•❥ ❥• Capítulo 21: A cada uno según sus necesidades
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Después de una
noche de descanso, la hinchazón del tobillo de Wen Liunian casi había
desaparecido, por lo que se sentó afuera al sol. Hua Tang tenía miedo de que volviera
a resfriarse, por lo que, sin más preámbulos, regresó a la casa y sacó una colcha
cálida, envolviendo al prefecto con fuerza. Al aire libre, bajo la luz del sol,
Lord Wen yacía balanceándose en su mecedora, sintiéndose muy cómodo.
Zhao Yue caminó
accidentalmente por el patio. “¡Gran Jefe!” Wen Liunian exclamó alegremente.
Zhao Yue se
detuvo y durante mucho tiempo trató de encontrar a una persona en una pila de colchas
calientes.
Wen Liunian trató
de sentarse por cortesía, pero al final simplemente extendió la mano y tomó un
plato de bayas de la mesa: "¿El Gran Jefe quiere probar?"
“No, gracias.”
Dijo Zhao Yue.
Wen Liunian
parecía querer ponerse de pie, pero llevaba tanta ropa que el intento fue muy
torpe y se veía muy lamentable.
Zhao Yue tuvo que
ayudarlo.
“Muchas gracias”,
exhaló Lord Wen con dificultad.
Zhao Yue negó con
la cabeza, se dio la vuelta y salió del patio.
Wen Liunian lo
detuvo. "Si estás libre, ¿podemos sentarnos y charlar?"
“Tengo mucho que
hacer.” Dijo Zhao Yue.
“¿Se trata del
clan Mu?” preguntó Wen Liunian
Zhao Yue frunció
el ceño.
Wen Liunian lo
miró.
Después de dudar
por un momento, Zhao Yue acercó una silla y se sentó. “¿De qué quieres hablar?”
Wen Liunian
continuó: "El clan Mu y el acantilado Chaomu están muy separados,
¿cuál es el motivo de la enemistad entre los hermanos Mu y el Gran Jefe?"
“No necesitas
saberlo.” Respondió Zhao Yue
“Pero este
funcionario es curioso.” Dijo Wen Liunian
Zhao Yue: "……"
‘¿Tienes
curiosidad, así que debería decirtelo?’
“Dado que vamos a
cooperar, vale la pena ser más honesto para que podamos discutir nuestros
próximos pasos”, dijo Wen Liunian. “Si el Gran Jefe tiene dudas, puede
preguntarle a este funcionario.”
Zhao Yue dijo: “Hay
conflictos personales entre mis hermanos y yo.”
“Podemos hablar
de tus agravios personales.” Dijo Wen Liunian inusualmente implacable.
Zhao Yue dijo: “Venganza
por el asesinato de mi padre.”
Al escucharlo,
Wen Liunian se quedó estupefacto. Anteriormente, pensó que este odio era
fuerte, pero no esperaba que la enemistad fuera tan profunda.
"Gran Jefe,
perdóneme por preguntar", Wen Liunian sintió un poco de pesar.
"Está
bien", Zhao Yue negó con la cabeza.
Los hombres se
quedaron en silencio por un rato, y había una incomodidad en la atmósfera.
Después de un momento, Wen Liunian tomó una baya y se la entregó con una
pregunta: ¿Quieres comer?
Zhao Yue la tomó
en silencio.
Wen Liunian
también tomó una y dio un gran mordisco.
‘Crujiente, dulce
y muy sabrosa.’
Cuando Lu Zhui y
Wu’er entraron al patio, vieron a los dos hombres sentados uno frente al otro
comiendo bayas… ¡Era una vista asombrosa!
Esto es un poco
extraño, el Segundo Jefe Lu incluso se asustó un poco.
"Buenos
días", saludó Wen Liunian con una sonrisa, atrapado en cálidas mantas.
Tirando la mitad
de la baya, Zhao Yue dijo: “Iré a la cima de la montaña para echar un vistazo
en los alrededores.”
Lu Zhui no
entendió nada: “¿Por qué ir a la cima ahora? Sólo hay un estanque con peces.”
Sin embargo, Zhao
Yue ya había salido del patio y a sus espaldas parecía un poco avergonzado.
Hua Tang miró
pensativamente a los ojos de Wen Liunian.
Lord Wen levantó
las manos y explicó: “Este funcionario no hizo nada, sólo ofrecí al Gran Jefe
un par de bayas.”
Lu Zhui
claramente no le creyó.
Esta actitud
apresurada de Zhao Yue parecía la de una doncella de buena familia que estaba
siendo acosada en la calle.
Debajo de la
montaña, en el yamen, Mu Qingshan estaba preparando la masa en la cocina.
