DWGL - 50: Practicar o no practicar


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“¿Qué sucede?” Preguntó Chu Yuan.

 

"Este humilde sirviente quería llevar este asunto al trono, pero el cuerpo del Emperador no se encontraba bien, por lo que decidí confiar el asunto a los funcionarios provinciales locales. De repente, el incidente se intensificó cada vez más", dijo Tao Rende, quien estaba abrumado por una gran ansiedad. "Parece que alguien en esta ciudad está haciendo daño bajo el disfraz de espíritu maligno para interrumpir la partida sagrada del Emperador.”

 

Chu Yuan frunció el ceño cuando escuchó estas palabras, y Duan Baiyue, que se escondía detrás de una pantalla, recordó cómo la gente de la tienda de fideos había chismorreado al respecto esta mañana: “¿Significa que hay un fantasma en este lugar?”

 

"Hace unos días, un guardia nocturno fue asesinado misteriosamente en la ciudad de Yunde, y el difunto fue tratado de manera extremadamente despiadada", continuó Tao Rende. "Con el fin de evitar el pánico público, las autoridades locales decidieron no hacer público este caso, llevando a cabo una investigación en secreto. Pero antes de que se pudiera averiguar nada, otra persona fue asesinada, se dice que fue un ladrón local de la ciudad, Zhou Da. Las circunstancias de la muerte, el estado del cadáver, eran exactamente las mismas que el día del asesinato de la guardia nocturna: los cuerpos estaban desnudos, los ojos saltones y había una huella negra en el pecho.”

 

El corazón de Duan Baiyue dio un vuelco.

 

"No parece ser un asesinato por robo ordinario, y me temo que no se puede entregar a los funcionarios locales", dijo Chu Yuan. "También ha venido gente del salón de la Justicia, que se ocupen de este caso.”

 

"¡Sí!”, Tao Rende recibió la orden.

 

"Dado que ha ocurrido un accidente de este tipo en la ciudad, el resto de la gente también debería estar en guardia", dijo Chu Yuan. "Anteriormente, no aparecían espíritus malignos aquí, pero tan pronto como llegó Zhen, ocurrió un incidente. Todavía es difícil decir si el objetivo del bando contrario es la gente común o la residencia imperial.”

 

"Su humilde sirviente entiende", dijo Tao Rende. "Un poco más tarde, encontraré al comandante Xiang y discutiré esto con él.”

 

Chu Yuan asintió con la cabeza y luego, después de esperar a que se fuera, se dio la vuelta y preguntó: “¿Qué te opinas?”

 

"Estoy dispuesto a rendirme respetuosamente a los dioses que pueden protegernos y permitirnos amarnos mutuamente, pero nunca creeré en un fantasma", Duan Baiyue apareció lentamente detrás de la pantalla. "Además, la descripción de la apariencia de los cadáveres es muy similar al uso de las Garras del Hombre Muerto que practicaba Lan Ji.”

 

Chu Yuan frunció el ceño “¿De verdad sobrevivió?”

 

"Ahora que lo pienso, también es mi culpa. No te preocupes, no dejaré que las autoridades locales limpien este desastre.”

 

"¿Cómo podría ser tu culpa?" Chu Yuan negó con la cabeza. "No eres el líder de la Secta Tiansha.”

 

"Sin embargo, si realmente es Lan Ji, entonces es hora de que me reproche mi propia indiscreción y no poder matarla. Sus métodos y habilidades son lo más brutales posible. Me temo que ni siquiera el comandante Xiang puede detenerla.”

 

Chu Yuan frunció el ceño.

 

"Déjamelo a mí", Duan Baiyue le dio unas palmaditas en el hombro. "Te prometo que no dejaré que lastime a más gente.”

 

"Además de la gente, también estás tú”. Chu Yuan dijo: “Ten cuidado.”

 

Duan Baiyue sonrió: “Muy bien.”

 

"Entonces, ¿qué se requiere de mí?" Preguntó Chu Yuan.

 

Duan Baiyue se inclinó y le mostró un lado de su rostro.

 

Chu Yuan: “……”

 

"Solo haz una cosa", instó Duan Baiyue, con voz suave.

