El Reino Anu se encuentra en la frontera noroeste y está gobernado por Sha Da. Como es habitual en todos los nómadas, sus tribus viven donde hay abundancia de agua y pastos. Sin poseer un territorio determinado, son famosos por su caballería, cuya fuerza no puede subestimarse. Cuando Chu Yuan ascendió al trono por primera vez, las tierras desérticas del norte estaban en crisis. Las personas que viven en las zonas fronterizas sufrieron los daños. En ese momento, las principales fuerzas de las tropas imperiales se concentraron en la parte sureste del país. Por lo tanto, todo lo que quedaba era enviar un emisario al Reino de Anu al amparo de la noche y lograr que Sha Da uniera fuerzas con el General del Este. Sólo después de eso, en dos años, fue posible restablecer el orden en las tierras desérticas del norte.
Por
ello, el Gran Chu siempre ha considerado al Reino de Anu como un aliado. El
hombre muerto que yacía en el callejón era el hermano de Sha Da, su nombre era
Gu Li. Originalmente llegó a Chu para presentar sus respetos al Emperador, pero
fascinado por la vista de la próspera capital, decidió retrasarlo porque su
llegada coincidía con las celebraciones de Año Nuevo. Incluso tenía la
intención de esperar hasta que la nieve se derritiera en los valles antes de
regresar al noroeste, pero luego perdió la vida inesperadamente.
Nadie
se atrevió a dudar cuando se trataba de un asunto tan importante, por lo que el
cuerpo fue llevado rápidamente al Palacio Imperial.
Detrás
de las puertas de las cámaras imperiales, apoyado contra la pared, el eunuco Sixi
dormitaba. Al escuchar que alguien se acercaba, rápidamente abrió los ojos. Era
el general del ejército imperial, Li.
"Eunuco,
¿dónde está El Emperador?" El general Li, que ya tenía más de setenta
años, estaba sin aliento por caminar.
“El
Emperador acaba de irse a la cama. Si has venido en este momento, ¿algo
importante debe haber sucedido?” El eunuco Sixi se sorprendió por su repentina
llegada.
"Sí",
respondió el general Li apresuradamente. “La situación es desesperada, por lo
que tendrás que descuidar tus modales. Por lo tanto, le agradeceré que el
eunuco vaya rápidamente e informe este asunto en nombre de este antiguo
funcionario.”
"Querido
funcionario, ¿qué sucede?" Chu Yuan abrió la puerta y salió antes de que
el eunuco Sixi pudiera decir algo.
“Emperador.”
El general Li rápidamente dio un paso adelante. “Justo ahora, el comandante del
ejército imperial vino a mí y me informó que, en el callejón, detrás de la entrada
Fu Yun, encontraron un cadáver que pertenece al príncipe del Reino de Anu. Fue
apuñalado en el corazón con un cuchillo.”
“Gu Li?”
Chu Yuan frunció el ceño.
"Sí,
Majestad", dijo el general Li. “Este humilde funcionario ya ordenó que
este incidente se mantenga en secreto y que el cuerpo sea trasladado
temporalmente a una casa vacía al lado del coto de caza.”
“Primero,
vamos a echar un vistazo.” Chu Yuan comenzó a bajar los escalones. Sixi salió
corriendo de inmediato y sacó una capa, y la puso sobre los hombros del
Emperador.
‘Todo
iba bien, ¿cómo pudo pasar esto?’
Mientras
tanto, en la Mansión del Suroeste, Duan Baiyue bebía vino sólo bajo la luz de
la luna. La espada desafilada sobre la mesa frente a él reflejaba su luz
pálida.
Una
figura saltó desde la pared exterior y obviamente se sorprendió al descubrir
que había alguien en el patio.
“¿Dónde
has estado?” Duan Baiyue dejó su copa de vino.
"¿Ya
es medianoche, y todavía estás despierto, esperando a los fantasmas?" Duan
Yao suspiró pesadamente. “Pensé que había vuelto a ver a shifu[1].”