“¿Puedo ayudar?”
Shang Yunze preguntó.
Mu Qingshan lo consideró,
“¿Sabes lavar las verduras?”
"Por
supuesto", Shang Yunze se arremangó.
"Trae un
poco de repollo y ajo", Mu Qingshan comenzó a cortar la carne.
Shang Yunze
arrojó las verduras al agua, las enjuagó y luego llevó el tazón a la cocina. “Están
limpias.”
Mu Qingshan echó
un vistazo. “Aún le queda tierra.”
Shang Yunze:
"……"
Mu Qingshan
continuó hablando: “Y también hay una oruga.”
Shang Yunze se
rascó la nariz, tomó el tazón nuevamente y fue al patio a lavar las verduras.
"Si no puedes,
lo haré yo mismo", dijo Mu Qingshan. “Puedes esperar en el comedor.”
"Esperar es
tan aburrido, es mucho más divertido aquí", se negó Shang Yunze.
"No sé
cuándo regresará Lord Wen", Mu Qingshan agitó su mano, que tenía gotas de
agua.
“¿Quieres que te
lleve a la montaña?” sugirió Shang Yunze.
"No es
necesario, podría presentarse algo en el yamen", Mu Qingshan se agachó a
su lado y le instó: "Lava rápido las verduras."
Shang Yunze
sonrió satisfecho y estaba de buen humor.
La carne y las
verduras se agregaron a la olla, y muy pronto estuvieron listos dos cuencos de
fideos. Mu Qingshan agregó una cucharada de salsa de Wen Liunian a un cuenco y
lo llevó a la mesa de piedra en el patio.
“Eres
verdaderamente virtuoso.” Shang Yunze tomó los palillos. “Quienquiera que se
case contigo en el futuro definitivamente sería muy afortunado.”
Mu Qingshan
estaba un poco avergonzado. “Todavía no he pensado en casarme.”
“¿Por qué?” Shang
Yunze lo miró.
"Estoy más
tranquilo solo", respondió Mu Qingshan. “Además, no sé cómo cuidar de
otras personas.”
Shang Yunze
sonrió, sopló un trozo de carne y se la dio sin decir nada más.
Por la noche, Wen
Liunian y compañía finalmente regresaron, acompañados por Zhao Yue y Lu Zhui.
“¿Está herido Mi
Lord?” Mu Qingshan se asustó.
"Un
poco", respondió Wen Liunian. “Accidentalmente me caí por un acantilado,
afortunadamente el Jefe Zhao me salvó.”
A un lado, los
Guardianes Oscuros asentían con la cabeza, comentando entre sí sobre lo
aterradora que era la imagen. Ni siquiera pudieron evitar desmayarse.
"Ciertamente
debemos agradecer al gran jefe", dijo Mu Qingshan con sinceridad.
"Este
funcionario ciertamente lo hará", asintió Wen Liunian.
Zhao Yue: "……"
Él no necesita
ningún agradecimiento en absoluto. Después de arreglar todos los asuntos, se
despediran y no se volverán a ver.
La residencia del
yamen no es muy impresionante, pero la oficina es bastante grande, más de diez
personas se pueden acomodar allí. Mu Qingshan encendió las linternas y ordenó a
los sirvientes que trajeran té y bocadillos. Según todas las apariencias, iban
a hablar toda la noche.
“¿Qué va a hacer
ahora, señor?” preguntó Wu’er.
"Para
empezar, rechazaré al clan Mu", respondió Wen Liunian.
"No los rechaces",
dijo Zhao Yue.
Wen Liunian se
sorprendió. “¿Quieres que acepte?”
"Mientras
quieran ayudar por iniciativa propia, se pueden utilizar a nuestro favor",
dijo Zhao Yue.
Tan pronto como
dijo eso, todos pensaron... ‘Este no es el estilo de Zhao Yue en absoluto,
pero es muy similar al comportamiento de Wen Liunian.’
“Pero afilan sus
dientes contra el Gran Jefe”, dijo Lord Wen.
“¿Tiene miedo de
que los mate?” preguntó Zhao Yue.
Wen Liunian negó
con la cabeza y dijo con franqueza: “No quiero que el clan Mu dañe a Chaomu.”
Zhao Yue: "……"
"Gracias por
su amabilidad", sonrió Lu Zhui.
"¿Por qué
necesitas dejar entrar al clan Mu?" preguntó Wen Liunian.
Zhao Yue dijo: “Venganza.”
Anteriormente en
las montañas, Lord Wen ya había oído hablar de la enemistad personal entre Zhao
Yue y Mu Wanlei, por lo que, aparte de Shang Yunze y Mu Qingshan, no
sorprendió a los demás.
