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Se siente bien tener una esposa a quien amar.
Todos discutieron durante tres horas antes de decidir el plan para ir al Reino Baixiang. Afuera ya estaba oscuro y Chu Yuan estaba de pie en la proa del barco envuelto en una capa, queriendo tomar un poco de aire.
—Hay mucho viento. Si te quedas aquí demasiado tiempo, te resfriarás —dijo Duan Baiyue.
—Mn —Chu Yuan respondió en voz baja, pero aun así se negó a moverse.
—¿En qué estás pensando? —Duan Baiyue se quedó a su lado.
—En el cuarto joven maestro Shen —respondió Chu Yuan.
—¿Shen Qianling [1]? —Duan Baiyue se sorprendió—, ¿por qué de repente pensaste en él?
—Anteriormente, en nombre de la familia Shen, le pedí a Qin Shaoyu que hiciera muchas cosas para la corte imperiales —dijo Chu Yuan—, solo esta noche supe lo que se siente al ver a alguien a quien amas en peligro.
Duan Baiyue se echó a reír.
—Con sólo las cuatro palabras "alguien a quien amas", sin mencionar pedirme que vaya al Reino Baixiang, incluso si eso significa ir a una montaña de espadas y mares de fuego, si es por ti, lo haré.
Chu Yuan se volvió para mirarlo.
—El simple Reino Baixiang no podrá vencerme —dijo Duan Baiyue—, además, Zhao Yue también irá con nosotros y Wen Liunian no es como tú que ni siquiera quiere comer. Él simplemente corrió muy feliz a la cocina a comer bollos al vapor, es más, supongo que ahora mismo no queda ni un poco de sopa.
«Un excelente funcionario, con un gran apetito.»
Según el plan discutido por todos, Wu Sanlei y Shen Qianfeng serán enviados para crear el caos, mientras que Duan Baiyue y Zhao Yue aprovecharán el caos para raptar al falso Nawa. Tres de los cuatro son maestros incomparables en artes marciales y, si se piensas detenidamente, realmente no hay nada de qué preocuparse. Wen Liunian calculó el tiempo preciso de acción basándose en las corrientes oceánicas y las direcciones del viento a lo largo de los años. El anciano Mu Chi también llevó a Duan Yao a trabajar día y noche, solo para fabricar herramientas que ayudaran en la batalla. Todo está listo, a la espera del golpe final.
El clima era muy bueno ese día. Chu Yuan estaba solo en la cubierta mirando a lo lejos, pero se oyeron pasos detrás de él.
—Este joven monje, saluda al Emperador Chu —Miaoxin juntó las manos.
—Gran maestro, no hay necesidad de ser cortés —dijo Chu Yuan—, ¿querías conversar conmigo?
—Parece tener mal aspecto últimamente —dijo Miaoxin—, ¿todavía tiene problemas para dormir por las noches?
—La razón por la que no pude dormir en toda la noche fue por la guerra, no por las pesadillas —Chu Yuan negó con la cabeza—, me temo que esta vez no será posible que el gran maestro me cante sutras budistas.
—No hay muchos maestros incomparables en Baixiang. Incluso si el líder Shen Qianfeng va solo, puede ir y venir cuando quiera. Además, también van el Rey del Suroeste y el gran jefe Zhao Yue, por lo que, realmente no tiene que preocuparse por esto —dijo Miaoxin.
Duan Baiyue se acercó desde el otro lado, sosteniendo algo desconocido en su mano.
Chu Yuan sonrió y dijo:
—Gracias, por su consejo. Es solo que tengo algunas cosas que hacer hoy. Escucharé sus enseñanzas budistas cuando tenga tiempo libre.
Miaoxin asintió levemente y lo vio irse.
Chu Yuan caminó de cerca para alcanzar a Duan Baiyue:
—¿Qué estás haciendo de nuevo? No te he visto desde hace dos horas.
—Mira —Duan Baiyue sostenía un montón de camarones y cangrejos en sus manos—, los pesqué en un bote pequeño y le pediré a la cocina que prepare panqueques de mariscos para la cena.
Chu Yuan tenía dolor de cabeza.
—¿Te has empapado solo para conseguir estas cosas?
—No tienes apetito y no puedo hacer nada al respecto —dijo Duan Baiyue—, la próxima vez pescaré algas. ¿Comerás algas?
