DWGL - 6: Sutra del corazón Bodhi


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El silencio reinó en la habitación.

 

Después de un largo silencio, Duan Baiyue dijo con severidad: “¡Vete!”

 

¡¿Qué me vaya?! Duan Yao aún no se había recuperado de la conmoción que había recibido y retrasó su respuesta.

 

Bajo un par de ojos que lo miraban fijamente, Duan Baiyue se puso cada vez más nervioso. Finalmente, agitó sus mangas, decidiendo simplemente alejarse.

 

Duan Yao lo sujetó con fuerza agarrándolo por detrás.

 

Las venas comenzaron a aparecer en la frente de Duan Baiyue.

 

“¿Quién es?” preguntó Duan Yao sin soltarlo.

 

Duan Baiyue tenía dolor de cabeza, él mismo no podía entender cómo sucedió que cometió un error tan estúpido.

 

“Como dije, si estás tan preocupado por lo que está pasando en el Palacio Imperial, debes tener una razón importante para esto.” Duan Yao se dio cuenta de que había dado en el blanco. Al principio, pensó que el hermano mayor aspiraba a convertirse en Emperador. Pero aparentemente, ese no es el caso.

 

Después de pensarlo un poco más, continuó: “Pero conociendo tu personaje, quienquiera que sea la persona que te gusta, no te disuadirá el hecho de que sea del palacio. Lo habrías arrastrado incluso desde la montaña celestial Penglai [1] ¿Por qué tanta moderación esta vez?”

 

Duan Baiyue permaneció en silencio. De hecho, no quería explicarlo en absoluto.

 

Duan Yao preguntó sorprendido: “¿No me digas que te enamoraste de la Emperatriz?”

 

Duan Baiyue: “……”

 

Duan Yao se dio cuenta tardíamente: “Ah, no, nunca escuché que Chu Yuan tuviera una emperatriz.”

 

Duan Baiyue apretó los puños.

 

Duan Yao notó esto y retrocedió un par de pasos. “¡Está bien! ¡está bie!, no volveré a preguntar sobre eso.”

 

Duan Baiyue resopló con frialdad y se fue.

 

El tren de pensamiento de Duan Yao continuó. No es de extrañar que Duan Baiyue se molestara cuando escuchó que el Emperador Chu no estaba en el palacio. La persona que le gusta, muy probablemente, también se fue.

 

‘Viajar de esta manera y no encontrar a quien buscas. Es triste incluso pensar en ello.’

 

Después de unos días, incluso Duan Nian comenzó a preguntarse qué había pasado entre el Rey Duan y el Joven Príncipe Duan. Ni siquiera comían en la misma mesa. Parecía que no pasaba nada fuera de lo normal, ni siquiera los oyó pelear.

 

 

Llovió en Jiangnan en abril. El paisaje brillaba con belleza natural, pero había mucho lodo, por lo que resultaba muy molesto.

 

En lo profundo de las montañas, entre la vegetación, un joven estaba sentado con las mejillas entre las manos y una canasta a la espalda. Iba a seguir recogiendo hierbas después de que cesara la lluvia. Con su piel pálida y rasgos elegantes, se veía muy noble.

 

De repente, se escuchó un gemido detrás de él.

 

En un bosque tranquilo, este sonido podría asustar a cualquiera.

 

Muy sorprendido, el joven volteó y vio que de la nada, aparecía un anciano, quien con su ropa andrajosa parecía un mendigo.

 

"Oh... oh..." Al darse cuenta de que el joven se volvió hacia él, la expresión en el rostro del anciano se volvió aún más dolorosa. “Ayuda...”

 

‘Es un fantasma o una persona...’ el joven se levantó y sacó un palo de madera hecho de ciruelo, hervido en sangre de perro y lo pinchó un poco.

 

El anciano: “…”

 

Nada ha cambiado. El joven sacó el palo, lo examinó en busca de daños y luego lo arrastró con él para protegerse de la lluvia.

 

“¿Este Lord es médico?” preguntó el anciano.

 

“Sí.” Ye Jin molió las hierbas recién cortadas en una pasta.

 

El anciano rápidamente extendió su mano.

 

Ye Jin untó la pasta en su propia muñeca.

 

Anciano: “…”

 

‘¿Entonces no va a tratar mis heridas?’

 

"Estas hierbas son venenosas, estoy probando su efecto." Ye Jin luego sacó una botella de polvo medicinal y trató sus heridas. "¿Viniste aquí para escapar del desastre?"

 

“Sí, sí”, asintió el anciano. “Eres muy amable.”

 

Ye Jin lo ayudó a vendarlo.

 

El anciano exhaló bruscamente. Tenía tanto dolor que su rostro se torció: “Tus habilidades curativas están bastante oxidadas.”

 

“¿Cómo te atreves a decir que mis habilidades están oxidadas?” Ye Jin exclamó enojado.

 

Al anciano le dolió la cabeza por una exclamación tan fuerte, después de un rato respondió: "No es cierto, no es cierto, eres como la encarnación de Hua Tuo [2]"

 

Ye Jin se rió entre dientes y sacó una galleta: “Come esto por ahora y espera mientras recojo las hierbas. Luego te llevaré al asilo de la ciudad.”

