Durazno 1: capítulo 7

 Capítulo 7

 

Chu Yi sintió que dejar que Qin Yiheng lo enviara a trabajar era extraño, pero Qin Yiheng no le dio la oportunidad de negarse. Se puso de pie justo después de hablar.

 

Chu Yi miró a Qin Yiheng y lo vio sacar su teléfono para hacer una llamada.

—Trae el auto, yo lo conduzco.

 

Colgó el teléfono en menos de diez segundos y luego miró a Chu Yi. Chu Yi se puso de pie rápidamente.

 

Al salir, Chu Yi le dijo a Qin Yiheng:

—En realidad, no tiene por qué ser tan problemático.

 

—¿Estás siendo cortés conmigo? —Qin Yiheng dijo débilmente.

 

Chu Yi se congeló un poco.

 

Sabía que Qin Yiheng no pedía intercambiar cortesías, Qin Yiheng literalmente preguntaba lo que él pedía.

 

—No, es solo que veo que estás tan ocupado que tengo miedo de retrasarte —Chu Yi respondió seriamente.

 

Qin Yiheng asintió.

—Toma treinta minutos de ida y vuelta.

 

Al escuchar esto, Chu Yi pensó que Qin Yiheng iba a seguir adelante y que no afectaría nada. En cambio, Qin Yiheng dijo:

—De hecho, se estaría retrasando.

 

Chu Yi mostró una expresión llena de signos de interrogación, «¿qué diablos está pensando realmente este hombre?»

 

Chu Yi solo pudo sugerir una vez más.

—Puedes dejar que Xiao Chen me lleve.

 

—Yo te llevaré —Qin Yiheng fue muy firme.

 

—¿Qué pasa? ¿Por qué no dejas que Xiao Chen me lleve? —Chu Yi estaba confundido.

 

—No lo sé —respondió Qin Yiheng.

 

Chu Yi: “¿…?”

 

El auto llegó y Qin Yiheng se subió, así que este tema de conversación terminó aquí.

 

Qin Yiheng conducía de manera muy constante. No había música en el coche, ni radio, ni ventanas abiertas. El silencio hizo que Chu Yi se sintiera un poco incómodo.

 

Después de conducir un rato, Xiao Zhan envió un mensaje, que trataba sobre un borrador de esta mañana. Chu Yi cogió su teléfono y se acercó para observar los detalles. Durante el proceso, Xiao Zhan envió otro mensaje, y junto con él llegó el sonido “shoo”.

 

Chu Yi cerró la imagen después de que terminó de mirar el borrador y vio un mensaje de voz. Originalmente quería mantenerlo presionado para convertirlo en un mensaje de texto, pero levantó el dedo demasiado pronto y se reprodujo el mensaje de voz.

 

«Jefe~ Jefe ~ Jefe ~ ¿Cómo va el draft esta vez?»

 

Usó un tono de voz muy suave, probablemente porque el cliente lo intimidó toda la mañana.

 

No importa cuán grande y fuerte sea un hombre, si experimentan tales cosas, definitivamente todos se volverían temperamentales.

 

Pero actuando lindo, Chu Yi sintió que Xiao Zhan lo aprendió de Rong Rong.

 

Chu Yi bajó la cabeza y tecleó, “Está bien, deja que el cliente le eche un vistazo, estaré allí pronto”.

 

Chu Yi vio que Xiao Zhan envió un “ok”, luego bloqueó su teléfono.

 

Quedaba una calle más antes de llegar al destino. A Chu Yi no le quedaba nada por hacer, así que miró los árboles que pasaban zumbando por la carretera, la matrícula del auto de adelante, y jugó con los dedos.

 

—¿El que acaba de escribir era un trabajador de tu oficina? —Qin Yiheng habló de repente.

 

Al escucharlo, Chu Yi inmediatamente se sentó y se enderezó un poco.

—Mn.

 

Teniendo en cuenta su relación actual, pensó que sería mejor hacer algunas presentaciones:

—Él también es de esta ciudad, trabajó conmigo durante aproximadamente un año, es un hermanito muy creativo.

 

—Mn —entonces preguntó Qin Yiheng— ¿es soltero?

 

Chu Yi no esperaba que Qin Yiheng convirtiera el tema en esto, la última vez que alguien le preguntó si Xiao Zhan estaba soltero fue la amiga de su madre. Después de que él respondió que sí, esa tía le presentó a un prospecto potencial en el acto.

 

Entonces, ¿cuál era la intención de Qin Yiheng al hacer esta pregunta?

 

—Es soltero —respondió Chu Yi.

 

—Humm.

 

Chu Yi se lamió los labios, «Probablemente solo esté preguntando casualmente».

 

—¿Cuántos años tiene? —Qin Yiheng continuó preguntando.

 

—veinticuatro años.

 

Qin Yiheng todavía solo respondió:

—Mn.

 

Chu Yi se rascó la cabeza, aunque el patrón de preguntas de Qin Yiheng parecía como si estuviera a punto de programar una cita a ciegas con Xiao Zhan, todavía elige creer que Qin Yiheng solo estaba preguntando casualmente.