 

Chu Yuan agarró ligeramente la barbilla, cerró los ojos y lo besó.

 

El viento de verano soplaba afuera. Eran raros momentos de paz y tranquilidad.

 

Antes de salir de la residencia imperial, Duan Baiyue fue a un pequeño patio aislado.

 

El anciano todavía estaba sentado y jugando al ajedrez, había caramelos zongzi tirados a un lado, ya se habían derretido un poco debido al calor del día.

 

"Tú eres ese joven", el anciano escuchó el sonido de pasos y levantó lentamente la cabeza. “¿Volvió a pasar algo?”

 

"Toda está bien, solo vine a visitar a este anciano", respondió Duan Baiyue. "Pero, si no le gusta que lo molesten, me iré".

 

"¿Sabes cómo jugar ajedrez?" preguntó el anciano.

 

Duan Baiyue se sentó frente a él: “No sé”.

 

El anciano negó con la cabeza: “Si no sabes, ¿por qué te sentaste?"

 

"Gracias a las instrucciones del anciano hace unos días, el ser amado de este humilde sirviente pudo deshacerse de Yueming gu. Volví específicamente para decir lo agradecido que estoy.”

 

“Un ser amado”, el anciano sonrió. “¿Así que se trataba de amor desde el principio? ¿Cuándo te vas a casar?”

 

"No lo he pensado aún.”

 

"Si no lo has pensado, piénsalo pronto", el anciano sumergió el dedo en el caramelo zongzi derretido y se lo llevó a la boca. "No seas como yo, solo cuando había agotado mi juventud me desperté, pero incluso cuando desperté, no había encontrado a la persona que había sido en esos años durante mucho tiempo.”

 

Duan Baiyue asintió: “Gracias, anciano, por su consejo.”

 

"¿Puede este anciano echar un vistazo a la espada Xuan Ming?" volvió a preguntar.

 

"Por supuesto", Duan Baiyue sacó la espada de su cinturón y se la entregó.

 

El anciano acarició lentamente la hoja de su espada: “¿De dónde la has sacado?”

 

"Es un regalo de mi shifu.”

 

“Tienes un buen shifu” dijo el anciano. "Mucha gente se ha inclinado cientos de veces, con la esperanza de convertirse en aprendiz solo para poseer una espada forjada por Bai Jian. Sin embargo, aunque esta espada es buena, si no tienes una conexión con ella, nunca se afilará, será una pérdida de tiempo y esfuerzo.”

 

“¿A qué conexión se refiere?”

 

“¿Tu shifu no te lo dijo?”

 

Duan Baiyue negó con la cabeza: "En ese caso, ¿qué tiene que ver tu shifu con el inmortal Han Ming?”

 

"Nunca he oído hablar de mi shifu sobre esta persona", respondió Duan Baiyue.

 

El anciano pensó un momento, y luego dijo: "Entonces me temo que tu shifu robó esa espada".

 

Duan Baiyue: “……”

 

‘Esto es más que probable.’

 

El anciano lo tomó por la muñeca, le tomó el pulso y volvió a decir: "Incluso si esta espada fue robada, aún puede ser tuya.”

 

"Muchas gracias, anciano”.

 

"Has sufrido graves daños internos, debes tener cuidado de no ser lastimado por el qi de esta espada en el futuro", el anciano soltó su muñeca. "Además, tu corazón está afligido por el Jin Can Xian, y si no encuentras una manera de extraerlo, entonces no puedes esperar vivir una vida larga y feliz.”

 

Duan Baiyue no pudo evitar reírse: "Este anciano es realmente un hombre extraordinario.”

 

El anciano lo miró: “Supongo que estás preguntando dónde encontrar una cura.”

 

"¿Reino de Feimian?"

 

El anciano dijo: "Si no puedes deshacerte del Jin Can Xian, entonces no debes mantener a tu amado en vano. Si te casas, serás feliz durante unos años en el mejor de los casos, y luego tu vida será como una noche interminable. ¿Quién puede soportar eso?”

 

"Encontraré una manera de vivir más tiempo".

