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Sombra blanca en la ciudad
La mayoría de los platos en la mesa tenían sabores picantes y agrios muy típicos del suroeste. Los condimentos fueron traídos especialmente del palacio, pero no habían tenido la oportunidad de prepararlos antes. Ahora que estaban hechos, Duan Yao era el único que quedó para degustarlos.
Chu Yuan tomó un trozo de carne de pescado con
los palillos para él y dijo: “¿te gusta?”
“Sí”. Duan Yao asintió, “es más delicioso que
la comida de la Mansión del Suroeste”.
Chu Yuan sonrió: “el cocinero es originario del
Suroeste, siguió a su hijo hasta Wang Cheng para abrir un restaurante. Comimos
ahí dos veces y encontré que el sabor no estaba mal así que, esa vez lo trajimos
especialmente a la Residencia del Norte. Es bueno saber que te gustó.”
Duan Yao asintió, continuó comiendo con la
cabeza baja y pensó para sí mismo que su hermano tuvo mala suerte, ya que al
final ni siquiera pudo probar los platillos que preparó el cocinero que él
mismo trajo.
Al ver que estaba en silencio, Chu Yuan no volvió
a hablar más hasta verlo beber lo que quedaba de sopa y entonces dijo: “¿quieres
algunos bocadillos?”
“No es necesario”. Duan Yao agitó las manos
repetidamente y su vientre estaba redondo.
Chu Yuan sonrió y dijo: “realmente estás en la
edad adecuada para crecer en estatura”.
Duan Yao se limpió la boca y pensó que no
importaba cuán eufemístico sea, aún quería comer los bocadillos.
Chu Yuan le ordenó a Si Xi que preparara el té,
parecía que no tenía la intención de dejarlo ir.
Duan Yao no estaba sorprendido por esto. Después
de todo, la escena anterior fue demasiado corta y la actuación fue realmente
dura. Podría estar bien engañar a otros, pero su cuñada era el Emperador, por
lo que sería sorprendente si no pudiera detectar nada inusual.
Efectivamente, antes de que la taza de té se
enfriara, Chu Yuan dijo: “ese Inmortal de Cejas Blancas, ¿alguna vez ha estado
en la Mansión del Suroeste?”.
Duan Yao sacudió la cabeza: “Ni yo, ni mi
hermano habíamos visto nunca a ese hombre, sólo oímos a shifu mencionarlo,
diciendo que se lo había encontrado por error cuando salió al mar para vengar a
alguien en sus días de juventud”.
“¿Tiene una buena relación con el anciano Nan?”,
preguntó Chu Yuan nuevamente.
“En realidad no. Si fuera realmente bueno, shifu
lo habría mencionado a menudo”. Dijo Duan Yao, “pero no lo ha visto tantas veces,
así que su relación tampoco debería ser tan mala. Son sólo conocidos”.
“¿Por qué tiene el Tian Chen Sha?”, Continuó
Chu Yuan, “Si la tenía, ¿por qué se negó a sacarla antes y tuvo que esperar
hasta ahora?”.
“Eso no está claro y shifu no dijo nada en detalle”.
Duan Yao dijo: “a lo largo de los años, la Mansión del Suroeste ha enviado a
muchas personas al Mar Oriental y ha escrito varias cartas al Inmortal de Cejas
Blancas, pero no han recibido una sola respuesta. Shifu pensó que había
fallecido, pero no esperaba verlo en la ciudad de Yun De”.
“¿Para entregar a Tian Chen Sha?”, preguntó Chu
Yuan.
Duan Yao dijo: “también para hacer un trato con
shifu, pero shifu se ha negado a hablar sobre el contenido del trato. Sólo dijo
que después de que mi hermano se recupere de su lesión, haría personalmente
otro viaje al Mar Oriental”.
“Así que eso es todo” Chu Yuan asintió ligeramente,
aún tenía algunas dudas en su corazón, pero no podía decir qué era irrazonable
sobre este asunto: era lo más común que las personas en Jianghu hicieran tratos
entre ellos. Como era un Inmortal en el extranjero, no era sorprendente que tuviera
la Tian Chen Sha. Parecía tener sentido en todos los aspectos.
Duan Yao continuó: “es sólo un regreso al Suroeste
para curarse. Al hermano no le gustaría ver al Emperador preocupándose tanto
por él, así que es mejor que tranquilice su corazón”.
Chu Yuan volvió en sí y dijo con una sonrisa: “más
bien vas a consolarme en su lugar”.
Duan Yao apretó los puños: “mi hermano me había
encomendado que cuidara del Emperador por él antes de marcharse. También dijo
que, si esos viejos ministros vuelven a ser insensibles y quieren reñir con
algunos asuntos triviales, simplemente pusiera un saco sobre sus cabezas y los
golpeara, así se volverían más obedientes”.
Chu Yuan asintió con aprobación: “lo que
dijiste es muy cierto”.
