"¿El
gobernante del Reino de Baixiang es feroz y cruel?". Chu Yuan preguntó:
"¿Dónde se enteró de esto, puede ser que lo hayas visto con tus propios
ojos?".
Mu Chi
dijo: “No lo he visto, pero sus subordinados eran todos como comieran explosivos,
siempre maldiciendo con intención asesina. Gracias a mi rápida huida y al
rescate del dueño de la Montaña del Té, temo que me hubieran secuestrado hace mucho
tiempo.”
Chu
Yuan añadió: "¿Puedo preguntar de nuevo, qué tipo de asuntos estas
personas quieren discutir con usted?".
“No
entré en detalles en ese momento, pero luego, cuando insistí en preguntar, dijeron
que solo querían armarios y sillas de madera, pero nadie es tonto. Si solo
quieres mesas, sillas y armarios, cualquiera en la ciudad de Dayan lo pueden
hacer. Algunos de los artesanos son incluso mejores que yo. Aun así,
insistieron en arrastrarme a Nanyang a pesar de que existían manos expertas a un
bajo precio, ¿quién puede creerlo?”
Chu
Yuan asintió con la cabeza y dijo: "Sucede que, dentro de unos días, el
Reino de Baixiang vendrá a discutir asuntos conmigo, y todavía tengo que
agradecerle por este recordatorio."
"¿De
verdad, quiere venir en persona?” El anciano Mu Chi se sobresaltó y agitó las
manos: “Por favor, que no sepa que estoy en aquí".
"Usted
se preocupa demasiado, incluso si lo sabe, ¿y qué?" Chu Yuan sonrió: “Una
mera nación insular, ¿cómo se atrevería a arrebatarme a alguien?".
“Sí,
sí, lo que dice Su Majestad es absolutamente cierto”, el anciano Mu Chi se dio
unas palmaditas en la cabeza, “Qué tonto soy, estoy acostumbrado a esconderme
en el Jianghu y no he podido superarlo”.
“Ya
que estás aquí, sentémonos y tomemos una taza de té juntos.” Chu Yuan dijo:
"En cuanto al dueño de esta montaña de té, no está en palacio últimamente,
volveré a preguntar a los viejos funcionarios dentro de un rato".
Después
de la Batalla del Mar del Este, Wen Liunian solicitó medio año de licencia y se
fue de turismo con Zhao Yue a las montañas de Shuzhong en Jiangnan. Pasaría
medio año antes de que regrese a Wang Cheng.
Todos
los funcionarios de la corte decían que el Emperador mimaba mucho a Lord Wen
Liunian, respondiendo a todas sus solicitudes y no había nadie más en el mundo
con el que fuese cariñoso. Solo el eunuco Sixi que estaba escuchando, reía
mientas tomaba sus manos, el Emperador, naturalmente, adora a su querido
funcionario Wen Liunian, pero si se pudiera decir que es extremadamente
cariñoso, tendría que ser el Rey del Suroeste.
Duan
Yao dio vueltas alrededor de diez carruajes llenos de tesoros exóticos,
llorando de alegría y secándose la saliva.
‘Mi
cuñada es el Emperador, así que esto es lo que se siente.’
‘¡Poderoso!
¡Y rico!’
Duan
Baiyue dijo: "¡Qué vergüenza!"
Duan
Yao preguntó: "¿Se considera esto un como regalo de compromiso?"
Duan
Baiyue corrigió: "Es la dote".
"Como
quieras". Duan Yao metió un puñado de oro en un pequeño bolsillo de tela.
"¿Vas a dar un regalo a cambio?".
Por supuesto,
Duan Baiyue fue personalmente a la bodega, seleccionó las diez mejores botellas
de Feixia y las envió lo más pronto posible a Wang Cheng.
Duan
Yao hizo un puchero: "¿Por qué siempre envías esto?"
‘No es
un regalo lujoso en absoluto.’
