Capítulo 84: Escuela de actuación.
—¡¿No ves que está fingiendo?! —Shen Qianfeng exclamó con ira.
Shen Qianling cambió su mirada hacia Qin Shaoyu.
El líder del palacio Qin sonrió levemente.
—Estoy bien. Solo ajustaré mi respiración interna y todo estará bien.
Shen Xiaoshou inmediatamente miró a su hermano mayor con condena. «¡¿Escuchaste?! ¡Necesita regular su respiración interior!»
Shen Qianfeng sintió que estaba cayendo en la desesperación.
—¿Debería salir mientras haces eso? —preguntó Shen Qianling.
—Por supuesto que no —Qin Shaoyu tiró suavemente de su mano— Ling’er se quedará y me ayudará.
Shen Qianfeng levantó los ojos al cielo en silencio, luego se dio la vuelta y salió.
«¡Realmente necesito calmarme!»
La puerta de la habitación se cerró. Shen Qianling y Qin Shaoyu intercambiaron miradas y luego se echaron a reír al mismo tiempo.
Shen Xiaoshou cayó encima de él y se inclinó para darle un beso.
Qin Shaoyu se dio la vuelta y lo inmovilizó contra la cama nuevamente, frotando su nariz contra su oreja.
—Debes tener cuidado mañana —Shen Qianling abrazó el cuello de su amado.
—No te preocupes, no pasará nada —dijo Qin Shaoyu— Qianfeng y yo estamos aquí, nadie en todo el mundo se atreverá a irrumpir aquí abiertamente.
«¡Qué imperioso!» Shen Xiaoshou inmediatamente sintió que había surgido un nuevo fetiche. Le parecía que incluso si se involucraban en la obscenidad una vez, no sería un problema, ¡o tal vez incluso dos veces!
—Te ves somnoliento —Qin Shaoyu le pellizcó la nariz— ¿No has dormido lo suficiente?
Shen Xiaoshou estaba triste y enojado en su corazón. Después de todo, ahora todas las noches, cuando se iba a la cama, tenía mucho miedo de comenzar a pulular en su sueño y olvidar que su hermano mayor estaba acostado a su lado. ¡Entonces es mejor morir de inmediato! ¡Porque sabía de su costumbre de despertarse por la mañana con la mano en los pantalones de su esposo!
¡Vaya, perdió el sueño con solo pensarlo!
—¿No puedes dormir sin mí? —Qin Shaoyu preguntó en voz baja.
De hecho, todo era más o menos tolerable, pero no se puede decir “no” en respuesta a palabras tan románticas. Por eso Shen Xiaoshou estuvo de acuerdo en silencio.
A los ojos del líder del palacio Qin, la ternura realmente apareció.
—Una vez que hayamos tratado este asunto, dormiré contigo todos los días.
Shen Qianling: “…”
«Joven guerrero, y eres realmente sencillo».
—Descansa un rato —Qin Shaoyu lo tomó en sus brazos— me quedaré contigo.
«¿De verdad no quieres tener sexo?» Shen Qianling se sintió decepcionado, pero pronto se durmió con calma y roncando melodiosamente.
«¡Oh, es muy refrescante escucharlo!»
Qin Shaoyu estiró su dedo y le acarició ligeramente su mejilla, sus ojos se llenaron de una ternura inefable.
Esa noche, Ye Jin aprovechó la oscuridad para colarse en la posada. Shen Qianling quería ir a saludarlo, pero cuando vio la cara de su hermano mayor, prudentemente se tragó las palabras y se quedó donde estaba.
—Duérmete temprano —Shen Qianfeng lo empujó debajo de las mantas.
Shen Xiaoshou se envolvió obedientemente en la manta y se giró hacia la pared.
Apoyado contra la cama, Shen Qianfeng estaba leyendo un libro.
—¡Cof! —Shen Qianling se aclaró la garganta.
Shen Qianfeng estaba tan frío como siempre.
—Cállate.
Shen Qianling: “…”
«¡¿Cómo puedes hablarme así?! ¿Y qué hay de los hermosos sentimientos fraternales?»
Después de un rato, se dio la vuelta y miró a su hermano mayor.
—Lord Ye ha venido a ayudarnos, ¡no puedes tratarlo así! ¡Sé generoso!
