•❥ ❥• Capítulo 23: ¿Adónde fue Mi Lord? •❥ ❥•
Lord Wen se fue a pintar caramelos
junto con el Gran Jefe.
“¿Qué ha pasado?”
preguntó Wen Liunian.
“La familia del
tío Zhang no quería molestarte esta mañana, pero él quería suicidarse en su
habitación. El mensajero respiraba con dificultad. “Afortunadamente, fue
descubierto rápidamente. No sucedió nada terrible, pero la casa de caridad
ahora es un completo desastre. Todo el mundo ya está hablando de esto.”
“¿Suicidio?” Wen
Liunian frunció el ceño.
"La familia
del tío Zhang, ¿son ellos los que tienen una casa debajo de un gran sauce en la
parte norte de la ciudad?" preguntó el otro asistente del yamen que estaba
cerca.
“Sí, sí, son
ellos”, asintió el mensajero. “Todo estaba bien, no está claro qué pasó ahora,
de dónde vino este pensamiento obsesivo.”
Wen Liunian y el
asistente se apresuraron en ir a la casa de caridad para ver qué había
sucedido.
El incidente debe
haber ocurrido recientemente, ya que la casa estaba mucho más caótica de lo
habitual. Al enterarse de que el prefecto había llegado, el ama de llaves se
apresuró a recibirlo: “Perdóname por no salir a tu encuentro a tiempo Su
Excelencia.”
"Poo favor, dime
¿qué está pasando aquí?" preguntó Wen Liunian. "¿Por qué escuché en
el camino hacia aquí que había un anciano que quería suicidarse?"
“Ya lo hemos persuadido”,
dijo el ama de llaves, dejando que el grupo de personas pasaran al vestíbulo. “No
es gran cosa. Anoche en la cena, algunos ancianos accidentalmente comenzaron a
hablar sobre los bandidos de la montaña Cangmang. Expresaron la esperanza de
que Su Excelencia guiaría a los guerreros y destruiría limpiamente a los
bandidos. Como resultado, el tío Zhang lo escuchó. Tenía un hijo llamado Zhang
Shengrui, que desapareció sin motivo aparente el año pasado. Dicen que se fue con
los bandidos de la montaña y mucha gente asegura haberlo visto allí.”
“El tío Zhang era
conocido por su temperamento obstinado en su juventud y se preocupaba mucho por
su reputación. Debe haberle parecido que perdió la cara de la noche a la
mañana”, dijo un hombre cercano. “Así que estaba confundido.”
"¿Está bien
el anciano?" preguntó Wen Liunian.
“Ya llamé al
médico, todo saldrá bien”, dijo el ama de llaves. “Tomó su medicina y se fue a
la cama. Antes de su llegada, sólo ordené al resto de los ancianos que no
mencionaran este asunto en el futuro, para que nada volviera a suceder.”
Wen Liunian
asintió, “Zhang Shengrui. ¿Estás seguro de que es un bandido?”
“Casi seguro”,
dijo el ama de llaves. “Aunque no me encontrado con él, algunas personas de la
ciudad lo han visto con sus propios ojos. Además, antes de que Su Excelencia asumiera
el cargo, un día, un grupo de bandidos asaltó la ciudad. Todos los tribunales
al norte de la muralla de la ciudad se enfrentaron a la desgracia, pero sólo
pasaron por alto a la familia Zhang. Entonces los rumores se extendieron por la
ciudad. El tío Zhang fue un hombre muy honrado toda su vida, y de repente, en
su vejez, lo apuñalaron por la espalda. Por lo tanto, en un ataque de ira,
vendió su tierra y su casa, y anunció que iba a mendigar, pero aun así lo
persuadimos para que se instalara en una casa de caridad.”
"Verdaderamente,
este es el castigo del cielo", suspiró otro hombre. “Aunque el tío Zhang
tiene mal genio, es una persona honesta. Quién hubiera pensado que criaría a un
hijo así.”
"Supongo que
sabes cómo es Zhang Shengrui." preguntó Wen Liunian.
"Por
supuesto que sí", asintió el ama de llaves. “Todos crecimos juntos y nos
conocemos bien.”
"Muy
bien", dijo Wen Liunian. “Después regresaremos juntos al yamen para pintar
su retrato.”
Por supuesto, el ama
de llaves estuvo totalmente de acuerdo. Después de acompañar a Wen Liunian
mientras visitaba a los ancianos y cuidaba al tío Zhang, partieron hacia el
yamen. Cao Dai estaba simplemente secando mantas en su patio trasero. Al
enterarse de que Wen Liunian había venido a verlo, pensó que necesitaba volver
a dibujar a un hombre guapo.
“Resulta que el
señor Cao se dedica a la pintura”, se rio el ama de llaves al verlo. “En ese
caso, no me necesitan, las familias Cao y Zhang eran vecinas.”
"¿Quieres
dibujar a Zhang Shengrui?" Cao Dai preguntó después de escuchar sus
palabras. “Entonces de verdad, no hay necesidad de describirlo, yo lo conocía
bien.”