Duan
Baiyue le dio una palmadita y abrió despreocupadamente una carta que acababa de
llegar: tenía una salvaje y desinhibida letra cursiva muy propia de su shifu. Duan
Yao también se acercó y lucho por reconocerla durante mucho tiempo, antes de
decir decepcionado: "El shifu no va a volver aún, ¿verdad?".
"Muy
bien" Duan Baiyue dobló la carta con calma, “Tendremos tranquilidad”.
En alguna
montaña solitaria cerca del mar, Nan Moxie estaba completamente empapado y su
cabeza todavía goteaba agua. Desgarraba muslos de pollo alrededor del fuego y
bebiendo vino. De repente sintió que le picaba la nariz y estornudó
violentamente hasta sentirse mareado mientras su nariz se puso roja. Sopló su
bigote insatisfecho.
‘¡Traidores!’
En Wang
Cheng, Chu Yuan rara vez tenía tiempo libre después de ocuparse de los asuntos
gubernamentales ese día, por lo que se fue a dar un paseo por los jardines
imperiales con Sixi para relajarse. Sin darse cuenta, caminó hacia un gran
patio donde la puerta estaba abierta. Los ancianos que estaban allí preparaban el
almuerzo mientras hablaban y reían. Se veían muy alegres.
"Todos
son ancianos de viejo palacio", explicó Sixi en un susurro, "Están
aquí para disfrutar de la vida.”
Chu
Yuan asintió ligeramente, ''No los molestes.”
Sixi estuvo
de acuerdo, pero estaba un poco desconcertado en su corazón: ‘¿Qué es lo que
mira el Emperador así, tan ensimismado?’
Un
anciano lavaba el arroz, lo vertió en una olla con agua y luego agregó la leña en
el fogón, después, tomó un pequeño abanico pu y se sentó en un taburete
para abanicarlo lentamente.
Chu
Yuan se dio la vuelta y se fue, pensando lentamente mientras caminaba, ‘No parece
difícil lavar el arroz’.
"Su
Majestad" Shen Qianfan salió de los arbustos del lado opuesto.
Chu
Yuan sonrió: "¿Qué está haciendo general Shen?”
"Fui
al bosque a recolectar algunas flores". Shen Qianfan dijo: "Tengo un
amigo que quiere flores rojas, y hace un rato le pregunté al Doctor Imperial
Xue, y me dijo que viniera al bosque a cavar."
Chu
Yuan se acarició la barbilla, "Amigo".
Shen
Qianfan dijo con cara seria: "Este general todavía tiene otras cosas más
que hacer…"
"¿Por
qué estás entrando en pánico? no tengo intención de preguntar quién es ese
'amigo'". Chu Yuan le dio una palmadita en el hombro y añadió:
"Además, lo sé sin que digas nada".
"¡Ejem!"
Shen Qianfan rápidamente cambió el tema: “Li Ying escribió una carta.”
"¿Hmm?"
Chu Yuan dijo: "¿Sobre el paradero de Li Que?”
"Exactamente."
Shen Qianfan dijo: "Se dice que salió a la mar y fue a Nanyang desde la
ciudad de Guanhai.”
Chu
Yuan frunció el ceño: "¿Nanyang?”
“Sí”. Shen
Qianfan dijo: “Aunque los subordinados del Pabellón Tianying perdieron el
rastro a mitad de camino, la dirección general no debería estar equivocada.”
Chu
Yuan dijo: “Parece que Li Que ha descubierto algo, así que se atreve a ir a
Nanyang. En realidad, es muy valiente.”
"Esto
le causado muchos dolores de cabeza a Li Ying”. Shen Qianfan dijo: “Él siempre
ha tenido un estilo discreto y, por alguna razón, ha tenido una hermana tan
desviada.”
"Ahora
que hay una pista, ¿el Pabellón de Tianying va a enviar a alguien para
perseguirla?" Preguntó Chu Yuan.