 

Al escuchar esto, el anciano suspiró y se levantó lentamente, aferrándose a la mesa: "Está bien, vuelve".

 

"Anciano", llamó Duan Baiyue. "Recientemente, un espíritu maligno ha cometido atrocidades en esta ciudad, y le pido a este anciano que tenga cuidado.”

 

El anciano se detuvo, frunciendo el ceño: "¿Un espíritu maligno?"

 

"Su humilde servidor ciertamente enviará personas para proteger en secreto la aldea donde se encuentra la anciana Feng Gu.”

 

El anciano asintió con la cabeza y continuó cojeando hacia la casa.

 

La noche era como agua estancada.

 

Había una pagoda en la ciudad de Yunde, y según la leyenda, fue construida originalmente para ahuyentar a los malos espíritus. Unos cientos de años más tarde, ya estaba exhalando su último aliento, y las personas que pasaban constantemente tenían que tomar una ruta tortuosa por temor a que algún día se derrumbara sobre ellos. Las autoridades locales no se atrevieron a desmantelarlo precipitadamente, por temor a liberar a alguna criatura inmunda, así que lo único que se les ocurrió fue cercarlo temporalmente con una valla, y para cuando hiciera un poco más de frío, llamar a los carpinteros de la capital para que lo repararan. Duan Baiyue saltó a la cima de la pagoda, desde donde toda la ciudad estaba a la vista.

 

Dado que el asunto del fantasma ya había sido informado al Emperador, no había necesidad de seguir ocultándolo al público. Por la tarde, las autoridades locales publicaron un anuncio, lo que alarmó a la gente común. El cielo aún no se había vuelto negro, pero todos ya habían regresado a sus casas, las calles patrulladas por las tropas del gobierno con antorchas encendidas iluminando la mitad del cielo.

 

Duan Yao se sentó en silencio a su lado.

 

“¿Por qué has venido?” Duan Baiyue frunció el ceño.

 

"Por supuesto, para ayudar.”

 

"Todavía no hay ni un indicio de su presencia, y tu ayuda aquí parece más bien crear problemas”, diji Duan Baiyue.

 

‘Aun así, ¡tengo que quedarme!’ Duan Yao apoyó las palmas de las manos en sus mejillas y dijo: "Shifu me dijo que viniera. ¿Qué pasaría si el Jin Can Xian en tu cuerpo se despertara y murieras en la calle?”

 

Duan Baiyue se burló: "Esta vez, después de regresar al suroeste, tú y shifu irán juntos con el Maestro Wang y aprenderán algunos poemas, cancioncillas y odas. Así, tal vez tus palabras no sean tan molestas.”

 

Duan Yao hizo un puchero, luego bostezó y miró hacia abajo: "Yunde no es una ciudad pequeña, no será fácil encontrar a una persona, sobre todo cuando las autoridades han decidido poner manos a la obra”.

 

"Al menos parece serio y tranquiliza a la gente. En cuanto a la persona que causó este problema, es natural que uno no deba buscarla de esta manera.”

 

“¿Y qué piensas hacer?” preguntó Duan Yao.

 

"Si realmente es Lan Ji, entonces ella me odia más que a nadie en el mundo.”

 

"Sin embargo, no es un hecho que estos ministros de la corte te quieran mucho", le recordó Duan Yao. "Si hubiera alguna noticia de que estabas en Yunde, entonces todo tipo de señores Zhao, Qian, Sun, Li, Zhou, Wu, Zheng y Wang se volverían locos antes de encontrar a Lan Ji.

 

"¿Qué es lo que más quiere Lan Ji?"

 

Duan Yao reflexionó: "¿El Sutra del Corazón Bodhi?"

 

Duan Baiyue asintió.

 

Duan Yao dijo: “¿Es así?”

 

"Bajo este cielo, soy el único que ha practicado el Sutra del Sorazón. Los ministros de la corte no lo saben, pero es imposible que Lan Ji no lo sepa.”

 

Duan Yao actuó como si lo entendiera y solo respondió: “Sí.”