Wen Liunian
frunció el ceño, claramente en desacuerdo.
"Su
Excelencia, no se preocupe", dijo Lu Zhui. “Hasta que terminemos con los
bandidos, no podremos enfrentarnos al clan Mu.”
"Pero el
clan Mu puede ser incapaz de mover a sus dos líderes", advirtió Hua
Tang. “Dado que Mu Wanlei ya había escrito que quería venir a la ciudad
de Cangmang y ayudar a Su Excelencia a reprimir a los bandidos, dejó en claro
que estaba listo. Cuando los bandidos sean destruidos, surgirá el caos en las
montañas. Incluso si el acantilado Chaomu no quiere participar, no puedes
garantizar que la otra parte haga trucos sucios.”
“¿Qué tal esto?” Wen
Liunian hizo una propuesta: “Dado que el clan Mu firmemente quiere
venir, los dejaremos venir. Muchos ayudantes también son buenos. En cuanto a los
asuntos personales entre ellos y el Gran Jefe, mientras no interfiera con la
destrucción de los bandidos, este funcionario no interferirá.”
"Esperaré
hasta que haya paz y tranquilidad en las montañas Cangmang, y luego arreglaré
cuentas con ellos por completo", asintió Zhao Yue.
“De hecho,
tendremos que esperar hasta que nos ocupemos oficialmente de los bandidos. Si
el jefe Zhao baja en secreto a su gente de la montaña, sin necesidad de intervenir”,
dijo Wen Liunian. "Y cuando llegue el momento, puedes dejar ostentosamente
la montaña vacía, y Mu Wanlei no sabrá nada."
“¿Dónde van a vivir
cuando bajen de la montaña?” Preguntó Hua Tang.
Wen Liunian se
volvió hacia Shang Yunze.
Lord Shang
aseguró lúcidamente: “Hay mucho espacio en la fortaleza de Teng Yun.”
"Entonces,
está decidido", Wen Liunian puso fin a la conversación.
Lu Zhui también
asintió. “Puedo dibujar un mapa de la montaña Cangmang en el menor tiempo
posible, y también marcar todos los lugares de las guaridas.”
“Gracias, Segundo
jefe”, dijo Wen Liunian.
"Su
Excelencia es demasiado amable", dijo Lu Zhui. “Como se dijo, dado que
estamos cooperando juntos, debemos ser más sinceros entre nosotros.” ‘Trajiste
a nuestros hermanos a la ciudad de Cangmang por nosotros y, a cambio, te daré el
mapa de las montañas. A cada uno según sus necesidades, para que nadie se
sienta excluido.’
Ambas partes
pronto llegaron a un acuerdo y dispersaron para irse a descansar. Wen Liunian
se sentó en su estudio reflexionando, como si le estuviera dando vueltas a
alago en la cabeza.
"¿Mi Lord
todavía está pensando en Gran Jefe Zhao?" Preguntó Hua Tang.
Wen Liunian volvió
en sí y respondió desconcertado: “¿Por qué debería pensar en él? Él se acaba de
ir.”
Hua Tang:
"......"
‘Bien, pregunté
sin pensar.’
"Mu
Wanlei y Mu Wangxiong son malas personas”, dijo Wu’er. "Por el bien
de su objetivo, harán todo lo posible. Aunque esta vez aparecieron por el Gran Jefe
Zhao, debes estar atento.”
Wen Liunian
asintió: “Lo sé.”
"Su
Excelencia necesita descansar temprano", dijo Hua Tang. “Ya es tarde,
mañana es el cuarto día del Año Nuevo, habrá un gran teatro en la ciudad y aún tienes
que ir a visitar a la cumpleañera centenaria.”
"Ustedes dos
también deberían ir a descansar temprano", asintió Wen Liunian.
Mientras tanto,
cerca del otro dormitorio, Shang Yunze estaba llamando a la puerta.
"¿Pasa algo
Lord Shang?" Mu Qingshan preguntó desconcertado mientras abría la puerta. “Nos
acabamos de separar, pensé que te habías ido a la cama.”
Shang Yunze
preguntó: “¿Quieres beber?”
“¿Eh?” Mu
Qingshan estaba confundido.
"Vino de las
tierras occidentales", Shang Yunze sacudió la jarra de vino. “Es muy
delicioso.”
"Ya es muy
tarde", Mu Qingshan dudó.
Shang Yunze
sonrió. “Un hombre bebiendo sólo es un espectáculo muy lamentable.”
“……” Mu Qingshan
todavía dudó, pero sin embargo dejó que Shang Yunze entrara a su habitación.
'Realmente es
fácil de engañar.'