—Si no hubiera sido generoso, habría despedido a este tonto durante tantos años —replicó Shen Qianfeng en un tono helado.
—¿Qué pasó entre ustedes al final? —Shen Qianling tenía mucha curiosidad.
¡Pero el hermano mayor se negó rotundamente a hablar!
¡Al negarse a hablar, solo alimentó el interés! Por lo tanto, Shen Xiaoshou, con la esperanza de extraer la verdad de Shen Qianfeng, tuvo que recurrir constantemente a métodos tan bajos y desvergonzados como la adulación, las súplicas, la persuasión, las amenazas y el chantaje.
Y luego lo agarraron y lo azotaron.
—¡Ya soy un adulto! ¡AY! —Shen Qianling se quejó amargamente.
«¡No puedes ocultar tu vergüenza detrás de un arrebato de ira! ¿Has oído hablar de los derechos humanos?»
—¡Duerme! —Shen Qianfeng adoptó la mirada severa de un hermano mayor.
Shen Xiaoshou se cubrió con la manta con resentimiento y rodó hacia la pared.
¡Estaba realmente muy enojado!
Al día siguiente, después del almuerzo, Ye Jin ya estaba acostado en la cama. Su figura ya era delgada, muy similar a la de Shen Qianling, y con su cabello esparcido sobre la cama, se había convertido en la encarnación de una belleza enfermiza.
—Cámbiate de ropa —Qin Shaoyu le arrojó un conjunto de ropa interior.
Ye Jin se sorprendió.
—¿Esto también hay que cambiarlo?
«Obviamente, ¡tengo mi propia ropa interior!»
—Ling'er nunca usaría ropa interior de algodón así —respondió Qin Shaoyu con desprecio— viste solo satén para el frío de excelente calidad.
Ye Jin: “…”
«Bueno, ¡solo un advenedizo excepcional!»
«¡Tantas tonterías, solo para ayudarte!»
—Líder del palacio Qin —se escuchó la voz del guardia oscuro fuera de la puerta— el joven maestro Hong y su tío están pidiendo verlo.
Ye Jin se acostó rápidamente y se dio la vuelta.
Qin Shaoyu se sentó en el borde de la cama, con el ceño ligeramente fruncido. Quien lo mire dirá inmediatamente que está muy preocupado por su esposa.
«¡Qué natural!»
—Líder del palacio Qin, cuarto joven maestro Shen —Hong Feihuang fue el primero en entrar, seguido por un hombre de mediana edad que parecía un extranjero.
Resultó ser el mismo hombre vestido de negro. Tenía ojos hundidos y una nariz aguileña, y sus pómulos sobresalían fuertemente: a primera vista quedó claro que no pertenecía al pueblo Han.
Hong Feihuang tenía una tía que se casó con un nativo de la región oeste, por lo que la aparición de tal tío no era en absoluto inusual.
—Líder del palacio Qin —el hombre de negro también saludó en un Han apenas entendible y su rostro parecía muy amigable.
—¿Es realmente un curandero muy conocido en el territorio del oeste? —Qin Shaoyu lo miró con escepticismo, claramente aún no completamente convencido— estuve allí hace unos años, pero nunca había oído el nombre de Su Excelencia.
—No busco la fama —el hombre de negro parecía tranquilo y confiado— pero si no hubiera tenido talento, no me habría atrevido a venir y burlarme de mí mismo.
Qin Shaoyu miró al “Shen Qianling” en la cama. Parecía que todavía estaba dudando.
—Deja que mi tío lo examine —instó Hong Feihuang— cuando era niño, estuve gravemente enfermo y fue él quien me curó.
Qin Shaoyu volvió a mirar al hombre de negro y parecía que se había relajado un poco.
—¿Debo hacerme a un lado?
—No es necesario —dijo el hombre de negro—. ¿Puedo revisar el pulso del joven maestro Shen primero?
Qin Shaoyu asintió y sacó la mano de Ye Jin de debajo de la manta. Sus movimientos eran cautelosos, como si temiera despertar al durmiente.
«¡No toques mi mano!» A Lord Ye se le puso la piel de gallina.
«¡Es repugnante!»
El hombre de negro se tocó el pulso con el dedo índice.
Ye Jin en este momento, la vida parecía peor que la muerte. Después de que terminó el asunto, tenía la intención de lavarse las manos treinta veces.