 

"Pero hay demasiada gente en esta ciudad. Si realmente luchamos, será difícil evitar que se lastimen inocentes. Tendrás que buscar algún remoto para esto.”

 

"Si una persona que practica ritos demoníacos resucita, su fuerza aumentaría drásticamente", recordó Duan Yao. "Eso es lo que pagan con su esperanza de vida. Una persona común no podrá resistirlos.”

 

Duan Baiyue sonrió: "¿Tienes miedo de que pierda?"

 

"El Jin Can Xian debería despertar de nuevo en unos meses, incluso a shifu le preocupa que algo malo suceda inesperadamente”, dijo Duan Yao.

 

"No hay problema.”

 

Duan Yao casi se atragantó de indignación: "¿No hay problema?"

 

‘¿Y quién estaba vomitando sangre la última vez, medio muerto?’

 

Duan Baiyue dijo: “He hecho un agujero en esa canasta de bambú y voy a tener que encontrar una manera de remendarla. No importa si el Jin Can Xian se despierta o no.”

 

Duan Yao suspiró sinceramente, ‘¿Qué pasa con tu vida? ¿Ya no lo necesitas?’

 

Duan Baiyue saltó desde lo alto de la pagoda, volando más allá de los tejados, e instantáneamente desapareció en la oscuridad.

 

En los aposentos imperiales, Chu Yuan aún no se había dormido, medio acostado en el barril de baño, estaba perdido en sus pensamientos. Cuando vio a Duan Baiyue trepando hacia él a través de la ventana, se sorprendió un poco.

 

Duan Baiyue frunció el ceño: "Vi que la llama de la vela estaba ardiendo. ¿Por qué aún no te has dormido?”

 

Chu Yuan dijo: “Pensé que no volverías esta noche.”

 

"Las tropas patrullan la ciudad por todas partes. Si esta persona que finge ser un fantasma se atreve a salir de nuevo, entonces irá al infierno", Duan Baiyue tomó una toalla y le limpió las gotas de agua de la cara. "Pero tengo otra manera de hacerla aparecer.”

 

“¿Cuál?”

 

"En el pasado, Lan Ji quería el Sutra del Corazón Bodhi más que cualquier otra cosa, pero ahora debe necesitar mi vida. No importa cómo lo mires, todo tiene que ver con la Mansión del Suroeste.”

 

Chu Yuan se puso de pie ligeramente: “¿Y qué? ¿De verdad quieres caminar por las calles para atraerla?”

 

Duan Baiyue negó con la cabeza y luego le susurró algunas palabras al oído.

 

Después de pensar por un momento, dijo Chu Yuan: “Está bien.”

 

“Ya sea que funcione o no, intentémoslo primero. Mi shifu también se coló en la residencia del funcionario y examinó las heridas de los cadáveres. Es casi seguro que Lan Ji los dejó atrás”.

 

“Tú también debes tener cuidado.”

 

Duan Baiyue tomó su mano en la suya: “Por supuesto, debo tener cuidado. Y no solo eso, sino que también tengo que vivir hasta los cien años.”

 

Chu Yuan sonrió: “Sí.”

 

“Vete a la cama, ¿de acuerdo?” sugirió Duan Baiyue. “Cuando caminaba por aquí, vi la silueta de mi shifu en el patio. Hablaré con él y luego volveré contigo.”

 

Chu Yuan asintió y apoyó la barbilla en el borde del barril, siguiéndolo con los ojos.

 

Nan Moxie en realidad estaba sentado en el patio comiendo pollo frito.

 

"Mi shifu tiene un gran apetito", dijo Duan Baiyue.

 

"No tenía nada que hacer, y no puedo dejar de preocuparme por ti y Yao'er, así que todo lo que pude hacer fue comprar un poco de pollo frito y masticarlo".

 

Duan Baiyue colocó su espada sobre la mesa: “¿De dónde la has sacado?”

 

"¿Dónde más podría conseguirlo?" Nan Moxie escupió un hueso. "La robé".

 

‘Como se esperaba’.

 

Duan Baiyue no se sorprendió en absoluto por esta respuesta.