"Este
es el propósito de la carta de Li Ying." Shen Qianfan dijo: "Es un
asunto de gran importancia, es mejor preguntarle primero a Su Majestad".
Chu
Yuan le susurró unas palabras al oído.
Shen
Qianfan tomó la orden y salió del jardín imperial.
Al
mismo tiempo, la Mansión del Suroeste también recibió una carta, que fue
escrita por el líder de la Torre Feiluan, y también se escribió que Li Que
debería haber viajado a Nanyang por mar.
"¿Por
qué molestarse?” dijo Duan Yao mientras quemaba la carta, "El que la
engañó también la perseguirá.”
Duan
Baiyue dijo: "Por la palabra de amor, hay muchas personas en este mundo
prefiere agarrar el toro por los cuernos.”
Duan
Yao dijo: "No entiendo, y no quiero entender.”
"Tarde
o temprano tendrás que conseguir una esposa y casarte”. Duan Baiyue golpeó su
cabeza, “¿Acaso quieres estar soltero por el resto de tu vida?”
"¿Qué
tiene de bueno casarse?" Duan Yao dijo: "Es ruidoso todo el día, y
hay una persona más para controlarme".
Duan
Baiyue se quedó boquiabierto.
"Si
continuas hablando de esto, mejor me voy a practicar." Duan Yao se dio la
vuelta para salir.
Duan
Baiyue dio un manotazo en la mesa y golpeó con la palma de la mano la parte
superior de su cabeza.
Duan
Yao se apartó apresuradamente del camino y dijo enojado: "¡Ya no eres mi
hermano!"
‘¡Golpearé
la cabeza también!’
La tía
Jin llevaba dos tazones de fideos, y antes de entrar al patio, vio a los dos
hermanos saltando desde lo alto de la pared, así que tuvo un dolor de cabeza.
Hace poco se estaba peleando sobre comer carne de res con vegetales o fideos
salteados. Finalmente hicieron los fideos y se los trajo. Ahora ¿Por qué
volvieron a pelearse?
El
campo de entrenamiento de artes marciales detrás de la montaña estaba muy
vacío. Tanto la espada Lieyun como Xuan Ming Hantie se insertaron en el suelo.
Después de más de cien movimientos con sus propias manos, Duan Yao frotó su
puño de lado, como un pájaro entre las copas de los árboles, su postura era
enérgica y diestra, como si pudiera recoger estrellas y sostener la luna.
Duan
Baiyue lo derribó al suelo.
Duan
Yao no daba abasto: "¿Se acabó la práctica?".
"¿Estos
son todos los movimientos del Fenxing Ju [1]?" Preguntó Duan
Baiyue.
“Mn”. Duan
Yao dijo: "No entra en conflicto con el arte marcial enseñado por shifu, e
incluso se complementan entre sí, así que lo seguí practicando.”
Duan
Baiyue dijo: "Cuando el anciano Xuantian te enseñó este conjunto de movimientos,
¿te dijo de dónde venía?".
“No dijo
el origen, solo dijo que aprender este conjunto de movimientos podría salvarte
la vida. Pensé que estaba relacionado con el Jin Can Xian o el Tian Chen Sha,
así que acepté practicar, pero no pareció ser útil más adelante.”
Duan Baiyue
sonrió y extendió la mano para arreglarle el cabello: "Trabajaste duro por
mí.”
"Solo
aprendí un conjunto más de movimientos en artes marciales." Duan Yao agitó
la mano con un gesto muy rápido y caballeroso.
‘Mientras
estés fuerte, sano y te cases pronto, ¡todo irá bien!’
El
tiempo transcurrió rápido, y medio año pasó en un abrir y cerrar de ojos. Junto
con Zhao Yue, Wen Liunian tirando de varios carruajes cargados de tocino
especial, sintiéndose feliz de regresar a Wang Cheng.