Chu Yuan no sabía si reír o llorar, así que le secó el rostro con sus mangas y lo llevó de regreso al camarote para cambiarse de ropa. Ye Jin se sentó en el costado del barco, con la barbilla entre las manos y mirando la habitación de su hermano con ojos tristes.
Shen Qianfeng extendió la mano y le dio unas palmaditas para consolarlo.
Miaoxin dio un paso adelante y lo saludó.
—Su Alteza Real, Noveno Príncipe.
Ye Jin soltó un leve "hmm" como un gato, débilmente y sin muchas ganas de hablar, pero, al mirar de nuevo la brillante cabeza calva, de repente se sintió aún más mareado.
—Gran maestro, ¿tiene algo que hablar con Xiao Jin? —preguntó Shen Qianfeng.
—Hay algunas cosas sobre las que me gustaría pedir consejo —dijo Miaoxin.
—¿Está relacionado con asuntos de Estado? —preguntó Ye Jin.
Miaoxin asintió.
—Entonces sería mejor para usted preguntarle a Lord Wen —dijo Ye Jin— aunque llevo el título de Noveno Príncipe, paso la mayor parte del año en Jiangnan y no estoy familiarizado con las cosas en la corte imperial.
—¿Y si tiene algo que ver con el Emperador Chu? —preguntó Miaoxin.
Ye Jin frunció levemente el ceño.
—¿Sobre el Emperador Chu?
En el camarote, Chu Yuan tomó el medicamento para heridas y estaba ayudando a Duan Baiyue a tratar la herida. Dijo que se estaba lastimado, pero en realidad era solo una pequeña laceración ocasionada por la pinza de un cangrejo. Si fuera un erudito débil, podría tener que hacer un elaborado vendaje, pero si le pasa a Duan Baiyue, en realidad no sería diferente de ser picado por un mosquito. Pero como su amado estaba preocupado por ponerle algunas vendas más, naturalmente no pudo negarse.
Afortunadamente, Chu Yuan había practicado artes marciales desde que era un niño y a menudo resultaba herido. Tenía experiencia en ser vendado por médicos imperiales muchas veces, por lo que no envolvió la mano del Rey del Suroeste en un mazo.
—Se siente muy bien... —dijo Duan Baiyue.
—¿Eh? —Chu Yuan estaba desconcertado.
—Se siente muy bien el gusto de tener una esposa que me ama —el tono de Duan Baiyue era pícaro.
—Esta vez, cuando vayamos a pelear a Nanyang, te permitiré sufrir este tipo de herida —Chu Yuan entrelazó sus dedos con los de él—, a partir de ahora debes estar sano y salvo, ¿de acuerdo?
—Está bien —sonrió Duan Baiyue—, te lo prometo.
—Descansa temprano esta noche... —le susurró Chu Yuan al oído, con la barbilla apoyada perezosamente en su hombro.
Duan Baiyue naturalmente entendió lo que quería decir, por lo que apretó con más fuerza su cintura.
Por la noche, sintieron la gran pasión primaveral y no fue hasta que el cielo se iluminó que las "nubes y la lluvia" finalmente cesaron.
La mano derecha de Duan Baiyue acarició sus piernas y se deslizó por su espalda.
Chu Yuan se giró hacia un lado para esconderse, pero en lugar de eso, fue agarrado por la cintura y presionado debajo de su hombre nuevamente. Como resultado, su voz se volvió ronca y frunció el ceño:
—¿No estás cansado?
—No estoy cansado —Duan Baiyue mordisqueó y besó su hombro desnudo. Pensando en el éxtasis y la ternura de ese momento, la sangre de todo su cuerpo volvió a calentarse.
Desde el comienzo de la expedición, rara vez los dos habían tenido un amor tan indulgente. Al ver que su interés no se había apagado, Chu Yuan se armó de valor y se dio la vuelta, enviando de nuevo sus labios hacia arriba por iniciativa propia.
—¿No tienes miedo de malcriarme? —Duan Baiyue lo mordió y preguntó vagamente.
Chu Yuan cerró los ojos y rodeó su cintura con los brazos.
—Sólo por esta vez.