"Shifu
murió hace tres años", le recordó Duan Baiyue.
“Quién
sabe, tal vez resucitó. Solía ser bastante bueno resucitando de entre los
muertos”, Duan Yao sacó siete u ocho vasijas de bambú de su cinturón. Cada uno
de ellos contenía un insecto, y los zumbidos que emitían eran suficientes para
provocar un dolor de cabeza.
“¿San
Yanxue[2]?” Duan Baiyue eligió uno de los recipientes al azar. “Eres
afortunado.”
“Oye,
los seguí durante casi medio mes hasta que logré atrapar uno. Si quieres uno,
puedes buscarlo tú mismo”, advirtió Duan Yao.
"Aquí,
no tengo ningún deseo de quitarte insectos y cuidarlos", Duan Baiyue negó
con la cabeza. “Ve a buscar tus cosas.”
“¿Quieres
enviarme a otro lugar?” Duan Yao preguntó abriendo mucho los ojos.
"Quiero
ir a la capital del Gran Chu", explicó Duan Baiyue.
Duan
Yao retrocedió unos pasos. “Si te quieres ir, vete, pero ¿qué tengo que ver con
eso?”
Duan
Baiyue respondió: “Porque serás útil.”
Duan
Yao: “……”
"Si
te quedas sólo en la mansión, está claro que cuando regrese, habrá ruinas en su
lugar", dijo Duan Baiyue. “Si no la destruyes tú, nuestros enemigos lo harán.”
Abatido,
Duan Yao se sentó en un banco de piedra. “Sabes cómo usarme a tu favor.”
“¿Cómo
puedo usarte? Duan Baiyue se opuso. “Te dije hace mucho tiempo que moderases tu
temperamento y no enojaras a los demás. A la edad de catorce años, la gente ya
aprueba el Examen Imperial. No sólo no sabes cómo recitar poesía, sino que
tampoco sabes cómo llevar una conversación con tacto. Esto hace que me duela el
corazón.”
Duan
Yao se tapó los oídos con las manos. Al principio, quiso fingir que no escuchó
nada, pero luego se distrajo con una espada sin filo que yacía sobre la mesa: “¿Qué
es esto?”
"No
lo sé", Duan Baiyue negó con la cabeza. “Lo acabo de desenterrar.”
“¡¿Excavaste
la tumba de los antepasados de alguien?!” Duan Yao preguntó con sospecha.
"Antes
de morir, shifu me lo dejó", dijo Duan Baiyue. “Él insistió en que esta
misma noche debería ser desenterrado.”
"Lo
más probable es que te hayan engañado de nuevo", Duan Yao tomó los
recipientes de bambú de la mesa y miró la espada nuevamente.
Duan
Baiyue estuvo de acuerdo: “Yo también lo creo.”
Cuando
tenía ocho años, lo llevaron a las montañas. Luego arrancó una flor venenosa
desconocida, sobre la cual shifu dijo que otorgaría fuerza si la colocaba en el
dormitorio. Al final, al día siguiente, la visión del futuro Rey del Suroeste
se volvió borrosa, su cabeza se sintió pesada, sus piernas cedieron y casi se
cae al agua. Desde entonces, habiendo recibido impresiones indelebles, sólo un
tonto volvería a aceptar el regalo de shifu. Esta espada puede considerarse su
segundo regalo.
Duan
Yao bostezó y se fue a dormir a su habitación.
Duan
Baiyue bebió la última copa de vino y se fue a su habitación, llevándose la
espada con él.
Tres
días después, Duan Yao, mirando a los dos caballos parados frente a él,
preguntó: "Así que nos vamos en secreto, ¿sólo seremos nosotros dos?"
Duan
Baiyue asintió. "Por supuesto, pero ¿qué?, ¿querías organizar unas
vacaciones en esta ocasión?"
"Pensé
que le informaste al Emperador Chu de esto", dijo Duan Yao con delicadeza.