"Gracias por
su trabajo", Wen Liunian extendió el papel de Xuancheng para él, luego se
sentó junto al ama de llaves y susurró en voz baja, diciendo cuándo quería
reconstruir la casa de caridad. Antes de que la varilla de incienso se hubiera
consumido, el retrato estaba terminado.
El rostro del
hombre en el papel parecía normal e incluso una apariencia un poco tímida. Realmente
parecía un pequeño comerciante, no un bandido.
El ama de llaves
asintió: “Es muy realista. El señor Cao es un buen artista.”
“Por supuesto,
dibujar a una persona familiar es fácil”, Cao Dai lavó sus pinceles, pensó y
suspiró, “No entiendo lo que estaba pensando. Escapó para convertirse en un criminal.”
“Queda por ver si
definitivamente lo es. Necesitamos encontrar pruebas”, dijo Wen Liunian. “Mientras
tanto, ustedes dos, mantengan la boca cerrada.”
“Por supuesto.”
El ama de llaves y Cao Dai asintieron. “No se preocupe, Mi Lord. No diremos
nada.”
Después del
cuarto día del mes lunar, la ciudad se volvió más y más animado. Wen Liunian
invitó a varias compañías de teatro. Doncellas, eruditos, dioses y hadas se
turnaron en el escenario, compensando a la gente por la falta del hombre
hermoso Zhao. La gente dijo entre sí que desde hace algunos tiempos este es el
año más pacífico.
El día quince, se
colgaron fuegos artificiales y faroles pintados por toda la ciudad, y cuando
llegó el anochecer, se encendieron luces brillantes por todas partes.
Wen Liunian se
cambió la ropa por ropa casual, con la intención de caminar con Mu Qingshan en
el Festival de los Faroles.
"Mi Lord",
Shang Yunze apareció fuera de la puerta.
Wen Liunian
respondió de inmediato: “Este funcionario va a salir a la calle sólo.”
‘¿Cómo se
convirtió repentinamente en un "solitario"?’ Mu Qingshan se preguntó a sí mismo:
‘¿qué debo hacer entonces?’
Shang Yunze dijo
con una sonrisa: “Me temo que no podemos irnos todavía.”
“¿Por qué?”
preguntó Wen Liunian.
"Tenemos
invitados", Shang Yunze se dio la vuelta.
Zhao Yue y Lu
Zhui entraron al patio.
Wen Liunian
estaba un poco sorprendido, pero aun así saludó con una sonrisa: “Mucho tiempo
sin verlos.”
“El mapa de las
montañas ya está elaborado. Es sólo que hubo algunos problemas al bajar de la
montaña, así que lo trajimos personalmente a Su Excelencia", dijo Lu Zhui.
Wen Liunian
invitó a ambos hombres al estudio, tomó el pergamino y lo abrió para echar un
vistazo. Frente a él había un mapa muy detallado de la zona montañosa, y se
instalaron marcas de identificación en todas las guaridas de ladrones. Incluso
había bastantes notas cerca y los detalles, se podría decir, que eran muy buenos.
"Muchas
gracias, Segundo Jefe Lu." Wen Liunian estaba muy complacido mientras
miraba el mapa. Sin embargo, no encontró al bandido llamado Zhang Shengrui, por
lo que decidió averiguarlo: "¿Puedo preguntarles algo?"
“Por supuesto.”
Lu Zhui asintió. “Por favor, hable, Mi Lord.”
“Hay una familia
en esta ciudad llamada Zhang. Dicen que su hijo se convirtió en un bandido de la
montaña, su nombre es Zhang Shengrui”, dijo Wen Liunian “¿El Segundo Jefe sabe
esto?”
“¿Zhang Shengrui?”
Lu Zhui negó con la cabeza. “Nunca escuché de este nombre. Pero las montañas
Cangmang son enormes, es fácil que una o dos pandillas se escondan. Incluso en
este mapa, casi todos están marcados.”
Wen Liunian sacó
con calma el retrato del armario: “Es él.”
Lu Zhui lo tomó
en sus manos, miró una vez y se echó a reír: “Resulta que esta persona es Zhang
Shengrui.”
“¿Te has reunido con
él alguna vez? Wen Liunian preguntó apresuradamente.
"Esta es de
hecho una pandilla de ladrones en las montañas Cangmang: la pandilla Tiger
Head", Lu Zhui le entregó el retrato a Zhao Yue. “Una vez vinieron al
acantilado Chaomu para comenzar una pelea, pero después de ser empujados hacia
atrás dos veces, nunca volvieron a aparecer.”
Wen Liunian
frunció el ceño: “Quién hubiera pensado que realmente se convirtió en un bandido.”
‘Solo para su
propio placer, descuidando el cuidado de su anciano padre en casa. Es una pena
que tenga un nombre tan agradable.’
“Para la gente de
la pandilla Tiger Head, las cosas buenas no importan. Todos son muy difíciles,
en las montañas, muchos bandidos sufrieron sus atrocidades”, dijo Lu Zhui.