Diez
días después, el Emperador Chu emitió un decreto para anunciar al mundo el
ascenso de Wen Liunian como su primer ministro y que sería el jefe de cien
funcionarios para ayudar al Hijo del Cielo a gobernar.
Los espías
de la Mansión del Suroeste en el palacio imperial, se sacudieron la muñeca
dolorida y el corazón cansado de tanto redactar cartas.
‘Su
Majestad cenará con Lord Wen esta noche.’
‘Su
Majestad todavía está cenando con Lord Wen esta noche.’
‘Su
Majestad esta noche…’
‘Su Majestad…’
“……”
Duan
Baiyue montó su caballo, levantó su látigo, su caballo Huo Yunshi relinchó hacia
el cielo, y sus cuatro pezuñas aplastaron el viento de la montaña.
"Lord
Tao." Después de que terminó el día, Liu Dajiong dijo: "Vamos a comer
carne estofada”
Tao
Rende enarcó las cejas: “Normalmente comes carne asada, ¿por qué se ha
convertido hoy en estofado de carne?”
"Hay
cosas buenas, pero no podemos hacer una celebración aún". Liu Dajiong
dijo, "El gobernante del Reino Baixiang ha viajado miles de millas para
ver al Hijo del Cielo de mi Gran Chu, y esta es la primera vez que esto sucede.
Con un país tan próspero, nosotros deberíamos celebrar con carne estofada".
Tao
Rende dijo: "Pero tú pagarás.”
"Pagaré
lo que tenga que pagar." Liu Dajiong salió con él y saludó por el camino,
“¿Lord Wen quiere comer carne estofada con nosotros? ¿Dónde está el Lord Li? ¡Vamos!
¡vengan! Lord Zhou también se unirá.”
Tao
Rende torció las comisuras de su boca: ‘Este viejo Liu es realmente tacaño casi
todo el tiempo, pero también es realmente generoso cuando le da la gana’.
Un
grupo de funcionarios salió felizmente del palacio a comer carne estofada.
Después de escucharlos, Chu Yuan sonrió y bromeó: "Esto no es amable de
parte del querido funcionario Liu se fue al este, pero no me avisó.”
"Su
Majestad también debería salir a pasear esta noche." Sixi dijo: “Recientemente,
hay muchos puestos en los mercados nocturnos del este, oeste, norte y sur.
Están abarrotados. Escuché que son muy animados.”
Chu
Yuan asintió feliz: "Está bien.”
Después
de una tarde de plegarse en la sala de estudio imperial, no tenía mucho apetito
para comer. Al ver que el cielo ya estaba oscuro, Chu Yuan se puso ropa
informal y salió del palacio con Sixi.
El lugar
estaba muy animado. Solo con los niños ruidosos que corrían de un lado a otro,
era suficiente para provocarte un dolor de cabeza. No cabía ni siquiera una
aguja en este mercado nocturno. Casi todos los puestos están llenos de gente,
comiendo, bebiendo y divirtiéndose. No escaseaba nada.
"Es
hora de ampliar este lugar”. Chu Yuan se dio la vuelta, "Vamos, salgamos a
dar un paseo por la calle Zhengyang.”
"¿Su
Majestad no quiere comer algo?" Sixi preguntó en voz baja: "Si hay
demasiado ruido, ¿quiere ir a la residencia Shanhai a sentarte?”
"No
tengo mucho apetito, caminaré un rato." Chu Yuan sonrió, "Dile a los
guardias, que no me sigan, quiero estar solo por un rato.”
Sixi
dudó: "Hay tanta gente aquí que Su Majestad no debería tomarlo a la
ligera.”
"Soy
consciente de eso”. Chu Yuan dio unos pasos al frente sobre la loza: “No sigas
a Zhen, siéntate y cómete un tazón de albóndigas calientes y descansa un
rato.”
"¿Eh?"
El anciano Sixi estaba en una posición difícil, ‘Esto…’
Chu
Yuan ya había caminado lejos solo.