Tras saltarse el asunto de Tian Chen Sha, la
conversación se hizo mucho más ligera. Ambos charlaron durante casi una hora
sobre la Corte y el mundo marcial antes de que Duan Yao se levantara para
marcharse. Después de beber la última taza de té, Chu Yuan se sintió mucho
mejor en su corazón, aunque no estaba completamente aliviado, tenía la
sensación de que las cosas podrían no ser tan malas como había pensado, ya que
se dice que la preocupación puede ser caótica y es inevitable que a veces uno
piense demasiado si se trata de la persona a la que se ama.
“Su Majestad”, le recordó el eunuco Si Xi desde
la puerta: “es tarde, es hora de volver a la habitación y descansar”.
Chu Yuan se levantó y dijo mientras caminaba: “ordena
a la cocina que preparen más comidas vigorizantes de qi mañana, Yao-er está
practicando kung fu recientemente, no lo dejen pasar hambre”.
“Sí” Si Xi asintió con una sonrisa pensando que,
aunque el Rey del Suroeste se había ido, todavía quedaba un pequeño Príncipe
Duan que estaba allí. Después de sólo comer juntos, la cara del Emperador
mejoró mucho. Creo que, si un funcionario solicita audiencia mañana, no estará
temblando cuando entre al Estudio Imperial.
La ciudad de Yun De estaba muy tranquila,
pasaba un vigilante tocando su bangzi, tarareando una cancioncilla.
El fantasma femenino ha sido eliminado y la
ciudad ha vuelto a su antigua paz y tranquilidad. Con el Emperador también aquí
y los Guardias Imperiales patrullando las calles, la cuidad era todo lo segura
que podía ser. Al pasar por un callejón, el vigilante dejó sus pertenencias y trató
de encontrar un lugar tranquilo para hacer sus necesidades, pero antes de que
pudiera desabrocharse el cinturón del pantalón frente a la pared, una sombra
blanca se proyectó sobre el muro y desapareció en un instante.
“¡Ayuda!”, el vigilante estaba tan asustado,
sintiendo una oleada de calor corriendo por sus piernas.
Sucedió que unos Guardias Imperiales pasaban
allí y al oír el ruido, acudieron con antorchas y vieron al vigilante sentado
en un rincón, agarrándose la cabeza, gritando a pleno pulmón y el hedor a su
alrededor era abrumador.
“Loe’er, Lao’er.” El guardia local responsable de
dirigir el equipo se adelantó y lo empujó, “¿Estás poseído o te han robado?”.
El vigilante levantó la cabeza temblando.
Los oficiales y soldados a su alrededor lo
miraban con asombro e incomprensión.
“No, no hay ningún fantasma”. El vigilante era
incoherente: “estaba aquí y vi una sombra blanca”.
“¿No hay fantasma?, creo que estás muerto de
miedo”. El guardia lo levantó, “debes haber visto mal”.
El vigilante negó con la cabeza y le tomó mucho
tiempo calmarse. Sólo entonces sintió que sus piernas estaban frías. Cuando miró
hacia abajo, se sintió tan avergonzado que estuvo a punto de enterrarse en el
suelo.
“¡Está bien!, ¡está bien!, regresa a casa ahora”,
el guardia recogió el bangzi del suelo y se lo dio, “no la líes la próxima vez”.
Aquel grito de socorro no sólo asustó al vigilante que se orinó en los
pantalones, sino que también el guardia estaba bastante asustado.
La cara del vigilante se puso roja y después de
agradecer a todos, se arrastró de regreso a casa, pensando que no tendría cara
para salir hasta dentro de medio mes y que le harían daño los que decían
tonterías. Los Guardias Imperiales también pensaron que sólo se trataba de su
vista y no se tomó este asunto en serio. No fue hasta que todos se fueron que una
figura encorvada saltó de un gran árbol no muy lejos y cojeó sola hacia las
puertas de la ciudad. Aprovechando el momento en que los guardias entregaban
sus puestos, se pegó fuerte a la muralla de la ciudad como un tigre escalador y
salió dando tumbos de la ciudad en poco tiempo.
Un carruaje se detuvo en el desierto, y figura
oscura se inclinó y entró, diciendo con voz ronca: “ve a la ciudad de Guan Hai”
El cochero respondió y espoleó su caballo hacia
el sur.
La ciudad de Guan Hai es una localidad en la
frontera sur del estado de Chu, está considerada como uno de los puertos más
importantes por estar situada junto al mar para escuchar el viento y observar
las olas blancas. Los muelles están repletos de barcos mercantes de varios
países todos los días y las banderas están densamente pobladas. Tanto si se
trata de una caravana que se dirige a Nan Yang o un país extranjero que ingrese
al Gran Chu, Guan Hai es la vía más conveniente.
La noche se esconde y el sol sale por el este,
amanece un nuevo día.