“Además, debido a la naturaleza del área, es difícil que los forasteros
invadan. Hasta hoy, no sabía el nombre de su líder. Parece que nunca se abrió a
nadie.”
Wen Liunian
encontró inmediatamente a la pandilla Tiger Head en el mapa y se dio cuenta de
que el área allí era realmente difícil de explorar. Acantilados escarpados
delante y un embalse profundo a un lado. Si alguien se atrevía a resistirse a
ellos, a la menor falta de atención, inmediatamente pagaría.
"Si lo deseas,
puedo seguir los movimientos de esta pandilla", sugirió Lu Zhui.
Wen Liunian
asintió: “Gracias Segundo Jefe.”
“Su Excelencia es
demasiado educado. Como acordamos cooperar, es nuestro deber”, sonrió Lu Zhui.
“Ya que tienes el mapa, nos despedimos.”
Zhao Yue se dio
la vuelta y salió.
“¡Gran Jefe!” Wen
Liunian lo llamó cordialmente.
Zhao Yue: “……”
‘¡Bueno, ¿y ahora
qué?!’
"Como ya has
bajado de la montaña, podemos dar un paseo juntos en el Festival de los
Faroles", invitó amablemente Wen Liunian.
‘¡Festival de Faroles!’ Los guardias oscuros que regresaban
de la calle. Todavía no entendían de qué estaban hablando, pero cuando escucharon
las palabras "Festival de los Faroles", inmediatamente comenzaron a
aplaudir apasionadamente.
Zhao Yue: "……"
“Realmente no hace
daño dar un paseo”, dijo Lu Zhui.
Zhao Yue pensó en
golpear la mesa y comenzar una pelea con él.
‘¡¿Dijiste que no
hace daño dar un paseo?!’
Lu Zhui lo miró
significativamente, observando su comportamiento: ‘todavía necesitamos
confiar en el gobierno para atraer al clan Mu.’
Zhao Yue tuvo que
respirar hondo. “Bien.”
"¿Por qué la
expresión del Gran Jefe es tan feroz?" preguntó Wen Liunian.
"El clima ha
estado frío últimamente", explicó Lu Zhui con calma.
Wen Liunian se
sorprendió: “¿Frío?”
Lu Zhui continuó:
“Ha estado congelado por mucho tiempo, así que su cara se parálizó.”
Zhao Yue: "……"
Wen Lunían parecía
preocupado.: “Entonces sería mejor que los dos bajen de la montaña antes.”
Zhao Yue no pudo
soportarlo más. Dándose la vuelta, salió de la residencia.
Los había
escuchado a los dos, el prefecto y Lu Zhui, charlando tan normal, ¿por qué
empezó a recibir una paliza cuando el tema de la conversación se trataba de él?
Ya le dolían los
dientes.
Por supuesto,
para evitar una conmoción entre los habitantes del pueblo, un Guardian Oscuro
le dio a Zhao Yue un sombrero de bambú con gasa negra colgando alrededor, que
oculta perfectamente su rostro.
La cabeza de Zhao
Yue estaba zumbando. Nunca pensó que llegaría el día en que no se le permitiría
mostrarse a la gente.
Lu Zhui contuvo
la risa al pensar que esta escena era digna de ser capturada en una pintura.
Aunque no es
comparable con las tierras prósperas, hubo un Festival de Faroles único en el
centro de la ciudad. Muchas personas lo estaban esperando y llegaron corriendo
antes de que oscureciera. Shang Yunze compró una linterna de conejo en la
tienda y se la dio a Mu Qingshan.
Los guardias
oscuros detrás de ellos mordisquearon galletas dulces y los miraron.
"Esto es
para niños", dijo Mu Qingshan.
“¿Quién dijo eso?”
Shang Yunze objetó. “A mí también me gusta.”
Mu Qingshan:
"……"
‘Entonces, ¿por
qué no lo tomas tú mismo?’
“¿Quieres comer
pasteles de costilla?” Shang Yunze preguntó de nuevo.
"No, están muy
grasosos", se negó Mu Qingshan. “Quiero comer tanghulu.”
Yunze sonrió,
sacudió la cabeza y tiró de él para encontrar un puesto que vendiera tanghulu.
El flujo constante de personas creó una aglomeración, y es natural que atrajera
al asesor hacia él para que la multitud no los separara.
Los ojos de los
Guardianes Oscuros se llenaron de lágrimas de alegría: ‘Fue difícil, pero
finalmente hay al menos algún progreso.’
“¿Adónde fue Lord
Wen?” Hua Tang miró a su alrededor.
Lu Zhui negó con
la cabeza: “No me di cuenta, estaba mirando hacia adelante.”
Xiao Wu se acercó
a ellos con una bolsa de habas horneadas.
“¿Has notado
adónde ha ido Lord Wen?” Hua Tang le preguntó.
"Dio la
vuelta a la esquina más adelante", Xiao Wu extendió su dedo. "Él y
Zhao Yue fueron a pintar con caramelos.”
Hua Tang y Lu
Zhui se quedaron en silencio sorprendidos.
‘¿Por qué parece
tan… extraño?’