Con estas palabras, el resto del tiempo pareció arrojado al mar tempestuoso, y no recordaba cuándo terminaron de hacer el amor. Cuando Chu Yuan despertó, ya había luz y su cuerpo estaba fresco y limpio, obviamente lo habían lavado. Duan Baiyue estaba apoyado en la cama, abrazándolo con una mano y jugando con un pequeño tigre púrpura con la otra. Aunque Li Que devolvió el colgante de jade púrpura debido a una extraña combinación de circunstancias. Al principio Chu Yuan se negó a soltarlo nuevamente, porque le incomodaba que Duan Baiyue usara algo que ya había sido manipulado por otros. Al final, simplemente le devolvió el colgante y le dijo que no podía perderlo otra vez.
—¿Estás despierto? —Duan Baiyue soltó el colgante de jade y lo dejó apoyarse en sus brazos—, tuviste fiebre por la mañana, pero ahora estás mucho mejor. ¿Todavía te duele la cabeza?
Chu Yuan negó con la cabeza, lo abrazó y se quedó allí un rato, y luego dijo:
—Debes tener cuidado cuando vayas al Reino Baixiang esta noche.
—Por supuesto —Duan Baiyue le pellizcó la cintura y lo abrazó con más fuerza—, el viaje de ida y vuelta dura sólo medio mes como máximo. Esta vez no es nada. Estás muy preocupado. En el futuro, tenemos que ir al Reino Feimian y la isla Xingzhou, ¿Acaso me atarás a la cama todos los días?
Chu Yuan lo pateó y dijo:
—Sí.
«No me hacen falta cuerdas. Puedo atarte con hilos de oro.»
Duan Baiyue se rio a carcajadas, se acercó, lo besó y le hizo el amor por un rato, le susurró palabras de amor al oído durante mucho tiempo, luego le pidió a Sixi que entrara y ayudara a Chu Yuan a lavarse, y fue a conversar sobre la misión en Baixiang con Shen Qianfeng y los otros.
El eunuco Sixi corrió felizmente de un lado a otro, envolviendo firmemente la bufanda del Emperador Chu para cubrir cualquier rastro que no debería verse.
—Todavía te ríes —Chu Yuan se dio unas palmaditas en el estómago.
El eunuco Sixi dijo apresuradamente:
—Es mejor reír. Reír es festivo, el Gran Chu es invencible.
Chu Yuan se frotó las cejas, incapaz de hacer nada contra él. Siempre tuvo la sensación de que, fuera quien fuera, después de pasar mucho tiempo con Duan Baiyue, todos tenían este tipo de comportamiento.
Esa noche, dos pequeños botes siguieron la corriente y el viento y se dirigieron rápidamente hacia el Reino Baixiang. Anteriormente, Chu Yuan originalmente planeó dejar que Shen Qianfeng liderara un equipo de vanguardia, pero después de que todos lo discutieron más tarde, sintió que si iban demasiadas personas podría ser muy llamativo. Además, con el poder divino de Wu Sanlei, parecía que no era necesario enviar a cientos de personas a ganar.
Siete días después, llegaron con éxito cerca del Reino Baixiang. Shen Qianfeng y Wu Sanlei se quedaron en una isla por el momento, mientras que Duan Baiyue y Zhao Yue aprovecharon la noche para para colarse en el Reino Baixiang y vigilar primero la pagoda.
Al día siguiente era el festival. Wu Sanlei participó en la batalla por primera vez y fue una acción en solitario muy significativa. Naturalmente, estaba muy emocionado. Se levantó tan pronto como el cielo se aclaró, se frotó las manos contra el arrecife y sonrió, esperando hacer un buen trabajo.
Shen Qianfeng le arrojó un panecillo al vapor y le dijo:
—Dependerá de ti más tarde.
—Así es —Wu Sanlei se dio unas palmaditas en el pecho—, ¡Píncipe Consorte, no te preocupes!
Shen Qianfeng:
—...
Wu Sanlei no sintió en absoluto que lo que dijo estuviera mal y todavía estaba masticando los bollos. Después de todo, está escrito así en las novelas, Su Alteza el Noveno Príncipe y el Príncipe Consorte, son una pareja hecha en el cielo, son gentiles, virtuosos y muy cariñosos.
Shen Qianfeng negó con la cabeza, rogando que este tonto no mencionara eso en todas partes, de lo contrario Ye Jin lo golpearía con las mangas arremangadas y nadie podría detenerlo.