Chu Yuan estaba en el Estudio Imperial y
después de leer algunos pergaminos, el eunuco Si Xi vino a informarle que había
llegado una carta del Palacio Perseguidor de Sombras.
El corazón de Chu Yuan se regocijó.
El eunuco Si Xi la presentó con ambas manos y
dijo: “también hay un carruaje de productos especiales de Shu Zhong, que serán
entregadas al Palacio más tarde y fueron elegidas por Lord Shen personalmente”.
Chu Yuan asintió y abrió el sello para sacar la
carta. Era la letra de Qin Shao Yu. Decía que había recibido una carta de
vuelta del Mar del Sur y que efectivamente, no sabía dónde estaba Tian Chen Sha,
pero que podía intentar encontrarlo.
“…… ¿Su Majestad?” Al ver que no hablaba en
mucho tiempo, Si Xi le llamó para recordárselo.
Chu Yuan dijo: “prepara algunos regalos únicos y
envíalos al Palacio Perseguidor de las Sombras”.
“Sí”. El eunuco Si Xi asintió y se retiró. Chu
Yuan leyó la carta una vez más, frunciendo el ceño ligeramente. El Médico Divino
de la Mano Fantasma era el maestro Qin Shao Yu, quien había estado viviendo recluido
en una isla del Mar del Sur en los últimos años. Es uno de los mejores médicos
divinos del Jianghu. Incluso si Ye Jin se considera inferior. Si ni siquiera él
sabe lo qué es Tian Chen Sha, entonces debe ser difícil de encontrar en el
mundo.
Apoyándose en la silla del dragón y pensando
por un momento, Chu Yuan volvió a escribir una nueva carta, pidió a sus hombres
que procedan lo más rápido posible. Envió una copia a la Villa del Sol y la
Luna, y al Palacio Perseguidor de Las Sombras.
Duan Yao seguía aprendiendo del anciano cómo
descifrar el Fen Xing Ju, salía temprano y volvía tarde y a menudo seguía
practicando hasta altas horas de la noche. Chu Yuan pidió entonces a Si Xi que
pasara la orden de permanecer en la Residencia del Norte durante medio mes más
antes de partir de regreso a Wang Cheng.
“Mírate, frunciendo el ceño por esto también”,
dijo Lord Liu: “ya sea que esté en Wang Cheng o en la ciudad de Yun De, los
asuntos políticos que el Emperador debe manejar no son pocos, ¿cuál es la
diferencia?”
“¿Qué te importa si frunzo el ceño?” Tao Ren De
estaba mareado por su ruido.
Lord Liu dijo: “por supuesto que no me importa,
pero de acuerdo con tu costumbre habitual, protestarás después de fruncir el
ceño. Permíteme recordarte que nuestro Emperador no está de buen humor
últimamente, así que tómatelo con calma”.
Tao Ren De: “……”
“simplemente no sabes cómo disfrutar de la buena
vida”. Lord Liu lo arrastró afuera, “si hay que quedarse medio mes más, que así
sea. Vamos a comer pastel de trigo horneado”.
Tao Ren De tropezó mientras lo arrastraban, todavía
con el ceño fruncido.
No había nada de malo en quedarse medio mes
más, o incluso un poco más. Es sólo que el Emperador parece estar actuando un
poco extraño estos días, pero no dice nada, lo que hace que la gente se sienta
más insegura y siempre sienta que algo grande va a suceder.
Este sentimiento de preocupación es realmente
incómodo.
“Su Majestad”, dijo Si Xi, “parece que el Joven
Príncipe Duan necesita practicar kung fu por un rato más hoy y aún no ha
terminado, así que ¿le gustaría a Su Majestad cenar primero?”
“Tampoco tengo hambre, es mejor esperar a que
Yao-er venga”. Chu Yuan dejó caer la carta de su mano: “vamos, iremos a la
prisión primero”.
El eunuco Si Xi estaba perplejo: “¿ir a la
prisión?”.
“Todavía hay un prisionero ahí”. Chu Yuan dijo:
“originalmente quería volver a Wang Cheng para lidiar con eso, pero como tengo
que quedarme aquí otro medio mes, no hay nada que hacer, así que no hay nada
malo en intentarlo primero”.
Fue sólo
después de decir esto, cuando Si Xi recordó de repente que había una concubina
cortesana que mató a Yu Shu, el prefecto de Cang Nan, quien estaba encarcelada
aquí. Llamada Cui Gu, y aún no había sido llevada a juicio.
El brasero en la puerta de la prisión estaba
ardiendo, y el jefe de la prisión estaba dormitando, tampoco esperaba que Chu
Yuan viniera ahora, así que entró en pánico y apresuradamente se arrodilló en
el suelo, “Saludos al Emperador”.
“Olvida las formalidades”, ordenó Chu Yuan: “abre
la cerradura, quiero entrar y echar un vistazo”
Glosario:
1. Bangzi:
instrumento de percusión para música tradicional china que consiste en una
cajilla rectangular de madera.