 

El anciano asintió en señal de agradecimiento mientras se levantaba y se sacudía la suciedad de la ropa. De la cintura del hombre colgaba un colgante de jade en forma de hoja de arce verde, grabado con el símbolo "Jin".

 

Así que realmente es el Médico Divino Legendario del Jianghu... El anciano se frotó la barbilla, mirando con interés mientras se iba.

 

Una magnífica flor roja creció en las rocas. Después de tres o cuatro intentos, Ye Jin aún no pudo obtenerla. Estaba familiarizado con las artes marciales y su qinggong era bueno, pero después de la lluvia, el acantilado estaba resbaladizo y no quería olvidarse de la precaución. Al final, se dio por vencido a regañadientes, regresó con su canasta al escondite y luego bajó la montaña con el anciano.

 

La ciudad al pie de la montaña era bastante grande, tenía muchas casas de caridad. Los ancianos que vivían en ellos fueron abandonados por sus hijos, sus viejos cuerpos se vieron afectados por diversas dolencias. Ye Jin vino a esta ciudad viajando para recolectar hierbas y, a menudo, cuidaba a los ancianos. Todos en la casa de beneficencia le tenían un profundo respeto. Esta vez, al ver que había traído consigo a un anciano, aceptaron al nuevo huésped sin dudarlo, e incluso prepararon comida y algunas frazadas para que descansara.

 

Después de despedir al anciano, Ye Jin inmediatamente se olvidó de él, se sacudió las mangas y se fue a casa. Planeaba quedarse en esta ciudad durante varios meses hasta que todo floreciera en las montañas y recolectara las hierbas necesarias. Después de eso, iba a regresar a la Villa del Sol y la Luna.

 

 

En la capital.

 

"Hermano", Duan Yao golpeó suavemente la puerta del estudio.

 

“¿Qué pasa?” Duan Baiyue respondió secamente.

 

“Ya no te preguntaré sobre el palacio.” Para evitar ser expulsado, Duan Yao decidió explicarse primero antes de abrir la puerta y entrar.

 

Duan Baiyue: “……”

 

"Quiero decir dos cosas", Duan Yao mostró sus dedos. “Después de que termine, me iré. Primero, shifu Nan fue resucitado nuevamente.”

 

Duan Baiyue se frotó las sienes.

 

"Pero esta vez no regresó a la Mansión del Suroeste, nadie sabe a dónde fue," continuó Duan Yao. “La tía Yu mandó a la gente a buscarlo, diciendo que no debemos perder la vigilancia también.”

 

“¿Cuál es la segunda cosa?” Duan Baiyue preguntó.

 

“Me pediste que mirara lo que sucede en la Mansión Liu durante la fiesta de cumpleaños de Liu Gong.” Duan Yao respondió. “Hay muchas personas de diferentes orígenes, en su estudio estaban discutiendo constantemente algo, es difícil predecir sus acciones.”

 

“¿Realmente celebró su cumpleaños y nada más?” Duan Baiyue hizo una pregunta.

 

"No puedo confirmar esto", se quejó Duan Yao. “Es un verdadero zorro viejo, hablando de negocios sólo cerca del escenario, rodeado por una multitud. Era ruidoso y no se escuchaba nada.”

 

"Si no tuviera un par de trucos bajo la manga, ¿cómo se atrevía a mirar el trono imperial?" Duan Baiyue se rio: "¿De verdad no escuchaste nada?"

 

"… ¿Estás tramando algo otra vez?" Duan Yao preguntó con cautela.

 

"Hay un establecimiento de entretenimiento en esta ciudad llamado ‘Zhanyue’, donde Gu Yunchuan está a cargo", comenzó Duan Baiyue, examinándolo cuidadosamente con los ojos.

 

Duan Yao pensó para sí mismo: "Por favor, no digas que ella es tu amante."

 

“Liu Gong tiene un hijo, Liu Fude. Es uno de los clientes habituales de ‘Zhanyue’”, continuó Duan Baiyue. “Si te arreglas un poco, te verás bastante presentable.”

 

"¿Te atreves a pedirme que sea el 'cebo’ para atraer clientes? Preguntó Duan Yao: ‘¡Nuestros padres se levantarán de sus tumbas para castigarnos!’

 

"Es un lugar decente, no necesitarás ser el ‘cebo’", Duan Baiyue negó con la cabeza. “A lo sumo, tendrás que cantar un par de canciones, tal vez puedes ganar dinero.”

 

Las cosas resultaron para que Duan Yao no perdiera nada al mismo tiempo, incluso para que gane dinero. Duan Yao sintió ganas de sumergir la cabeza de su hermano en una tina de cinco venenos.

 

"Entonces, está decidido", dijo Duan Baiyue.

 

Duan Yuao: “……”

 

“¿Algo más?” Duan Baiyue preguntó.

 

“Hay algo más.” Duan Yao casualmente se sentó frente a él. “Incluso si Liu Gong no trama nada bueno, el Emperador Chu es su objetivo. Es decir, no tiene nada que ver con el Suroeste, ¿por qué interfieres en este asunto?”

