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• ✾ • Capítulo
17: Celoso • ✾ •
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Al
ver esto, Han Gu dio un paso adelante y abrazó a Chu Ling, y con este gesto se
lo llevó a su despacho, ante la estupefacción del personal alrededor.
Mientras
era conducido por Han Gu, sintió las miradas curiosas a su alrededor y se asustó
tanto que se olvidó de llorar. Cuando se sentó en el sofá de la oficina de Han
Gu, su rostro estaba rojo.
—¿Qué
pasa? —Han
Gu no creía que hubiera nada extraño en un gesto tan íntimo.
Chu
Ling miró a Han Gu, y se calmó lentamente. Recordando la conversación entre los
dos hombres hace un momento, y no supo qué decir por un tiempo, por lo que tuvo
que preguntar:
—¿Sabes
quién te drogó en ese entonces?
Después
de escuchar esto, Han Gu entrecerró los ojos un poco y dijo:
—¿Los
conociste hace un momento?
—¿Ya
lo sabías? —Chu Ling lo miró sorprendido.
—Sí,
lo sé.
—Que…
—¿Te
han hecho algo? —Han Gu volvió a
preguntar.
—No.
Es sólo que los escuché hablar y por eso lo sé.
Ambas
partes volvieron a quedarse en silencio mientras pensaban en lo que había
ocurrido al principio.
—¿Quieres
saber la razón? —Han Gu primero preguntó.
—¿Puedes
decirme?
—No
es nada especial —Han Gu replicó—
Ya les he ofendido antes cuando trabajaba con ellos, y les ha costado mucho
dinero.
—Ya
veo… —Chu
Ling no podía creerlo, y luego recordó lo que dijeron sobre la ‘hija Omega’, y
de repente no quiso continuar.
Han
Gu sabía que había algo mal al mirarlo:
—¿Qué
más escuchaste?
—Nada.
—¿En
serio? —volvió
a preguntar Han Gu.
—Mn.
—¿Quieres
que te obligue a decir la verdad? —dijo
Han Gu con impotencia.
Chu
Ling lo miró, finalmente dejó de insistir y dijo todo lo que había escuchado.
—No,
no tenía intención de liarme con ella.
—Pero
le gustas, ¿verdad? —preguntó Chu Ling.
Han
Gu de repente se rio cuando escuchó esto.
—¿Estás
celoso?
Chu
Ling se congeló por un momento y rápidamente dijo:
—No.
—Está
bien que estes celoso, me siento muy feliz —Han
Gu de repente extendió la mano y tocó la cara de Chu Ling—
Finalmente ya no huyes de mí.
Cuando
Han Gu lo miró con ojos tan cariñosos, Chu Ling no reaccionó por un tiempo. Se
quedó atónito mientras la cara de Han Gu se acercaba cada vez más y de repente
se puso nervioso.
—¡Esta
es la oficina!
Han
Gu sonrió levemente y besó a Chu Ling directamente en los labios.
Este
beso era suave y tranquilizador, una calidez añorada y un sabor familiar con el
que uno no podía evitar deleitarse. Chu Ling cerró los ojos y casi completamente
sumiso a las acciones del hombre, incapaz de pensar en nada. La punta de la
lengua de uno de los hombres se introdujo y el otro se hizo eco de inmediato.
Los dos se besaron con fuerza, pero ambos sabían lo que estaban haciendo. Al final
del beso, ambos parecían tener algo más que decir.
Chu
Ling apartó la mirada, casi con miedo de mirarse, y tuvo que continuar con el
tema original:
—¿No
te importa en absoluto? Esos dos Alfas.
—Por
supuesto que sí —respondió Han Gu.
—Entonces,
¿por qué todavía están aquí en…? —preguntó
Chu Ling.
—Son
negocios —Han Gu lo interrumpió—
no voy a usar los mismos métodos despreciables que ellos, pero voy a recuperarlo
limpiamente.
Era
casi raro para Chu Ling ver a Han Gu en el trabajo directamente, más asertivo y
seguro de sí mismo que de costumbre, e inexplicablemente se ruborizó de nuevo,
obligándose a mantener la calma diciendo:
—Estoy
seguro de que lo tienes todo controlado. Debería irme.
Las
cosas se han entregado sin problemas y no se atreve a quedarse más tiempo.
El
trabajo aún no había terminado, y Han Gu no tenía la intención de ponerle las
cosas demasiado difíciles en ese momento, pero dijo con un poco de pesar:
—De
acuerdo.
Lamentablemente
no pasó nada esa noche.
Era
casi medianoche cuando Han Gu llegó a casa. Simplemente fue a la habitación de
Chu Ling para echar un vistazo y luego volvió a dormir.
La
vida sigue siendo la misma que antes, pero un poco diferente.