 

El auto estacionado afuera de la puerta del estudio, Qin Yiheng le dijo a Chu Yi que Xiao Chen conducirá su auto en un momento. Chu Yi asintió y dio las gracias.

 

Antes de salir del auto, recordó algo.

 

—Eh —Chu Yi sacó su teléfono— ¿Era el número al que me llamaste anoche tu número de celular?

 

—Mn.

 

Chu Yi asintió, encontró su número en el historial de llamadas y murmuró:

—Entonces tienes el mío.

 

Chu Yi bajó la cabeza y cambió el nombre del contacto “Qin Yiheng”, luego continuó preguntando:

—¿Usas WeChat?

 

—Es este número.

 

Chu Yi asintió, sus dedos no se detuvieron y fueron directamente a WeChat. Pronto, vio a Qin Yiheng apareciendo en contactos.

 

Hizo todo rápidamente, giró la cabeza y miró a Qin Yiheng.

—Le envié una solicitud de amistad.

 

Qin Yiheng desbloqueó su teléfono y aceptó la solicitud.

 

Chu Yi pensó un poco, probablemente no quedaba nada. Qin Yiheng estaba muy ocupado, así que no se atrevió a retrasar su tiempo, por lo tanto, dijo una última cosa:

—Avísame cuando salgas del avión.

 

Después de hablar, abrió la puerta del automóvil y estaba a punto de irse, excepto que escuchó a Qin Yiheng preguntar:

—¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?

 

Chu Yi se atragantó.

—¡N-no es nada! e-es solo…

«Cosas como informar sobre la seguridad a su familia, Presidente Qin, ¿nunca lo había experimentado antes?»

 

—Jaja, cuídate mucho en el camino —Chu Yi solo pudo terminarlo torpemente allí, luego salió y se despidió.

 

Qin Yiheng dio un giro en “U” y se fue muy rápido. Chu Yi suspiró en su corazón mientras veía desaparecer el auto de Qin Yiheng.

 

Quién hubiera pensado que el primer día de su matrimonio se separaría de su esposo. Y quién hubiera pensado que el primer día de su matrimonio, estaría pidiendo el número de su esposo y agregándolo a WeChat.

 

Chu Yi se dio la vuelta y entró al estudio. Justo cuando entró, sus dos empleados gritaron de repente.

 

—¡JEFE! —Rong Rong deslizó su silla y bloqueó el camino de Chu Yi— vi quién te trajo, es ese caballero de ayer, ¡¿verdad?! ¡¿Verdad?!

 

—Siendo traído aquí por ese caballero además de llegar tan tarde hoy, ¡¿pasaron la noche juntos?! —continuó Xiao Zhan.

 

Chu Yi miró a Xiao Zhan.

—Estando tan emocionado, ¿supongo que el draft fue aprobado?

 

—¡Sí! ¡Finalmente pasó! —Xiao Zhan respondió con una sonrisa.

 

Chu Yi le dio unas palmaditas en el hombro a Xiao-Zhan.

—Felicidades ¿Ya comieron?

 

—Sí ya comimos —respondió Rong Rong—. Jefe, deja de cambiar de tema. Solías responder a todo lo que pregunto sobre tus citas a ciegas, ¡algo anda mal aquí! Date prisa y cuéntame todo.

 

Al ser preguntado así, inexplicablemente, de repente hubo mucha dulzura en su corazón, y en este momento, estaba pensando en Qin Yiheng, lo que hizo que la dulzura fuera aún más agradable.

 

—Está bien… es lo que piensan así que, no pregunten más —finalmente respondió Chu Yi.

 

Chu Yi quería comportarse de manera más natural, pero no sabía por qué, lo que dijo lo hizo sentir tan avergonzado.

 

Rong Rong gritó de emoción y Xiao Zhan aplaudió

—¡FELICIDADES JEFE!

 

La sonrisa de Chu Yi se hizo más profunda.

—Gracias, los invitaré a cenar esta noche.

 

Chu Yi regresó a su oficina y se enterró en el sofá.

 

Con Qin Yiheng a su lado, el noventa por ciento de Chu Yi tenía la cabeza despejada, mientras que el diez por ciento restantes, en realidad estaba un poco distraído. El matrimonio se ha convertido en una realidad, pero aún tiene que mirar la foto del certificado de matrimonio guardada en su móvil para confirmarlo varias veces.

 

Todavía no se sentía tan intenso cuando estaba con Qin Yiheng, pero ahora que los dos están separados, Chu Yi sintió que todo tipo de sentimientos surgían en su corazón.

 

Algunos eran dulces, felices, otros desconcertados, y también sintió que era un poco gracioso.

 

Chu Yi se tocó el muslo.

 

A Qin Yiheng parecía gustarle mucho su pequeña cicatriz en forma de caracol. Si lo presionaba ahora, todavía le dolía un poco.

 

Algunas imágenes pasaron por la mente de Chu Yi y no pudo evitar reír antes de levantar las manos para cubrirse la cara.

 

«¡Ahhh! Es hora de trabajar, ¡trabaja!».

 

A las 4: 13 de la tarde, el avión aterrizó en otra ciudad.

