DWGL - 19: Hay secretos en todas partes


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La noche estaba fría. El eunuco Sixi trajo té recién hecho, hizo una reverencia y salió del dormitorio.

 

Duan Baiyue cerró la ventana: "Ya es muy tarde, ¿por qué aún no duermes?"

 

"Te estoy esperando", respondió Chu Yuan.

 

Duan Baiyue: “……”

 

Chu Yuan dejó el informe que sostenía y lo miró: "Entonces, ¿eres el único al que se le permite enviar personas para espiarme, y yo no puede tener espías en la Mansión del Suroeste?" preguntó en tono un poco burlón.

 

Duan Baiyue levantó una ceja: “Luego, al regresar del viaje, será necesario revisar a todos debidamente. Me pregunto quién tuvo la audacia de hacerlo.”

 

Chu Yuan sonrió y sacudió la cabeza. Sirvió una taza de té y se la entregó a Duan Baiyue.

 

"Todo va bien, ¿por qué de repente viniste a Dayan?" Duan Baiyue se sentó junto a la mesa.

 

"¿Alguna vez has oído hablar de la Secta Tian Sha?" Preguntó Chu Yuan.

 

“¿La secta Tian Sha?” Duan Baiyue preguntó un poco sorprendido.

 

"Está en el Suroeste, deberías saber al menos un poco sobre ellos", dijo Chu Yuan.

 

“El nombre del líder de la secta es Lan Ji, es buena inventando venenos. Y practica artes marciales poco ortodoxas, especialmente desagradables. ¿Por qué estás tan repentinamente interesado en ellos?”

 

“Esta ciudad de Dayan pertenece a la provincia de Ziyun. Hay bosques densos, muchas variedades raras de madera, lo que significa muchos carpinteros”, dijo Chu Yuan. “Los muebles hechos en Dayan, incluso si son solo sillas talladas, se venden por tres veces más en las tiendas de la capital.”

 

“¿Así que, es así?” Duan Baiyue todavía no entendía nada.

 

“Aquí no solo se fabrican mesas y sillas”, continuó Chu Yuan, “sino también armas ocultas, espadas de madera. Esas personas mayores que se sientan en los callejones todos los días están constantemente charlando sobre esto y aquello, y a juzgar por estas conversaciones, hay un fabricante de trampas entre ellos. Presumiblemente, los planos de esa torre Ling Long que destruiste también se hicieron aquí.”

 

"¿Te gustó Fengxing?" Duan Baiyue preguntó.

 

Chu Yuan, que no esperaba tal pregunta, obviamente dudó.

 

Duan Baiyue cambió rápidamente de tema antes de ser ahuyentado: "Solía haber rumores de que la persona que construyó la Torre Ling Long se llamaba venerable Mu Chi, pero no sabía que era de Dayan".

 

"Hace algún tiempo, hubo información de que el anciano Mu Chi ya había regresado a Dayan, por lo que he venido aquí con el pretexto de verificar el sistema de gobierno local", dijo Chu Yuan. “No fue hasta mi llegada que me entero de que la Secta Tian Sha se nos había adelantado al secuestrar al anciano. Aún se desconoce si está vivo o muerto.”

 

"¿Lan Ji secuestró al viejo Mu Chi?" Duan Baiyue se frotó el mentón. “Pensé que las villanas de las sectas demoniaca solo secuestraban a hombres jóvenes, fuertes y guapos.”

 

Chu Yuan lo miró fijamente.

 

"No fui secuestrado", dijo Duan Baiyue con calma. Aunque siguen soñando con llevarse a Yao’er.

 

"Ya he enviado personas para obtener información sobre la Secta Tian Sha", continuó Chu Yuan. “La respuesta llegará en unos días.”

 

"¿Por qué buscar al anciano Mu Chi?" Duan Baiyue preguntó. "¿Para que él haga un arma oculta o algún tipo de trampa para el palacio?"

 

Chu Yuan se dio la vuelta: “Este asunto no le concierne al Rey del Suroeste.”

 

Duan Baiyue se frotó el mentón: "¿Qué pasa si el Suroeste puede ayudar?"

 

"Si quieres ayudar, aléjate de la Secta Tian Sha de ahora en adelante", respondió Chu Yuan.