Chu
Ling no sólo le dejaba la luz encendida y la cena, sino que de vez en cuando
esperaba en la sala de estar los fines de semana a que volviera, pero a menudo
no podía esperar a Han Gu, por lo que tenía tanto sueño que se acostaba en el
sofá y se quedaba dormido. Cuando se despertaba, descubría que, de alguna
manera, estaba de vuelta en su habitación. Más tarde, Han Gu pareció darse
cuenta de que Chu Ling lo esperaba deliberadamente, así que, decidió volver
temprano los fines de semana.
Pasaban
más tiempo juntos, su relación ha cambiado de fría a natural, y luego a una
evidente ambigüedad. Todo estaba hecho, pero nadie estaba allí para romper la última
capa de papel.
Una
noche, cuando estaban sentados en el sofá viendo una película, Chu Ling se
durmió de agotamiento y apoyó la cabeza en el hombro de Han Gu.
Han
Gu miró a Chu Ling y rodeó su cintura.
Fue
así hasta el final de la película, Han Gu no lo soltó. Sabía que debía llevarlo
directamente a su dormitorio como de costumbre, pero por alguna razón no quería
hacerlo esta noche, y la idea que estaba a punto de moverse en su corazón se
despertó repentinamente, levantó el rostro de Chu Ling y lo besó.
Los
labios y las lenguas presionados juntos, medio mordisqueando y medio chupando,
con cautela tentativa.
Chu
Ling parecía haberse despertado con el beso y miró a Han Gu con los ojos
entreabiertos, sin saber si era consciente o no de la situación actual, no se
resistió.
—¿Chu
Ling?
—Mn...
—Chu
Ling cerró los ojos y respondió suavemente, sin saber si tenía demasiado sueño
o estaba demasiado cómodo. Su voz nasal era muy pesada.
—Si
no te resistes, continuaré —dijo Han Gu.
Al
no obtener una respuesta, Han Gu se desabrochó el pijama y extendió la mano
para tocar su esbelta cintura; cuando se acercó al pecho, bajó la cabeza y
mordió ligeramente el cuello de Chu Ling.
—Hmm
—Chu
Ling tembló levemente debido a su sensibilidad, pero siguió sin abrir los ojos.
Han
Gu aprovechó la situación e hizo que el hombre se tumbara en el sofá, le quitó la
camisa y los pantalones. Chu Ling pareció forcejear un poco, pero fue reprimido
rápidamente. Los besos de Han Gu no tardaron en llegar, pero lo que fue aún más
difícil de ignorar fueron los dedos que invadieron el cuerpo de Chu Ling,
presionando contras las sensibles y delicadas paredes internas, adentrándose
poco a poco hacia un lugar más profundo y secreto.
Chu
Ling movió su cuerpo con impaciencia, pero sus piernas se vieron obligadas a
abrirse más. Era demasiado tarde para pensar en resistir en este momento. Bajo
la provocación de Han Gu, finalmente se despertó por completo de su somnolencia
y una niebla de agua apareció en sus ojos.
Los
dos que no lo habían hecho durante mucho tiempo se encendieron repentinamente
por la lujuria, besándose y acariciándose.
Cuando
Han Gu penetró a Chu Ling, todavía se sentía incómodo debido al gran tamaño de su
polla. No era lo mismo que cuando estaba en el periodo de celo y aunque seguía
lubricado por sus fluidos corporales, todavía no era suficiente. La sensación
de verse envuelto estrechamente alrededor de su pareja lo hacía sentir más
avergonzado.
Chu
Ling inhaló de dolor y, al mismo tiempo, no pudo evitar temblar con
sensibilidad.
Han
Gu obviamente no podía soportarlo mucho mejor, pero lo más importante, tuvo que
hacer todo lo posible para contener su impulso de cabalgar dentro de Chu Ling. Besó
los labios de su compañero con dulzura y esperó a que se relajara antes de
empezar a moverse lentamente.
—Mmm,
mmm... —el
tan esperado placer no tardó en volver, Chu Ling gimió suavemente, reconfortado
y totalmente entregado a este encuentro sexual.
Han
Gu cambió su posición de modo que Chu Ling estaba sentado sobre sus piernas y mientras
él lo follaba de abajo hacia arriba.
Chu
Ling rodeó los hombros de Han Gu e inclinó ligeramente la cabeza para besarlo,
sacó la lengua para entrelazarla con la de su compañero, frunciendo el ceño y
gimiendo debido al placer del intenso encuentro sexual, al tiempo que se
mostraba tierno y reacio a marcharse.
El
clímax llegó rápidamente con la cooperación de ambas partes. Cuando ambos se hubieron
divertido, Chu Ling estaba demasiado cansado para abrir los ojos.
Han
Gu luego preguntó:
—¿Quieres
ir a mi habitación?
Chu
Ling guardó silencio por un momento, pero emitió un suave murmullo.
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