 

Xu Jing sacó sus maletas y las de Qin Yiheng del portaequipajes, y los dos salieron juntos.

 

El clima era diferente al de la ciudad A y el cielo estaba muy nublado.

 

Tomó las maletas y salieron del aeropuerto. Ya había alguien esperando afuera. El conductor se hizo cargo de las maletas en la mano de Xu Jing, y el asistente del grupo cooperativo invitó cortésmente a Qin Yiheng a subir al automóvil.

 

El asistente los llevó a los dos al hotel primero. Qin Yiheng sacó por primera vez su computadora portátil de su bolso después de que Xu Jing llevara su maleta a la habitación. De repente, con el rabillo de los ojos vio la pintura en la pared.

 

Era un caracol reposando sobre una hoja después de la lluvia.

 

Qin Yiheng miró hacia abajo y estaba a punto de sacar su teléfono, pero el sonido de un nuevo correo electrónico provenía de su computadora portátil.

 

—Xu Jing —llamó Qin Yiheng a la persona a su lado y guardó su teléfono— Llama a Chu Yi.

 

Xu Jing se dio la vuelta, sacó su teléfono y preguntó:

—¿Qué sucede señor? —Mientras revisaba sus contactos.

 

Qin Yiheng abrió el correo electrónico:

—No lo sé, me pidió que le avisase después de bajar del avión.

 

Xu Jing ya había marcado el teléfono, pero cuando escuchó esto, colgó antes de que se conectara la línea.

«Presidente Qin, realmente es extraordinario».

 

Dejó el teléfono y sugirió:

—Presidente Qin, es mejor que se lo llame usted mismo.

 

Qin Yiheng miró fijamente su correo electrónico, dijo con un tono de voz muy frío:

—¿Hay alguna diferencia?

 

Xu Jing estaba debatiendo si intervenir en este asunto o no y luego suspiró, «supongo que tendré que intervenir un poco».

 

—Lo que el señor Chu quería era confirmar su seguridad. Puede llamarlo o enviarle un mensaje para que su mente esté en paz.

 

Las manos de Qin Yiheng dejaron el teclado y giraron la cabeza hacia Xu Jing como si estuviera confirmando la autenticidad y necesidad de este asunto.

 

Unos segundos después, asintió con la cabeza:

—Entiendo.

 

Ahora que intervino, Xu Jing no tenía urgencia de irse.

 

Qin Yiheng eligió usar WeChat, escribió una sola palabra “Llegué" y lo envió.

 

—Presidente Qin, agregó al señor Chu en WeChat —comentó Xu Jin con una sonrisa.

 

Pero, después de que dijo esto, se arrepintió.

 

Qin Yiheng rara vez agrega a otras personas a WeChat, especialmente a aquellas sin intenciones puras. Sin embargo, el señor Chu es el esposo de Qin Yiheng, ¿qué tipo de estupidez acaba de comentar?

 

Afortunadamente, Qin Yiheng no pensó mucho en eso, dijo:

—Mn. Lo agregué esta mañana.

 

Por lo tanto, para acercar a su jefe y al socio de su jefe, Xu Jing sugirió:

—Presidente Qin, puede mirar los *Momentos de Chu Yi.

(*Es como los estados del Whatsapp)

Con su comprensión, Qin Yiheng debe ser demasiado vago para mirar los Momentos de otras personas.

 

Pero no esperaba que Qin Yiheng dijera:

—Ya los miré.

 

Xu Jing estaba un poco sorprendido, pero aparte de sorprendido, pensó que, después de todo, es su esposo, debería ser diferente, debería ser diferente.

 

—Son todos sus diseños —dijo Qin Yiheng.

 

Xu Jing asintió.

 

Chu Yi probablemente estaba ocupado, así que no respondió de inmediato. Qin Yiheng salió del chat y casualmente notó un punto rojo[1] en su Descubrimiento[2].

 

Por lo general, no tiene la costumbre de mirar su WeChat, pero por alguna razón, porque estaban charlando sobre Chu Yi hace un momento, hizo clic en él.

 

Lo que es aún más una coincidencia fue que la nueva publicación era en realidad de Chu Yi.

 

Qin Yiheng aprovechó y la publicación que se mostraba en la parte superior era la que Chu Yi publicó hace tres minutos.

 

Una imagen del cielo, muy nublado, con la leyenda “El sol todavía brillaba intensamente por la mañana, pero ahora está a punto de llover”.

 

Fue una de esas actualizaciones diarias, Qin Yiheng no se desplazó más después de leerla y salió de la aplicación.

 

Incluso este tipo de cosas se compartían en sus “Momentos”.

 

Qin Yiheng miró fijamente la pantalla de la computadora y se distrajo por un momento.

 

—Xu Jing —Qin Yiheng lo llamó.

 

—Dígame, mi señor —Xu Jing respondió.

 

—¿Vale la pena compartir que está casado conmigo? —preguntó Qin Yiheng.

 

—¡Por supuesto! —Xu Jing respondió casi de inmediato.

 

El volumen de la voz de Qin Yiheng se volvió más bajo.

—Entonces, ¿por qué no lo compartió en sus Momentos?

 

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