Duan
Baiyue negó con la cabeza. “No hay nadie más que tú a quien le contaría esto.”
Duan
Yao: “……”
El
hecho de que el Rey del Suroeste vaya en secreto a la capital imperial del Gran
Chu debe considerarse como un complot de rebelión, este es un crimen terrible,
cuyo castigo es la decapitación inmediata. Aunque tampoco cree que las cosas
vayan a resultar tan serias, pero... ¿saldrá todo bien? ¿En qué estaba pensando
cuando decidió irse a la capital?
“¡Jia!”
Duan Baiyue azotó a su caballo y galopó hacia el norte.
Un impresionante
semental negro, como el viento, salió corriendo por el camino, y sólo levantó
el polvo debajo de los cascos.
El
rocío nocturno goteaba del techo, anunciando la llegada de una primavera
fresca.
En Wang
Cheng, los vendedores ambulantes de comida instalaban mesas, sillas y butacas.
Aprovechando la súbita ola de frío, vendieron sopa de cordero, pero a medida
que el clima se volvía más cálido, también se les añadieron bollos, congee y panqueques
chinos.
“Diez
tazones de sopa de cordero y veinte panqueques.” Un grupo de soldados se
sentaron ruidosamente, parece que tuvieron una noche difícil.
"Está
bien, espere un momento, por favor", el dueño sirvió rápidamente sopa de
cordero y panqueques.
Como
todos eran conocidos suyos, preguntó con una sonrisa: “Parece que estás muy
ocupado últimamente. El comandante Zhang también vino a mi puesto para
desayunar ayer por la mañana, después de patrullar toda la noche con sus
hombres.”
“Nada
especial, es sólo una patrulla normal”, el comandante apenas dijo un par de
frases y comenzó a absorber comida con avidez. Sintiendo la atmósfera, el dueño
no continuó la conversación. Aunque al principio no imaginó que en realidad
algo podría pasar, pero al ver esta escena, pensó: ‘¿tal vez algo andaba
realmente mal?’
En el
palacio imperial, Chu Yuan terminó su medicina, pero su dolor de cabeza aún no
desaparecía, sentía que su cabeza se partía por la mitad.
Aunque
se le informó que la investigación se había llevado a cabo incansablemente
durante los tres días, aún no se había encontrado una sola pista útil. Ese día,
después de comer pato asado en un restaurante de Tongfu, Gu Li fue a una casa
de té, escuchó un par de presentaciones y se fue satisfecha. Incluso agradeció
a la chica que tocó el guqin con una buena cantidad de plata. La imagen
completa, en su conjunto, parecía absolutamente normal, no había nada inusual.
Todos incluso pensaron que había regresado a la mansión. Quién sabía que unas
horas más tarde el guardia nocturno encontraría su cadáver en el callejón.
“Emperador”,
informó Cai Jin, el oficial a cargo de la investigación. “Según lo que observó
este humilde sirviente, los rumores ahora se están extendiendo en Wang Cheng.
Sería bueno avisar al Reino de Anu lo antes posible. No hay ningún beneficio en
alargarlo.
Chu
Yuan se sentó en su Trono Imperial con el ceño fruncido constantemente.
Aunque
los disturbios en la frontera noroeste en general se han calmado en estos dos
años, la causa principal de los mismos no ha sido eliminada. Uno de los
factores que frenaba a las tribus nómadas era que temían el poder del ejército
imperial, el segundo era el apoyo del Reino de Anu. Ahora, dado que Gu Li fue
asesinado en la Capital Imperial del Gran Chu y con el mal genio de Sha Da, si
alguien quisiera aprovechar eso, la situación se volvería increíblemente
peligrosa.
"Emperador",
le recordó Cai Jin en voz baja mientras permanecía en silencio.
"Zhen
personalmente escribirá una carta y enviará a un mensajero al Reino de Anu con
ella", Chu Yuan lo pensó un poco más y preguntó: "Qianfan ya debe
haber regresado, ¿verdad?"