 

Duan Baiyue pensó en sus palabras: "¿Tienes miedo de que este rey sea secuestrado por una mujer hermosa?"

 

Chu Yuan derramó accidentalmente la taza de té.

 

“¿Emperador?” el eunuco Sixi lo llamó en voz baja afuera, al escuchar un ruido.

 

"Está bien", respondió Duan Baiyue antes de que Chu Yuan incluso abriera la boca.

 

Habiéndose calmado, el eunuco Sixi volvió a su lugar en la puerta, escondiendo sus palmas en sus mangas.

 

Chu Yuan: “……”

 

Se hizo el silencio en la habitación. Duan Baiyue recogió casualmente un plato de pasteles de la mesa: “¿Puedo comer?”

 

“Están envenenados.”

 

Duan Baiyue sonrió y probó una galleta: "Es bastante dulce, creo que a ti tampoco te gustará", negó con la cabeza.

 

“¿Estas muy hambriento?” Chu Yuan frunció el ceño.

 

“¿Qué opinas? Corrí aquí durante tres días sin dormir ni descansar.”

 

Duan Baiyue no dudó en servirse otra taza de té.

 

Chu Yuan le ordenó a Sixi que trajera comida.

 

En medio de la noche, por supuesto, los cocineros no pudieron organizar un festín de deliciosos mariscos, pero en la cocina había un par de tazones de fideos y algunos bocadillos. Sin embargo, antes de que Duan Baiyue tuviera tiempo de probar realmente la comida, el eunuco Sixi anunció que un hombre que había sido enviado a explorar estaba esperando afuera con un informe.

 

Duan Baiyue tomó un plato, recogió un par de bollos e inmediatamente desapareció detrás de una pantalla, sin dejar de masticar en el camino.

 

Chu Yuan no sabía si reír o llorar, y luego le dijo a Sixi que hiciera pasar al invitado: “Su Majestad.”

 

El nombre de este hombre era Xiang Le, era uno de los guardias personales de Chu Yuan, su qinggong era bastante bueno.

 

“Este subordinado descubrió hoy que el magistrado prefectoral de esta provincia de Ziyun, Xu Zhiqiu, con toda probabilidad está afiliado a la secta Tian Sha.”

 

La expresión de Chu Yuan se volvió severa, y Duan Baiyue también frunció el ceño ligeramente. Xu Zhiqiu era el hijo mayor de Lord Xu Zhanxu, ministro de Obras Públicas. Era famoso en Wang Cheng y era considerado un erudito dotado. Chu Yuan una vez planeó dejarlo ganar experiencia y, después de unos años, llamarlo a la corte imperial y confiarle un puesto de alta responsabilidad. No esperaba que esta persona tuviera conexiones con la Secta Tian Sha.

 

Relación sospechosa entre funcionarios del gobierno y sectas demoníacas en el Suroeste. Si la verdad sale a la luz, será considerado un crimen contra el Estado de Chu.

 

“Este subordinado encontró una carta carbonizada en uno de los braseros de la residencia Xu. Mencionó la secta Tian Sha. El contenido de la carta no se pudo descifrar, también se desconoce si es real o falso. Tal cosa no puede considerarse evidencia sólida, pero el Emperador nos había ordenado previamente que reportáramos inmediatamente cualquier información, incluso la más insignificante, por lo que, este subordinado no se atrevió a ser descuidado”, dijo Xiang Lie. “El lugar ahora está rodeado por los guardias del palacio imperial, las entradas y salidas de la ciudad también están secretamente vigiladas.”

 

Chu Yuan asintió: “Sigue vigilando. Si surge más información, repórtala de inmediato.”

 

“¡Sí!” Habiendo recibido la orden, Xiang Lie se dio la vuelta y salió de la habitación con grandes pasos.

 

Sólo había una cosa que no entendía. Por el sonido de la respiración, sintió que otra persona se escondía detrás de la pantalla. ¿Por qué el Emperador estaba tan tranquilo, ni siquiera le insinuó la necesidad de ocultar algo?

 

Duan Baiyue salió de detrás de la pantalla con el plato vacío en sus manos.