Este festival para el pueblo del Reino Baixiang no difiere en nada de un Año Nuevo Chino en el Reino Medio, unido a la necesidad de hacer un sacrificio y oraciones al Dios del Mar. Aunque los tiempos son inestables y el ejército del Gran Chu está presionando sobre su territorio, las calles seguían abarrotadas de gente con la esperanza de echar mano de algunas de las bendiciones de los Inmortales y librarse del azote de esta guerra. Al mediodía, el cuerno sonó, la gente se arrodilló en silencio esperando para recibir al líder del reino.
Después de un rato, se escucharon pasos en las escaleras. El falso Nawa estaba vestido con ropa fina y lo ayudaban a pararse lentamente en la valla. Aunque el lugar era estrecho, todavía lo seguían más de una docena de guardias y también había muchos guardias en las escaleras vigilando. Duan Baiyue y Zhao Yue se miraron y asintieron.
Después de que sonó el cuerno, el falso Nawa se aclaró la garganta y, justo después de decir una palabra, hubo un rugido repentino detrás de él, y luego un humo espeso se elevó hacia el cielo, asfixiando a la gente con tanta fuerza que no podían abrir los ojos.
Todos sabían que algo andaba mal, y antes de que pudieran desenvainar sus espadas, el falso Nawa gritó de sorpresa. Duan Baiyue lo sostuvo con una mano como si fuera garras de hierro, lo agarró por las solapas de su ropa y saltó desde la imponente torre. Trepó por los aleros y caminó sobre la pared como si caminara por el suelo, y corrió hacia la orilla del mar tan rápido como una sombra en el viento. Los otros guardias querían perseguirlos, pero todos fueron arrastrados por la espada de Zhao Yue, que estaba bloqueando la retaguardia. Se derrumbaron en el suelo y no pudieron levantarse por mucho tiempo.
Al mismo tiempo, después de escuchar el fuerte ruido, Wu Sanlei se arremangó, pisoteó una plataforma de madera con un pie, saltó varios pies de altura, sosteniendo un puñado de explosivos en cada mano y los lanzó en dirección al Reino Baixiang. Shen Qianfeng miró desde la distancia, sintiéndose asombrado en su corazón. Incluso si se construyera una torre de lanzamiento alta, es posible que no pueda lanzarla a una distancia tan larga. Él es realmente un dios.
También Wu Sanlei fue muy afortunado. El viento del norte soplaba en ese momento. El explosivo siguió al viento y aterrizó en la costa del Reino Baixiang. Se lanzaron explosivos unos tras otro, por lo que la costa quedó llena de humo acre y ondulante. Duan Baiyue y Zhao Yue contuvieron la respiración y corrieron a través del humo, robaron un buque de guerra y navegaron hasta el medio del mar. Aunque los guardias dispararon flechas desde atrás, todo fue en vano.
Duan Baiyue se paró en la proa del barco y dijo en voz alta:
—El Emperador Chu tiene algo que discutir con el líder de su reino. Debería enviarlo de regreso después de diez días.
Wu Sanlei aún no había terminado y quería lanzar algunos truenos más, pero Shen Qianfeng lo detuvo, por lo que tuvo que estrecharle la mano con fuerza y esperar la próxima vez para disfrutarlo nuevamente.
Zhao Yue tocó con su mano derecha detrás de la oreja del falso Nawa por un momento y, efectivamente, le arrancó una máscara. El rostro del hombre estaba pálido y demacrado, algo similar al de Nawa.
—No lo esperabas. —Duan Baiyue se puso en cuclillas frente a él—, ¿qué te parece? Cuando Chu Xiang te pidió que fingieras ser Nawa, solo dijo que ibas a ser el señor del reino, pero no dijo que te iba a pasar esto ¿verdad?
Aquel hombre fue descargado por el brazo de Duan Baiyue, sólo jadeaba con voz áspera, pero su corazón también estaba consternado. Sabía artes marciales, pero justo ahora ni siquiera tenía fuerzas para defenderse, e incluso antes de que le diera tiempo a reaccionar a lo que estaba pasando, ya le habían tomado como rehén en este barco.
Zhao Yue también dijo:
—Solo lo había oído hablar de Xiao Liu antes, pero esta vez lo vi con mis propios ojos. Las habilidades del hermano Duan son realmente asombrosas.