“Le
respondo al emperador: el general Shen Qianfan llegará a Wang Cheng en siete
días”, respondió Cai Jin. “Pero si se da prisa, puede hacerlo en cinco días.”
Chu
Yuan asintió y agitó la mano para hacerle saber que podía irse.
El estado
del Gran Chu es enorme, y cuanto más al norte vas, más frío hace.
Al
salir del Suroeste, Duan Yao estaba vestido con ropa ligera, pero unos días
después la cambió por una capa gruesa. En la cena, por las noches, apenas podía
decidirse a alejarse del brasero, y esperaba con ansias el momento en que
finalmente envolvería su cabeza en edredones. Aun así, Duan Baiyue lo arrastró
a algún lugar de la posada.
“¿Hacia
dónde vamos ahora?” Duan Yao preguntó.
"Haremos
una visita", respondió Duan Baiyue.
"Vamos
de intrusos, en serio, ¿eh?" Duan Yao vio a través de él.
Duan
Baiyue lo arrastró hasta el tejado de la posada.
Duan
Yao bostezó ampliamente.
"Ayúdame
a conseguir algo", dijo Duan Baiyue.
"¿Sigues
usando la palabra 'conseguir'? Si robas, entonces es un robo”, hizo un puchero
Duan Yao. “¿Qué es exactamente?”
¿Ves
la torre frente a nosotros? Duan Baiyue comenzó. “Hay una habitación secreta en
el último piso. Quiero la perla que está ahí.”
"Entonces,
¿sólo necesito robar un artículo? Todavía quiero dormir más esta noche”, Duan
Yao se sacudió la ropa.
Duan
Baiyue asintió.
Duan
Yao se levantó y estiró las muñecas mientras desaparecía en la noche.
Duan
Baiyue se frotó la barbilla y lo siguió en silencio.
La
torre con el tesoro estaba en ruinas y literalmente se venía abajo. Duan Yao se
retorció de disgusto cuando entró en ella. Cuando apenas escapó de las trampas
y estaba cubierto de polvo, obtuvo la perla, apenas pudo evitar comenzar a
regañar a los antepasados por lo que valía el mundo.
"Bien
hecho." Cuando regresó, Duan Baiyue todavía lo estaba esperando en el
mismo lugar.
“Toma
tu estúpida perla.” Duan Yao se la arrojó como una cucaracha. “Está
terriblemente sucia.”
“¿Sabes
lo que es?” pregunto Duan Baiyue
"¿Cómo
debería saberlo, y no estoy interesado?", Duan Yao se subió las mangas y
se limpió las manos. “Vamos. Ya me quiero ir.”
Duan
Baiyue dijo: “Esta torre se llama la Torre Jiu Xuan Ji.”
"No
me importa qué tipo de Torre es… ¡Oh!... ¿la Torre Jiu Xuan Ji?" Los ojos
de Duan Yao se abrieron. "¿Así que esta es la Torre Misteriosa?"
Duan
Baiyue asintió.
"¿La
misma Torre Jiu Xuan Ji, que está llena de trampas terribles en las que muere
la gente?" preguntó Duan Yao: “¿Esa torre que se derrumba? Entonces, ¿esta
perla es el Fenxing del que se rumorea?”
Duan
Baiyue asintió nuevamente en confirmación.
Duan
Yao respiró hondo y preguntó irritado: "Entonces, ¿por qué me dejaste ir
allí?"
Muchos
héroes del Jianghu recostaron sus cabezas en esta torre. Incluso los cascos y
las armaduras de metal fueron atravesados por disparos de flechas. No es de
extrañar que tropezara con montañas de esqueletos.
‘¿Podría
su hermano estar menos loco?’
Glosario:
1. Shifu:
maestro
2. San
Yanxue 三眼血 : se
traduce como la sangre de los tres ojos. Al parecer, es una especie de
insecto. Inventado por la escritora.