 

"Es mucho mejor que la espada Lieyun", dijo Nan Moxie. "La espada de tu familia Duan solo se ve impresionante. Esta Xuan Ming Hantie es muy antigua. Si entrara en el Jianghu, sería tan famosa como la espada Chi Yin en manos de Qin Shaoyu. Así que, date prisa y consíguelo.”

 

"Hay algo más.”

 

“¿Qué es?” preguntó Nan Moxie.

 

"Se trata de Tian Chen Sha. Tengo que encontrarla por todos los medios.”

 

"Solo estás hablando con la lengua en este momento. Por supuesto, nada es más importante que la vida", dijo Nan Moxie. "Pero no hay prisa en este momento. Mírate el pulso, puedes vivir otros siete u ocho años, y eso es tiempo suficiente para tomarte tu tiempo de búsqueda.”

 

"Si no encuentro el Tian Chen Sha, no podré casarme".

 

Nan Moxie se limpió las manos engrasadas en el dobladillo de su ropa y negó con la cabeza: "Parece que va a tener éxito solo porque tú quieres.”

 

"¿Dónde más puedo encontrarlo además del Reino de Feimian?"

 

"No sé si está en Feimian, y mucho menos en otros lugares. Como te hecho antes, no tengas prisa, debes buscar con calma.”

 

"Pero tengo prisa”, insistió Duan Baiyue.

 

"Ahora te das cuenta de que tienes prisa", Nan Moxie devoró una pata de pollo. "Date prisa para volver al Suroeste primero, y luego veremos".

 

"Te diré que parece que el Jin Can Xian está empezando a despertar de nuevo.”

 

"¡¿Qué?!" Nan Moxie se sorprendió, tiró la pierna de pollo, rápidamente se acercó y agarró la mano de su discípulo. Después de un rato, después de palpar el pulso, frunció el ceño. "No tiene por qué ser así. ¿Cuántos meses faltan para esto?”

 

"La Formación Bahuang ya ha sido enviada y la barrera en la frontera con Feimian ya ha sido demolida. Si me acuesto bajo la influencia del Jin Can Xian ahora, me temo que las tropas del Gran Chu invadirán los territorios de Nanyang antes de fin de mes.”

 

“Eso suena muy emocionante.”

 

Duan Baiyue suspiró: “Desde que se exploró y reconstituyó la Formación Bahuang, todas las tropas han sido transferidas desde el norte y movilizadas en el sur. Él piensa que no lo sé, pero yo no puedo actuar como si no lo supiera.”

 

"Has hecho tanto por él a lo largo de los años, así que ¿por qué no puedes dejar que lo haga por ti?" Nan Moxie soltó su mano, tirando de su manga y limpiándose la grasa de la muñeca.

 

"No tengo esta tierra o trono detrás de mí, y no importa cuán imprudente sea, es solo una vida. Pero si es insensato, hundirá a la gente en la pobreza y la miseria, y deshonrará su nombre para siempre.”

 

"No es tan grave", Nan Moxie negó con la cabeza incesantemente. "Lo dices una y otra vez, pero no debes asustarte así.”

 

"El Reino de Feimian está en las profundidades de Nanyang. Durante muchos años, fue tranquilo y sin gloria, y separado del Gran Chu por unas pocas docenas de pequeños estados, nadie sabía nada al respecto", dijo Duan Baiyue. "El ejército del Gran Chu puede ser numeroso, pero en su mayor parte es fuerte en las batallas en tierra. Una sola fuerza naval está estacionada enteramente en la frontera del Mar Oriental, defendiéndose contra Wofei y los bandidos marinos. Si estalla una guerra en Nanyang, por no hablar de que las fuerzas de China Oriental se debilitan, por no hablar de lo que pensarán los parlamentos de los otros estados insulares de Nanyang, Feimian es un país pequeño. Si el Gran Chu pierde, resultará en pérdidas inútiles, y grandes, pero si gana, parecerá que el estado está atacando a otros países sin ninguna razón. Usar el poderío militar para apoderarte de una pequeña isla a cientos de millas que no se usar para comer, vestir o incluso ver. Independientemente del resultado de esta batalla, en el momento en que Gran Chu declare la guerra, ya estará perdida.”