Dado que Hua Tang ya le había dicho con qué tipo de gu Shen Qianling se había infectado, no fue difícil para Ye Jin usar su fuerza interior para cambiar la naturaleza de su pulso. Un momento después, el hombre de negro retiró la mano y dijo:
—El líder palacio Qin no necesita preocuparse, el joven maestro Shen estará bien.
—¿En serio? —la voz de Qin Shaoyu sonó gratamente sorprendida.
—Por supuesto —asintió el hombre de negro—. Todo lo que tiene que hacer es tomar un baño con las hierbas adecuadas y desterrar el mal con la ayuda de los textos sagrados. A más tardar mañana por la mañana, volverá en sí.
Qin Shaoyu frunció el ceño.
—El tema de los espíritus malos y buenos no es algo nuevo e imposible —se apresuró a asegurar Hong Feihuang al ver la expresión anormal en su rostro—. De todos modos, no hay nada de malo en intentarlo, así que le pido al líder del palacio que esté de acuerdo.
—Si al líder del palacio no le importa, entonces haré una receta médica ahora mismo —también habló el hombre de negro, siguiendo su ejemplo.
—Primero haga la receta —coincidió Qin Shaoyu.
Un guardia oscuro trajo rápidamente papel y el hombre de negro escribió la receta en unos pocos trazos, haciendo arreglos para que alguien preparara la medicina mientras colocaba las campanas doradas alrededor de la habitación.
Qin Shaoyu miró a Ye Jin. Su rostro parecía sereno, casi roncaba y babeaba.
«¿Por qué parece que realmente se quedó dormido? No puedes confiar en este tipo en absoluto...»
El líder del palacio Qin sintió dolor de cabeza.
El hombre de negro se paró junto a la cama y comenzó a murmurar un hechizo.
Shen Qianfeng se desplomó contra la pared en la habitación contigua y escuchó atentamente.
—Bueno, ¿qué está pasando? —Shen Qianling preguntó en silencio solo con sus labios.
Shen Qianfeng negó con la cabeza brutalmente. De hecho, ¡él mismo no entendía!
«Esta es una circunstancia vergonzosa para un gran guerrero famoso, ¡nadie debería ser contado!»
Ye Jin estaba acostado en la cama, sin reaccionar en absoluto, por lo que Qin Shaoyu no detuvo al hombre de negro, permitiéndole cerrar los ojos y leer el hechizo durante los próximos quince minutos.
—Compré la medicina —el guardia oscuro voló hacia adentro, sin aliento.
El hombre de negro abrió los ojos, con la frente cubierta de sudor frío.
—¿Estás cansado? —Qin Shaoyu le preguntó.
—Intentar arrebatar una vida de las garras de los espíritus malignos es, por supuesto, agotador —suspiró largamente el hombre de negro—. Pero cuando se trata de curar al joven maestro Shen, entonces vale la pena cansarse.
—¡Si Ling’er realmente se despierta mañana, entonces te lo agradeceré generosamente! —¡Qin Shaoyu era particularmente impulsivo!
—El líder del palacio es demasiado amable, es mi deber para con el joven maestro Shen —el hombre de negro se despidió y preguntó— ¿Puedo hacer una pócima para él?
—No, déjalo en manos del sirviente —dijo Qin Shaoyu— Si eso es todo, haré que mis guardianes te acompañen.
—Bien —asintió el hombre de negro y sacó una botella de porcelana de su bolsillo—. Esta píldora, si se toma junto con un medicamento, puede dar un resultado dos veces mejor.
—¿Qué es? —Qin Shaoyu tomó la botella en sus manos.
—Un medicamento local del oeste, no tiene nombre —dijo el hombre de negro— sin embargo, es extremadamente útil.
—Gracias —Qin Shaoyu entregó el medicamente al guardia oscuro.
—Ahora permítame despedirme —dijo el hombre de negro— si algo sucede, el líder del palacio Qin puede llamar a mi puerta en cualquier momento.
Qin Shaoyu asintió y siguió a las personas que se iban.
—¿Se han ido? —Shen Qianling preguntó con cautela en la habitación de al lado.
—Se fue —respondió Shen Qianfeng.
—Entonces, ¿puedo ir allí? —Shen Qianling quería ver qué pasaba allí.