 

Chu Yuan: “……”

 

"¿Quieres que eche un vistazo en la residencia Xu?" Duan Baiyue preguntó.

 

"Tengo suficientes hombres esta vez", replicó Chu Yuan. “No es necesario.”

 

“Eso es bueno.” Duan Baiyue se sentó a la mesa, todavía sin ir a ninguna parte.

 

‘Las camas de esta posada son muy grandes.’

 

“……”

 

Chu Yuan recogió con calma el informe de la mesa y continuó estudiándolo.

 

Duan Baiyue apoyó las mejillas en sus manos y se sentó adormilado a su lado.

 

Chu Yuan: “……”

 

Después de un tiempo, su paciencia se agotó: "¿Cuándo se irá el Rey Duan?"

 

“Lan Ji es famosa por sus formas diabólicas despiadadas. Dado que la ciudad es peligrosa, este rey simplemente tiene que quedarse aquí”, respondió con calma Duan Baiyue.

 

"¿Debo tener miedo de alguna mujer demoníaca?" preguntó Chu Yuan

 

"El Emperador de Chu ciertamente no debería tener miedo", comentó Duan Baiyue. “Este rey tiene miedo.”

 

Chu Yuan quería golpearlo y sacarlo de aquí.

 

“Su Majestad”, lo llamó el eunuco Sixi desde afuera. “Es tarde, ¿puedo traerle el agua caliente?”

 

"Muchas gracias", respondió Duan Baiyue.

 

Chu Yuan ya ni siquiera intentó abrir la boca. Solo fingió que no había nadie más allí.

 

El eunuco Sixi dio las indicaciones con una risita, y pronto los sirvientes trajeron agua caliente.

 

Por supuesto, cuando se llevó el agua caliente, Duan Baiyue no tuvo más remedio que trepar temporalmente a las vigas debajo del techo.

 

Chu Yuan estaba abrumado por sentimientos complejos.

 

Mientras tanto, una nueva conmoción se suscitó en la ciudad.

 

Una casa de beneficencia se incendió en el oeste de la ciudad. El fuego iluminó la mitad del cielo y las furiosas llamas no pudieron ser extinguidas. Cuando los funcionarios de la ciudad y los residentes finalmente pudieron sofocarlo con gran esfuerzo, el complejo de edificios que alguna vez fue espacioso y exquisito se quemó hasta los cimientos, incluso las casas vecinas resultaron dañadas.

 

“¡Emperador!” Xu Zhiqiu corrió a la escena con sus hombres. Al ver la terrible escena, sus piernas se debilitaron y cayó de rodillas.

 

Todos a su alrededor bajaron la cabeza, guardando silencio, pero los corazones de las personas estaban llenos de lástima. El asilo estaba habitado por ancianos de más de setenta años. En un fuego tan feroz, sería difícil incluso para los jóvenes escapar, por no hablar de los viejos.

 

Como era de esperar, los guardias informaron que se habían encontrado muchos cuerpos bajo los techos derrumbados. Es absolutamente imposible identificarlos, ya que los rasgos faciales son indistinguibles. El número exacto de víctimas solo se puede determinar después de que los cuerpos se enfríen un poco.

 

"Este insignificante funcionario cometió negligencia y le pide perdón al Emperador", dijo Xu Zhiqiu, con el rostro pálido.

 

“Este caso debe entregarse al comandante Xiang. No hay necesidad de que el Señor Xu interfiera”, dijo Chu Yuan sin expresión.

 

"Sí, sí, sí", Xu Zhiqiu asintió vigorosamente.

 

Ha llegado el alba. Chu Yuan echó otro vistazo a los edificios de madera que aún humeaban y regresó a la casa de huéspedes en la posada.

 

“¿Cómo está todo?” Duan Baiyue preguntó.

 

"El incendio fue provocado", respondió Chu Yuan. “Xu Zhiqiu debe haberse dado cuento de lo que estaba sucediendo. De lo contrario, no estaría tan nervioso.”

 

“¿Estás seguro?” Duan Baiyue preguntó. “Incluso si las llamas alcanzaran los cielos, esta es una estructura de madera. Una vez que está en llamas, no puedes detenerlas.”