Duan Baiyue sonrió y dijo:
—Me halagas.
«Mientras puedas cuidar bien de Lord Wen y no se quede en el palacio imperial de vez en cuando, seguiremos siendo buenos hermanos.»
***
En el campamento naval del Gran Chu, Chu Yuan terminó de encargarse de sus deberes oficiales y estaba a punto de tomar un poco de aire cuando abrió la cortina y vio a Miaoxin parado en la cubierta.
—Su Majestad —Miaoxin bajó la cabeza.
—Gran maestro, ¿está aquí para verme? —preguntó Chu Yuan.
—Vi al Médico Divino Ye preparando medicinas esta mañana, ¿el cuerpo del Emperador no se encuentra bien? —preguntó Miaoxin.
Chu Yuan sonrió y dijo:
—Estoy muy bien. Xiao Jin es médico y dispensar medicamentos es algo que debe hacer todos los días. Gran maestro, se preocupa demasiado.
Duan Yao corrió todo el camino y vio que Chu Yuan parecía estar hablando con alguien, por lo que rápidamente se detuvo y se dio la vuelta para caminar de regreso.
—¡Yao'er! —lo llamó Chu Yuan—, ¿qué pasa?
—Su Majestad. —Duan Yao se rascó la cabeza, —nada, solo quiero decirle que es hora de comer.
«Después de todo, mi hermano me dijo antes de irse que debería vigilar que la cuñada coma y sin saltarse ninguna comida.»
—¿Y tú? ¿Has comido? —Chu Yuan le ajustó el cuello de su túnica.
Duan Yao sacudió la cabeza, sintiéndose infeliz.
«El hermano dijo que, si mi cuñada no come, a mí tampoco me deja comer. Es muy cruel.»
—Vamos, te acompañaré a comer —dijo Chu Yuan.
Duan Yao inmediatamente se puso eufórico y pensó en pedirle al gran maestro que se uniera a ellos, pero también sintió que el monje tenía sus preocupaciones, así que se limitó a saludar, y luego llevó alegremente a su cuñada al comedor, dispuestos a comer patas de cerdo estofadas y fideos de pescado amarillo.
Miaoxin miró las espaldas de las dos personas. Después de mucho tiempo, juntó las manos y recitó Amitabha.
Ye Jin sostuvo algunos peces en sus brazos y caminó con cuidado contra la pared; envió a los guardianes oscuros a pescarlos y planeaba encurtirlos y esperar a que Shen Qianfeng regresara para prepararlo como un reconstituyente. Los lavó y justo cuando los estaba limpiando vio a Miaoxin ahí, y era natural que un monje no quisiera ver sangre o que se apuñalara a un inocente ser vivo. Así que tuvo que usar un paño para embolsarlo y esconderlos en sus brazos y se movió todo el camino de regreso a la cocina.
Miaoxin: "..."
Ye Jin murmuró en su mente mientras aplicaba sal a los pescados.
«¿Por qué este maestro permanece en la proa del barco todo el día? ¿No debería volver a meditar, cantar sutras y adorar a Buda?»
—Su Alteza Noveno Príncipe —saludó Miaoxin.
Ye Jin se sorprendió. Metió el pescado en el frasco y dijo nerviosamente:
—¿Eh?
—He venido a decir gracias. Su método de hechizo con humo es de hecho, mejor que la pagoda de fuego propuesta por este joven monje —dijo Miaoxin.
—No importa, no importa. —Ye Jin agitó las manos y suspiró aliviado—, en realidad, no hay nada de malo en lo que dijo el gran maestro. De hecho, es más fácil atacar con fuego. Yo solo Pienso que la gente es inocente y es mejor prevenir el daño, dentro de lo posible.
«¿Sólo por eso, apareciste silenciosamente en la puerta de la cocina? O ¿estabas pensando que ibas a salvar a estos tres peces.»
Nota:
1. Shen Qianling es el cuarto y último hijo de la familia Shen, lo hace hermano menor de Shen Qianfeng (primer hijo) y Shen Qianfan (tercer hijo). Casado con el líder del Palacio Perseguidor de las Sombras, Qin Shaoyu, son la pareja protagonista del Libro 1 y 2 de la serie Estrategia/Jianghu.