—¡No hay nada que mirar! —Shen Qianfeng dijo con desdén.
«¡Por supuesto, hay una razón! Si no quieres mirar, ¡no significa que yo tampoco lo haga!» Gruñendo en protesta, Shen Xiaoshou se deslizó a la habitación contigua.
Shen Qianfeng resopló con frialdad.
—Ling’er —Qin Shaoyu estaba un poco sorprendido— ¿Por qué viniste aquí?
—Bueno, ¿cómo te fue? —preguntó Shen Qianling.
Ye Jin se sentó en la cama y leyó la receta con una mirada pensativa.
—¿Encontraste algo? —preguntó Qin Shaoyu.
—Este es un fragmento del hechizo para el veneno gu —dijo Ye Jin— Si alguien infectado con gu lo escucha, caerá bajo su influencia y se convertirá en un títere de voluntad débil.
Shen Qianling comenzó a sudar frío por lo que escuchó.
Qin Shaoyu frunció el ceño.
—¿Puedes ser más claro?
—En otras palabras, si el joven maestro Shen estaba acostado aquí, y todavía había gu en su cuerpo, entonces, mientras lanzaba el hechizo, los gu devorarían gradualmente su cerebro —Ye Jin sacudió el frasco—. Estas píldoras están hechas del polvo obtenido después de la muerte de un gu real. Si una persona que tiene gu en su cuerpo incluso los inhala, incluso si no conoce las artes marciales, se volverá increíblemente fuerte.
—¿Cuál es el objetivo? —preguntó Qin Shaoyu— ¿Qué se suponía que con este hechizo debía hacer Ling’er?
Ye Jin fue breve.
—Para derramar veneno sobre ti.
Una sonrisa helada apareció en el rostro de Qin Shaoyu.
—Métodos típicos de Feng Jiuye y la pandilla Qianggu.
Shen Qianling estaba perplejo.
—Pero si todavía quieren lo que me dieron, ¿por qué me quieren matar?
«Si una persona se convierte en idiota por culpa de un gu, ¿de qué sirve?»
—El hechizo del gu solo funciona por un tiempo. El enemigo puede hacer que actúe, pero, por supuesto, también tiene un antídoto —explicó Ye Jin.
—Si realmente me mata, sin duda socavará la relación entre la Mansión del Sol y la Luna y el Palacio Perseguidor de las Sombras. Esto desatará las manos de la secta demoníaca, y se les ocurrirán todo tipo de formas, cualquier rumor, para evitar que regreses al camino justo —dijo Qin Shaoyu—. Además, el Palacio Perseguidor de las Sombras posee riquezas incalculables. Después de mi muerte, habrá muchas personas que lanzarán miradas codiciosas a nuestra propiedad. Las otras sectas del Jianghu probablemente aún restringirían la idea de dañar su reputación con un comportamiento lascivo, pero esto definitivamente no era algo que molestaría a la secta demoníaca.
«¡Qué bajo!» ¡El nivel de disgusto de Shen Xiaoshou por Feng Jiuye había aumentado aún más!
—¿Qué piensas hacer a continuación? —preguntó Ye Jin.
—¿Qué tal si una vez más uso el plan del enemigo a mi favor? —dijo Qin Shaoyu.
—¿Para difundir el rumor de que te han envenenado? —Shen Qianling lo miró.
—Inventaré una excusa para que Qianfeng se vaya, pero luego regresará en secreto —dijo Qin Shaoyu—. Cuando me envenenen, la secta demoníaca sin duda decidirá que esta es la mejor oportunidad para secuestrarte.
—No está mal —asintió Ye Jin—. Si todo sale como debería, córtale la mano a ese hombre.
«¡Y tú tampoco puedes tocarme!»
«¡Es repugnante!»
—¿Qué está haciendo Qianfeng? —Qin Shaoyu preguntó
—Está en la habitación de al lado —Shen Qianling miró a Ye Jin.
Lord Ye de repente estalló en ira.
—¡¿Por qué me estás mirando?! ¡No tengo nada que ver con él!
Shen Qianling: “…”
«Y-t-tú... ¡No tienes que ser tan sensible! Todavía no he dicho nada, ¿por qué estás tan enojado?»
«¡Eres completamente incapaz de actuar en el escenario!»