 

Nan Moxie se atragantó: “Si puedes pensar en ello, otras personas también pueden hacerlo. Tu amado es el Emperador. ¿Es posible que, para obtener Tian Chen Sha para ti, se pusiera en tal posición?”

 

"Lo hará".

 

Nan Moxie: “……”

 

"Sin duda, lo hará", repitió Duan Baiyue nuevamente. "Por eso shifu tiene que ayudarme.”

 

"¿En qué puedo ayudarte? No querrás llevarte a Hehuan gu", se quejó Nan Moxie. "Con menos sufrimiento, podrás vivir un par de años más.”

 

"Nadie sabe cómo es Tian Chen Sha.”

 

“¿Y?”

 

"Si el Jin Can Xian no se despierta ahora, olvídalo, pero si lo hace, el shifu necesita enviar a alguien a buscar algo y decir que es el Tian Chen Sha", dijo Duan Baiyue. “No puedo dejar que vuelva a entrometerse en este asunto.”

 

"Incluso si podemos presumir ante los cielos de esta medicina aleatoria, todavía no podrá curarte", Nan Moxie se sintió deprimido.

 

"Si no lo hace, significará que el Tian Chen Sha es inútil. En cualquier caso, ya no pensaría en atacar el Reino de Feimian.”

 

"Si no atacas a Feimian, ¿de dónde viene el verdadero Tian Chen Sha?" Nan Moxie caminó círculos a su alrededor. "Piénsalo, si montas este espectáculo, no puedes esperar que la Corte Imperial te ayude a encontrarla en el futuro".

 

“Hace más de un año, Xiao Yuan escribió una carta al gobernante de Feimian con su propia mano. ¿Y cuál fue el resultado?”

 

Nan Moxie: “……”

 

"No hay noticias, la piedra se hundió en las profundidades del mar. Esto demuestra perfectamente que la otra parte no está interesada en ayudar. En todo caso, la fama de la corte imperial tampoco ayudó mucho aquí”, dijo Duan Baiyue. “No hay necesidad de volver a ponerlo en una posición difícil”.

 

"En otras palabras, simplemente no quieres ir a los extremos, eso es todo", Nan Moxie negó con la cabeza. “Es fácil hablar de otras cosas, pero se trata de tu vida. ¿Qué pasa si no podemos encontrar un antídoto y mueres?”

 

"Shifu habla claro.”

 

Nan Moxie reflexionó y dijo: “Vas a morirás”.

 

Duan Baiyue se rio: “Shifu, después de haber estado en la tumba durante dos años, todavía está vivo, tal vez yo también lo intente.”

 

"Pruébalo por él. Ese par de trucos que apenas aprendiste la última vez fueron para sanar y mantener la vida", dijo Nan Moxie. "Sea como fuere, el Sutra del Corazón será adecuado como método alternativo en lugar del Tian Chen Sha. Pero, sin duda, debes seguir practicando, y no sólo esas pocas páginas, sino de principio a fin y no debes saltarte ni una sola.”

 

Duan Baiyue negó con la cabeza: "¿Aprender y adquirir habilidades incomparables convirtiéndote en mitad humano, mitad fantasma?"

 

"Es mejor ser mitad humano, mitad fantasma que muerto", Nan Moxie le dio unas palmaditas en la cabeza. “El Jin Can Xian comenzó a moverse, no hay nada que discutir. De lo contrario, le diré a tu amado que eres impotente y que sería mejor separarse de antemano.”

 

Duan Baiyue: “……”

 

‘¿Qué?’

 

Después de una larga conversación con Nan Moxie, Duan Baiyue finalmente regresó a las habitaciones imperiales. Chu Yuan todavía estaba despierto, apoyado pensativamente en la cabecera de la cama. Cuando escuchó que él abría la puerta, giró la cabeza en su dirección.

 

"Hablé con mi shifu más de lo que esperaba, así que por eso regresé tarde.”

 

Chu Yuan preguntó: “¿De qué estaban hablando?”

 

"No es nada", Duan Baiyue se sentó junto a la cama. "Solo después de un tiempo tendré que recluirme por unos días.”