 

"Solo porque es una estructura de madera, fue construida a prueba de fuego", replicó Chu Yuan. “Las casas que se encuentran al lado de la casa de beneficencia también están construidas de madera, pero solo las habitaciones laterales sufrieron daños. Un incendio tan incontrolable solo podría surgir si todos los presentes fueran rociados con queroseno.”

 

Duan Baiyue frunció el ceño: “Es cruel tratar a los ancianos solitarios de esta manera... Esta persona no tiene corazón.”

 

"Xiang Lie está ocupado en la oficina del gobierno de Dali, por lo que la investigación no debería ser demasiado difícil para él", comentó Chu Yuan. “Al observar la abundancia de sucesos inusuales en esta ciudad, supongo que tendré que quedarme aquí por mucho tiempo.”

 

Duan Baiyue extendió su mano.

 

Chu Yuan se estremeció, pero no lo esquivó.

 

Limpiándole las cenizas de la cara con el pulgar, Duan Baiyue sonrió levemente: “¿El gobernante del país se apresura de un lugar a otro por un problema tan pequeño?”

 

Las orejas de Chu Yuan se pusieron rojas y apartó la mano.

 

"Ya va a amanecer así que, descansa un poco", le dijo Duan Baiyue. “Aunque tengas que ir al municipio, no puedes prescindir de dormir y descansar.”

 

"¿Podría la secta Tian Sha estar involucrada en esto?" Preguntó Chu Yuan.

 

“Dada su letra habitual, existe la posibilidad. Pero saben que estás aquí. ¿Cuál es el punto de provocar deliberadamente la ira celestial?”

 

“Para amenazar a Xu Zhiqiu, o simplemente para mostrarme su fuerza,” dijo Chu Yuan.

 

"Todavía tiene algún sentido amenazar al prefecto, pero si su objetivo eres tú, entonces Lan Ji tendría cuidado de no hacerlo", Duan Baiyue negó con la cabeza. “Solo tienen una secta demoníaca menor. No hay ningún beneficio para ellos en buscar tales problemas en sus propias cabezas.”

 

“¿La conoces bien?” Chu Yuan lo miró.

 

“Tiene cuarenta o cincuenta años. Tiene la edad de mi madre”, respondió con calma Duan Baiyue.

 

Chu Yuan: “……”

 

Pidió agua caliente y luego añadió: “Me echaré un vistazo al yamen, tal vez encuentre algo.”

 

"Bien", asintió Chu Yuan.

 

El eunuco Sixi, con las manos escondidas en las mangas, vio a Duan Baiyue escalar el muro. Notó para sí mismo que el Rey del Suroeste parecía bastante enérgico.

 

Chu Yuan tosió dos veces detrás de él.

 

El eunuco Sixi inmediatamente se dio la vuelta con una sonrisa: “Su Majestad.”

 

“¡Metes la nariz por todos lados!” Chu Yuan golpeó cordialmente su cabeza. Cuando se trata de por entrometerse en los asuntos de otras personas, era bastante comparable a Lord Liu Dajun.

 

Hubo una desgracia en la ciudad y la gente, naturalmente, ya no era tan alegre y despreocupada como antes. El ambiente aquí era más serio que de costumbre. En el yamen fue aún más sombrío. Xu Zhiqiu estaba sentado en el estudio suspirando constantemente. Cada vez más nervioso, caminó de un lado a otro por la habitación e incluso ahuyentó a los sirvientes que le habían traído el té.

 

Duan Baiyue se sentó en las vigas debajo del techo y examinó brevemente la estructura del estudio. En comparación con otras habitaciones similares, su interior estaba más pensado. El armario era del tamaño habitual, pero contenía el doble de libros.

 

‘Los lugares ocultos están en todas partes...’ Duan Baiyue sonrió. ‘Gran lugar para esconder algo.’

 

Xu Zhiqiu se quedó en el estudio medio día. Después de la cena, los invitados vinieron a él, así que se arregló la ropa y salió. Cuando se fue, Duan Baiyue saltó de la viga y miró a su alrededor. Los libros ordinarios estaban a la vista, no había problemas con ellos, y entre ellos... Duan Baiyue presionó ligeramente el caché, pero no se movió ni una pulgada.

 

Como se esperaba.

