liu ha venido a verte, quiere hablar de algo.”

 

Shen Qianfan, que estaba a punto de irse, dudó.

 

"Espera allí", Chu Yuan lo saludó con la mano, indicándole que se escondiera detrás de la pantalla.

 

Shen Qianfan se sintió aliviado.

 

El venerable Lord Liu era leal y directo, pero al mismo tiempo demasiado aburrido, prolijo, y de vez en cuando se esforzaba por casar a su sobrina con Shen Qianfan. Tan pronto como lo tenía cerca, Lord Liu charlaba sin parar e incluso trataba de arreglar el matrimonio a través del Emperador, lo que les causaba dolores de cabeza a ambos.

 

En general, lo mejor es evitarlo sin ser visto.

 

“Este funcionario se inclina ante el Emperador”. Lord Liu sostenía un dibujo en sus manos.

 

Escondido detrás de una pantalla, Shen Qianfan sólo pudo cubrirse la cara con la mano.

 

"Por favor, levántate, respetado funcionario", lo invitó Chu Yuan a entrar.

 

"Mil gracias al Emperador". Tan pronto como Lord Liu se sentó, lo primero que preguntó fue sobre Shen Qianfan. “Este funcionario acaba de escuchar que el General Shen ha regresado.”

 

"¡Ejem!", Chu Yuan tosió y se tocó el mentón. “Ya ha vuelto a su residencia.”

 

La felicidad brilló en los ojos de Lord Liu. Parece que estaba listo para hacerle una visita. Shen Qianfan decidió que comería en el palacio y se iría a casa sólo a la medianoche.

 

"¿Entonces el venerable Lord Liu vino aquí para encontrar a Qianfan?" Chu Yuan hizo una pregunta.

 

"Por supuesto que no." Lord Liu se apresuró a ponerse de pie y le tendió el dibujo que sostenía. “Esta imagen fue enviada ayer desde el Reino de Gao Li”

 

"¿Otra vez ofreciendo encontrar a Zhen una Emperatriz?" Chu Yuan frunció el ceño.

 

"No esta vez", Lord Liu negó con la cabeza vigorosamente. “Si el Emperador desea tomar a la Emperatriz, entonces, por supuesto, ella debe ser elegida entre todas las doncellas del país; para esto, se reunirán en el palacio mujeres hermosas, inteligentes, fieles y dignas de una edad adecuada. Una mujer así no es atractiva y viene de otro país. ¿Cómo puede asumir los deberes de una Emperatriz? Además, es demasiado delgada y no le resultará fácil dar a luz a un niño.”

 

Chu Yuan: “……”

 

“¡Cof! ¡Cof!", tosió Duan Baiyue, que todavía estaba en la posada con Duan Yao.

 

“¡Ey!” Duan Yao se apresuró a agarrar la pequeña caja frente a él, temiendo que se escapara su insecto gu.

 

"Me siento un poco mareado", dijo Duan Baiyue.

 

"Cásate y todo estará bien", respondió Duan Yao descuidadamente.

 

“¿Qué dices, el matrimonio puede curar un dolor de cabeza?” Duan Baiyue preguntó con recelo.

 

“Todo es posible. Dicen que el matrimonio cura cientos de enfermedades”, Duan Yao movió su insecto gu a otro recipiente. “Recuerdo que cuando la tercera hermana tenía dolor de estómago, la tía Wang le dijo lo siguiente: ‘cásate, ten un bebé y todo estará bien.’ Tú también, si quieres, puedes tener un bebé.”

 

Duan Baiyue: “……”

 

Al ver la expresión de júbilo de Lord Liu en su rostro, Chu Yuan deseó de todo corazón que alguien se lo llevara de aquí, ahorrándole así un dolor de cabeza.

 

Pero el Venerable Liu no tenía idea de que era muy inoportuno.

 

Chu Yuan sólo pudo preguntar: “Entonces, ¿por qué el estimado funcionario trajo este dibujo a Zhen?"

 

"Esta dama es la hermana menor del Rey de Gao Li, su nombre es Jin Shu", comenzó Lord Liu con un poco de misterio. “Ha entrado en edad casadera, pero hasta el momento se niega a aceptar la propuesta de nadie. Aunque, al final, admitió que le gustaría casarse con el Rey Duan del Suroeste.”

 

“¿Con quién?” Preguntó Chu Yuan.

 

"¡Con el Rey Duan del Suroeste!" Lord Liu repitió de nuevo.

 

Chu Yuan: “……”

 

Shen Qianfan, que se escondía detrás de una pantalla, estaba perdido. ‘La princesa de Gao Li desea al gobernante del Suroeste. Entonces, ¿por qué se envió la imagen al Palacio del Gran Chu?’

 

“¿Qué tiene esto que ver con Zhen? “Chu Yuan también estaba interesado en esto.

 

“El Rey Duan solía tener fricciones con el Rey de Gaoli y tiene un temperamento violento”, explicó Lord Liu. “El Rey de Gaoli estuvo preocupado durante mucho tiempo porque no podía rechazar a su hermana y, al final, encontró una salida.”

 

“¿Qué salida?” Chu Yuan tomó un tazón en su mano y se cubrió la cara con ella.

 

"El Rey de Gao Li desea que el Emperador medie en este asunto", el Venerable Liu de repente sonrió. “Incluso si ella no puede ser su esposa, que sea su concubina. Al Rey de Gao Li no le importa en absoluto, siempre y cuando la boda se lleve a cabo.”

 

Shen Qianfan admiraba al Venerable Liu desde el fondo de su corazón. Solo un casamentero como él podría unir el noreste y el suroeste.