 

"Porque me gusta entrometerme en todo", respondió Duan Baiyue.

 

Duan Yao se tensó ante esta respuesta.

 

"Cuando todo termine, habrá una recompensa", comenzó a tentarlo Duan Baiyue.

 

“¿Qué recompensa?” Duan Yao mordió el anzuelo.

 

"Te enseñaré el Sutra del Corazón Bodhi", Duan Baiyue le dio unas palmaditas en la cabeza.

 

"¡Sabía que shifu te lo enseñó en secreto!" Duan Yao se quejó.

 

‘No hay necesidad de mostrar favoritismo. ¡Cada vez que shifu cobra vida, la persona que llena la tumba con tierra soy yo!’ pensó Duan Yao.

 

Ciudad Jiangnan.

 

¿Sutra del Corazón Bodhi?” Ye Jin preguntó mientras secaba las hierbas. “No, no quiero practicarlo.”

 

"En el futuro te arrepentirás", continuó el anciano molestándolo.

 

Se hizo llamar “Bai Laicai”, afirmando haber llegado allí desde el Suroeste. Después de que se recuperó en la casa de beneficencia, a menudo visitaba a Ye Jin e incluso dijo que tenía un manual para aprender la técnica secreta de artes marciales con la que muchas personas soñaban.

 

"No tengo ningún interés en blandir espadas o lanzas." Ye Jin se sentó y bebió un poco de té.

 

“Una persona que no usa espadas o lanzas, ¿cómo puede proteger a sus seres queridos en el futuro?” el anciano trató de convencerlo.

 

Ye Jin de repente se dio cuenta de que había salvado a una persona bastante desagradable. Habría expulsado a un plebeyo ordinario del patio hace mucho tiempo con una escoba, pero era un anciano frágil y canoso que tenía al menos setenta años. No podía tratarlo con tanta crueldad, así que tuvo que aguantar su presencia, y sólo quejarse en su corazón.

 

En respuesta a su firme negativa, el anciano agarró su maltrecho libro y comenzó a sollozar sin parar.

 

“¡BIEN! ¡BIEN! ¡Estudiaré!”, Ye Jin no podía soportar verlo así y agregó. “Muchas gracias.”

 

De repente, el anciano volvió a sonreír y le entregó el libro. Luego tomó un bocadillo del plato y regresó a la casa de beneficencia con una sonrisa.

 

El libro que tenía en las manos estaba roto, cubierto de grasa y con un olor agrio. Ye Jin apenas se obligó a tocarlo. Tomó una hoja de papel aceitado y pasó la primera página con ella. Este Sutra permitía a quien lo dominaba obtener una tremenda energía interior, pero tenía un defecto… era…

 

“¡Pum!” El libro se cerró con un estallido.

 

Ye Jin nunca quiso volver a abrirlo. ‘¡¿Qué clase de arte marcial vil es esta práctica que puede conducir a la infertilidad e impotencia?! Quién sabe si tal vez suceda con sólo mirarla. De haber sabido que esto sucedería, habría comprado hojas de pomelo del sur, por si acaso, para ahuyentar la mala suerte.’

 

 

Con el crepúsculo, las orillas del río se iluminaron con luces. Chu Yuan, sentado en la cubierta del barco, se envolvió con más fuerza en su capa. Sus pensamientos estaban muy lejos.

 

"Emperador", Shen Qianfan dio un paso adelante. “Acabo de recibir un mensaje del palacio. El Rey del Suroeste llegó a Wang Cheng y se detuvo en el pueblo de Jinxiu.”

 

Chu Yuan asintió y no parecía sorprendido.

 

“¿De verdad, Su Majestad va a dejarlo ir?” Shen Qianfan preguntó con duda.

 

“¿Qué quieres decir con ‘dejarlo ir’?” Chu Yuan se soltó una risa. “Si quisiera dejarlo ir, no dejaría que su gente deambulara por mi palacio como quisieran.”

 

“Sin embargo, esta vez se trata de Liu Gong y es un asunto de gran importancia”, continuó Shen Qianfan. “Si permites la más mínima imprudencia, puedes alarmar al enemigo. Tantos años de planes cuidadosamente elaborados para separar a Liu Gong y su familia de La Corte. Un asunto tan importante… ¿y dejarlo al cuidado del Rey del Suroeste?”

 

“No te preocupes, Zhen tiene todo bajo control”, Chu Yuan le dio unas palmaditas en el hombro. “Si no tiene éxito, no será demasiado tarde para que nuestra gente entre en juego.”

 

Glosario:

1.    Penglai 蓬莱: hay una ciudad real con este nombre en la provincia de Shandong, pero en este caso, Duan Yao está hablando de una isla de montaña mítica con el mismo nombre. Según la leyenda, esta montaña flotaba en la bahía de Bohai y era el hábitat de los inmortales (maestros de artes marciales, cultivadores, que han alcanzado la inmortalidad).

Hua Tuo 华佗 es el médico más famoso de la antigua China, la era Han del Este. Fue un médico destacado con habilidades médicas integrales, en cirugía y acupuntura. Los descendientes lo llamaron “Mano quirúrgica”.