A
través de la bulliciosa calle Zhengyang, cruzando el puente Happy Horse y
rodeando la Pagoda Wangyue, había un callejón poco iluminado al fondo.
Un
hombre sostenía una espada, apoyado contra la pared y mirándole con una ceja
levantada.
Chu
Yuan estaba tranquilo y relajado: "Sigo pensando que siempre me seguirás
por todo Wang Cheng.”
Duan Baiyue
le tendió la mano: "Ven aquí.”
Chu
Yuan se detuvo: "No.”
Duan
Baiyue soltó una carcajada y avanzó unos pasos para estrecharlo entre sus
brazos, susurrándole al oído: "Primero fui al palacio, no había nadie y no
sabía adónde habías ido, así que sólo miré a mi alrededor."
"¿Entonces
qué?" Preguntó Chu Yuan.
"Wang
Cheng no es pequeño. Cuando vine de la Torre Linglong, había hombres y mujeres
buscando matrimonio en todas partes. No se podía caminar y casi me sacan del
puente. Alguien vio que había estado mirando a mi alrededor, así que me preguntó
si había perdido a mi esposa y como tenía una voz fuerte me podía ayudar a
encontrarla, gritando por un centavo a la vez.”
Chu
Yuan reprimió una carcajada.
"¿Para
qué llamar a mi esposa con gritos?" Duan Baiyue lo abrazó con fuerza, "No
es lo mismo, si puedo encontrarlo yo mismo y ahorrarme el dinero.”
Chu
Yuan extendió las manos para cubrirle las mejillas: "¿Tienes frío? ¿Por
qué estás vestido con ropa tan delgada?”
“No tengo
frío”. Duan Baiyue dijo: “Tengo hambre.”
Chu
Yuan curvó los labios: "Interesado.”
“Tenía
mucha hambre y estaba cabalgando todo el camino, así que solo comí un bollo con
agua al mediodía. Estaba duro y frío.”
“Ven”.
Chu Yuan tomó su mano, "Vamos a comer wontons.”
"¿Recuerdas
que hay un puesto de wontons aquí?" Duan Baiyue estaba un poco sorprendido.
"No
solo lo recuerdo, también vine a comer solo, mientras te escondías en la Mansión
del Suroeste, fingiendo estar muerto.”
Duan
Baiyue: "……”
“¡Ejem!”
En
comparación con antes, el negocio del puesto de wontons es mucho más próspero y
no había lugar para sentarse. Duan Baiyue compró dos tazones grandes, agregó
chile y vinagre de arroz, y caminó con Chu Yuan a un lugar apartado, sentado en
los escalones de la casa de otra persona para comer wonton de carne fresca.
Había
perros ladrando salvajemente en el patio, y Chu Yuan preguntó: "¿Qué pasa
si salgo corriendo?"
Duan
Baiyue sopló una porción para él, "Entonces come más rápido".
Chu
Yuan estuvo de acuerdo y tomó un sorbo de la sopa.
A la
entrada de la calle, Wen Liunian sonriendo y haciendo señas a un grupo de
colegas para que se acercaran: “¡No coman wontons! ¡vengan a comer a la
residencia Shanhai! Hay nuevos cocineros y platos. Se están preparando brotes
de bambú recién llegados de Jiangnan con tocino de Shuzhong. Es delicioso y no
necesitan pagar. Es un regalo para los invitados.”
Todos
los funcionarios estaban de buen humor. Al mediodía, Lord Liu Dajiong invitó
carne estofada, y por la noche, Lord Wen Liunian los invitó a cenar en la
residencia Shanhai.
Realmente
es un buen día para que todo salga bien.
Glosario:
1. Fenxing
Ju: estos
movimientos los aprende Yao’er con el anciano Xuantian en el tablero de
ajedrez, si necesitas recordar puedes regresar a los capítulos 52 y 53.