 

Al escuchar el sonido de pasos que se acercaban desde el exterior, Duan Baiyue se escondió rápidamente detrás de una pantalla. Resultó que solo vino un sirviente a recoger unos libros de cuentas. Se llevó una pila completa, incluso dejó caer algunos en su prisa; no deberían contener nada secreto.

 

En ese momento, Xiang Lie llevó personas a la casa de beneficencia para sacar los cadáveres de los ancianos y cubrirlos con una tela blanca. Varios jóvenes se ofrecieron para ayudar. Este incidente entristeció a todos, porque aquí solo vivían ancianos solitarios. A menudo se sentaban afuera, tomando el sol y obsequiaban a los niños caramelos y pasteles. Todos estaban devastados por lo que había sucedido.

 

Después de un tiempo, la guardia imperial a cargo de revisar los cuerpos informó que veintiséis ancianos habían muerto en el fuego, sus cuerpos estaban gravemente quemados y era imposible determinar quién era quién.

 

“¿Veintiseis?” Xiang Lie frunció el ceño.

 

Si no se equivocaba, solo había veinticinco nombres en la lista que había visto por la mañana. ¿De dónde vino el cuerpo extra?

 

El síndico de la casa de beneficencia también suspiró con tristeza por lo que había sucedido. Se culpó a sí mismo por no contratar a más personas para cuidar el lugar. Al escuchar que el comandante Xiang lo estaba buscando, se secó rápidamente las lágrimas y fue hacia él. Después de las palabras de Xiang Lie, se quedó estupefacto por un momento y luego comenzó a golpearse la cabeza, afirmando que había veintiséis personas allí, no había ningún error.

 

“Más temprano realmente había veinticinco de ellos, pero ayer, temprano en la mañana, vino otro anciano. Sus hijos desagradecidos lo expulsaron de la casa, deambuló sin rumbo y luego una persona amable lo trajo a la casa de beneficencia. No tuvimos tiempo de incluir su nombre en la lista que enviamos al yamen”, dijo el síndico. Hubo tal conmoción esta mañana, simplemente lo olvidé. El número coincide.

 

"Eso es todo", Xiang Lie asintió. “Este incidente es demasiado extraño. Me temo que los muertos aún no pueden ser enterrados. Te pido disculpas.”

 

“Por supuesto, por supuesto”, suspiró el síndico. “La gente del pueblo también espera que el Emperador descubra la verdad. Esto les traerá tranquilidad.”

 

La mayor parte de la casa se quemó, las vigas de madera carbonizadas eran tan quebradizas que podrían romperse si las pisaban. Solo Xiang Lie exploró el patio trasero y recogió una parte del marco de la ventana que todavía tenía pintura roja. Olía fuertemente a queroseno.

 

Duan Baiyue salió del yamen y luego dio la vuelta para echar un vistazo a la casa de beneficencia desde lejos. Al darse cuenta de que había destacamentos de la guardia imperial por todas partes, decidió no interferir y regresó a la casa de huéspedes del Emperador.

 

Se estaba haciendo de noche y Chu Yuan todavía estaba sentado en la mesa.

 

El Rey del Suroeste volvió... a saltar el muro.

 

El eunuco Sixi seguía de pie en la puerta con una sonrisa, escondiendo las manos en las mangas que descansaban sobre su vientre redondeado.

 

“¿Encontraste algo?” Preguntó Chu Yuan.

 

"Debido a la tragedia que ocurrió anoche, el estado de ánimo en el pueblo es bastante sombrío", respondió Duan Baiyue. Xu Zhiqiu pasó toda la mañana en su estudio, inquieto por la preocupación. Luego discutió las relaciones comerciales entre las dos ciudades con comerciantes de Huizhou. Parece que acordaron esto de antemano, por lo que no es inusual. Hablando de la oficina: hay muchos escondites, pero las cerraduras son muy frágiles. Si se abren a la fuerza, me temo que se enterarán de inmediato.

 

El edificio del ayuntamiento fue construido hace casi cien años. Lo más probable es que esos carpinteros ya no estén en este mundo”, dijo Chu Yuan. “El mejor carpintero de Dayan actualmente se llama Tian Yu.”