 

“¿Qué?” Chu Yuan frunció el ceño. “¿Otra vez el Jin Can Xian?”

 

Duan Baiyue asintió.

 

Chu Yuan dijo: "La última vez que sucedió no fue este mes.”

 

"Bueno, después de todo, los guchongs son criaturas vivas, pueden despertarse unos días antes o después, nada especial. Mientras solo se despierte una vez al año, está bien.”

 

“¿Sería mejor que te recluyas temprano?” Preguntó Chu Yuan. Al recordar los eventos en la aldea Huan Tian, cuando la vida parecía peor que la muerte, su corazón todavía dio un vuelco de miedo.

 

"Por supuesto, la última vez fue debido a un sobreesfuerzo mientras el gu estaba despierto, pero esta vez no hice nada de eso. Tan pronto como el Jin Can Xian se despierte, inmediatamente me recluiré para curarme, mi shifu estará conmigo, por lo que no debería suceder nada terrible.”

 

"¿Solo el anciano Nan?"

 

“¿Hmm?” Duan Baiyue no lo entendió.

 

"Hace unos días dijiste que un anciano misterioso vive en la residencia y da la impresión de ser un hombre muy bien informado. Quién sabe, tal vez pueda ayudar.”

 

"Ese anciano supo de un vistazo que estaba envenenado con gu, pero no dijo que me ayudaría a deshacerme del veneno”, dijo Duan Baiyue: “Probablemente, tampoco puede ayudar”.

 

"Si no preguntaste, ¿cómo sabes si puede ayudar? Mañana iré a averiguarlo.”

 

"Parece que al anciano no le gusta que lo molesten.”

 

Chu Yuan negó con la cabeza: "Cuando el Jin Can Xian, no está inactivo. Si este anciano no está de acuerdo o no puede ayudar, entonces ese ya es un tema diferente, pero al menos puedes tratar de preguntar.”

 

Duan Baiyue sostuvo su hombro: "Si insistes, iré a buscarlo más tarde".

 

Chu Yuan lo miró: "¿Me estás ocultando algo?"

 

Duan Baiyue se rio: "Te he estado ocultando muchas cosas. Si tuviera que informar de todo, me temo que tendría que hablar hasta el año que viene. En nueve de cada diez casos, todo tipo de eventos que tuvieron lugar en las tierras del Suroeste fueron escritos para que Lord Tao Rende los viera. En cuanto al estado real de las cosas, sé que no quieres verlo, así que no hay necesidad de mostrarlo.”

 

Chu Yuan lo miró inquisitivamente.

 

“¿Hmm?”

 

Luego, Chu Yuan abrió la boca y gritó: “¡SIXI!”

 

Duan Baiyue: “……”

 

El eunuco Sixi apareció apresuradamente, sonriendo ampliamente: "Su Majestad."

 

"Despide al Rey del Suroeste".

 

Sixi: “……”

 

Detrás de él, Duan Baiyue agitó las manos en silencio, indicándole que se fuera.

 

Tirando la manta hacia atrás, Chu Yuan se puso de pie y continuó: “Prepara un palanquín, Zhen va a mirar esa pequeña residencia".

 

Sixi estaba destrozado, sin saber qué hacer consigo mismo.

 

"Si molestas a un anciano en la oscuridad de la noche, es posible que se niegue a ayudar en un ataque de ira", dijo Duan Baiyue. "En ese caso, ¿lo que se gana compensa lo que se pierde?"

 

"Zhen no le va a pedir nada, solo quiere ver cómo va todo. ¿De qué ganancias y pérdidas estás hablando?”

 

Duan Baiyue: “……”

 

‘¡Q-qué!’

 

Chu Yuan estaba a punto de irse cuando Duan Baiyue de repente lo abrazó con fuerza por detrás: “¡Bien, bien! Admito la derrota, te lo diré todo.”

 

Al darse cuenta de que el Emperador no estaba reaccionando de ninguna manera, el eunuco Sixi se inclinó rápidamente y salió, bajando la cabeza y la mirada. Sabía qué mirar y qué no mirar.