 

"Hoy, los mercenarios del Suroeste vendrán a la ciudad", agregó Duan Baiyue. “Si tienes miedo de que los Guardias Imperiales sean demasiado visibles, se les pueden confiar algunas tareas.”

 

"Muchas gracias", asintió Chu Yuan.

 

"No tienes que agradecer", sonrió Duan Baiyue mientras se servía una taza de té.

 

"Este té lleva aquí toda la noche". Chu Yuan tomó la taza de él y le indicó a Sixi que trajera una nueva tetera con té, así como la cena. Esta noche había pescado y carne: la cena fue mucho más lujosa que la noche anterior.

 

Duan Baiyue tomó un tazón de sopa de pescado y seleccionó unas piezas de pescado, colocándolos frente a él.

 

Chu Yuan frunció el ceño.

 

Duan Baiyue sonrió levemente: “Puesto que eres el Hijo del Cielo, alguien debe servirte la comida.”

 

Chu Yuan revolvió la sopa con una cuchara y apareció una larga espina de pescado en el fondo del tazón.

 

Duan Baiyue se aclaró la garganta. Como no lo hacía a menudo, ciertamente le faltaba práctica.

 

Con el tiempo, mejorará.

 

La cena estaba en pleno apogeo. Duan Baiyue ya había agregado sal, pimienta y otras especias a su plato diez veces, incluso vaciando el salero y el pimentero al final.

 

Aquí en la ciudad de Dayan preparan la comida tan insípida.

 

Chu Yuan: “……”

 

Afuera, se escuchó la voz de Sixi con la noticia de que el comandante Xiang estaba pidiendo audiencia.

 

Duan Baiyue pensó en su corazón: ‘Esta persona siempre está en el momento más inoportuno. Viene cada vez que comemos juntos.’

 

"Espérame en el vestíbulo", respondió Chu Yuan.

 

“¡Sí!” Xiang Lie recibió la orden y salió del patio.

 

Duan Baiyue le entregó a Chu Yuan un plato de estofado: “Come primero antes de ir allí.”

 

Chu Yuan se puso de pie: “No tengo apetito.”

 

"Un poco de fideos, un plato de sopa, un plato de verduras... ¿Dónde se ve que el emperador comió lo suficiente?" Duan Baiyue siguió insistiendo. “Come al menos la mitad.”

 

Chu Yuan comió de mala gana un par de cucharadas. La comida parecía grasienta, además, su mente está llena de preocupaciones. Apartó su plato, se levantó y salió.

 

Duan Baiyue comió el resto solo, pensando que cuando regresara al Suroeste, necesitaría encontrar un cocinero y enviarlo al palacio.

 

Quince minutos después, Duan Baiyue abrió la puerta. El patio estaba tranquilo, el eunuco Sixi caminaba de un lado a otro: los médicos imperiales creían que pesaba demasiado y le aconsejaron que se moviera más.

 

“Me temo que el Rey del Suroeste tendrá que esperar”, dijo el eunuco Sixi al verlo acercarse. “El Emperador me dejó descansar y dijo que no terminarían hasta dos horas después.”

 

Duan Baiyue se sentó en los escalones: “No importa. Salí a tomar un poco de aire fresco.”

 

El eunuco Sixi continuó con sus preguntas: “¿A Su Alteza Real le gustó la cena? El Emperador ordenó específicamente que se prepararan comidas ligeras hoy. Sin carne de res, cordero o mariscos. Lo más probable es que todavía esté preocupado por su daño interno.”

 

Duan Baiyue se sorprendió. ¿Es verdad?

 

El eunuco Sixi continuó practicando tranquilamente el caminar, dando vueltas por el patio.

 

Fue solo por la expresión en el rostro del Rey del Suroeste que se dio cuenta de que estaba satisfecho con la cena.

 

Parece que este chef está esperando una recompensa.

 

Cuando Chu Yuan regresó, ya era de noche. Al abrir la puerta de su habitación, ya no encontró a Duan Baiyue allí. El eunuco Sixi dijo apresuradamente: “El Rey Duan se fue recientemente. Dijo que sus hombres ya deben haber llegado y deben ser recibidos.”

 

Chu Yuan le dio unas palmaditas en el estómago “¿Te pregunté sobre eso?”

 

“No preguntó, no preguntó”, se rio el eunuco Sixi. “Este sirviente es demasiado hablador.”

 

Chu Yuan se lavó la cara y se fue a la cama. Era acogedor bajo las sábanas. Extendiendo la mano, sintió el cálido jade.

 

Chu Yuan se apoyó contra la cabecera de la cama, recogiendo un libro como de costumbre, pero pronto se quedó dormido después de solo pasar un par de páginas.

 

El eunuco Sixi retiró con cuidado la vela y cubrió cuidadosamente a Chu Yuan con una manta. Se le ocurrió que, desde la llegada del Rey del Suroeste, el Emperador parecía mucho más en paz.

 

Y esto es muy bueno.

 

En el asilo.

 

Duan Baiyue tiró hacia atrás la tela blanca e inmediatamente quedó claro que sería imposible identificar los cadáveres. Debido a la confusión que había traído el fuego, la mayoría de los cuerpos yacían juntos. Después de examinar los veintiséis cadáveres, sintió que algo andaba mal. A juzgar por los huesos, uno de los cuerpos pertenecía a un hombre joven, no a un anciano. Después de examinar todos los cuerpos nuevamente, Duan Baiyue negó con la cabeza, se levantó y regresó a la posada.

 

A la mañana siguiente, justo después de abrir los ojos, Chu Yuan escuchó al eunuco Sixi decirle a alguien afuera: “El emperador sigue durmiendo. Me temo que el Rey del Suroeste tendrá que esperar un poco más.”

 

"No importa", respondió Duan Baiyue. “Entonces iré a dar un paseo…”

 

“……”

 

Era muy acogedor debajo del edredón. Es tan cómodo que no querrás salir.

 

Chu Yuan no solía ser propenso a ser perezoso, pero ahora prefería acostarse un poco más antes de ponerse de pie.

 

Justo en ese momento, Duan Baiyue entró por la puerta con una ráfaga de aire frío, tenía dos cajas de comida en sus manos.

 

“Así que camina abiertamente por las calles. ¿No tienes miedo de ser visto?” Preguntó Chu Yuan.

 

“Conozco mis posibilidades.” Duan Baiyue sacó sus bocadillos matutinos uno por uno. Pasteles de carne al vapor, sopa agria y picante y algo más. Aparentemente, le gustaba la comida sustanciosa.

 

"¿Estás diciendo que es demasiado grasoso otra vez?" Duan Baiyue sonrió mientras miraba la cara de Chu Yuan. “Estos son los platos por los que la cocina local es famosa. Prueba un poco. Después de la comida, quiero decirte algo más.”

 

“¿Qué exactamente?” Chu Yuan preguntó mientras bebía la sopa.

 

Duan Baiyue le llevó un pastel de carne a la boca.

 

Chu Yuan instintivamente retrocedió.

 

“¿A qué le temes?” Duan Baiyue se rio.

 

Chu Yuan apartó la mano, algo de irritación apareció en sus ojos.

 

Duan Baiyue sabía cuándo parar. Solo habló cuando terminaron de desayunar: “Fui a la casa de beneficencia anoche.”

 

“¿Descubriste algo?”

 

"No parece que esos cuerpos pertenezcan a los ancianos de la casa de beneficencia", dijo Duan Baiyue.

 

“¿Esto se aplica a todos los cuerpos?” Chu Yuan se sorprendió.

 

"Todos", asintió Duan Baiyue.

 

“Pero Xiang Lie ya los había examinado antes. Los que murieron definitivamente eran personas mayores”, dijo Chu Yuan.

 

“Los cuerpos están calcinados y son difíciles de identificar. Incluso el comandante Xiang solo podía decirlo por los huesos y los restos de piel intactos. Pero con unos cuantos guchong, es fácil hacer pasar a un joven por un anciano”, dijo Duan Baiyue. “Estoy bastante seguro de que los cuerpos en la casa de beneficencia son los de jóvenes muertos. Dentro de unos días, incluso podría encontrar un guchong entre ellos.”

 

Apenas terminó de hablar, llegó una denuncia de la guardia imperial: el yamen recibió un comunicado sobre la misteriosa desaparición de una persona.